La Jornada domingo 18 de julio de 1999

Ventanas ŤEduardo Galeano
La gata

Una zapatilla Adidas,

una sandalia,

una carta de amor de firma ilegible,

diez macetitas con flores,

siete globos de colores,

un delineador de pestañas,

un lápiz de labios,

un guante,

una gorra,

una vieja fotografía de Alan Ladd,

tres tortugas ninjas,

un libro de cuentos,

una maraca verde,

catorce broches de pelo,

numerosos botones de colores

y unos cuantos autitos de juguete

forman parte del botín de una gata llamada Reina Madre, que opera en el barrio de Avellaneda. Deslizándose por azoteas y cornisas, ella roba para su hijo, el Gordo, que es paralítico. El Gordo vive rodeado de ofrendas mal habidas.

La periodista Alejandra Dandan, interesada en el asunto, consultó a un especialista. El especialista preguntó a la delincuente si pensaba prolongar de por vida ese vínculo de protección materno-filial con su hijo aquejado de discapacidad motriz. La gata se negó a responder.