* Adiós muchachos, libro que aprehende, dijo Boyer

Dar una visión del todo implica arriesgar la verdad: Ramírez

* El autor plasma lo que es una revolución, señaló Aguilar Camín

César Güemes * Con periodista a su derecha y otro a su izquierda, Sergio Ramírez, autor de cuento y novela, dio a conocer su más reciente libro la noche del miércoles, Adiós muchachos, publicado por Aguilar.

A la izquierda de quien fue vicepresidente de Nicaragua, Jean Francois Boyer apuntó: ''Adiós muchachos de cierta manera termina un ciclo, pues el primer libro que dio a conocer la revolución sandinista en Europa fue Muchachos, escrito por un periodista francés. De Muchachos a Adiós muchachos parece que todo está dicho, pero yo diría que no tanto. Este libro es extremadamente emotivo para todas las personas que siguieron de una manera o de otra la experiencia sandinista; nos emociona, es un libro de verdad. Pertenece a un hombre que se comprometió, cuando tal vez sus orígenes no lo destinaban a esa misión. La historia de Muchachos-Adiós muchachos en cierto sentido es la de un desengaño.

''La crítica positiva que haría es que no está bien fundamentado ese desengaño. Sergio nos explica varias historias y nos lleva a un análisis de lo que pasó de la clandestinidad hasta la separación que tuvo del Frente Sandinista de Liberación Nacional. Pero no siempre se pronuncia sobre el por- qué de la derrota o de su divorcio, aunque nos da los elementos. Como que hay un cierto pudor que no le permite siempre poner el dedo en la llaga. Aunque no se tenga conocimiento previo de lo que ha sido la historia de Nicaragua, el libro se lee extremadamente rápido, es un texto que agarra."

Aguilar Camín dijo: ''Este libro es el de un escritor en plena madurez. No sólo desde el punto de vista estilístico, sino también del humano. El autor consiguió quedar en paz con la materia incendiada de sus memorias, con la vida que tiene que contarnos y es en este caso particularmente dolorosa, violenta, fúnebre (...)

''En Adiós muchachos está la historia de la revolución sandinista y de todas las revoluciones con sus variantes. Aquí están la violencia gratuita, el rencor social, las más bajas pasiones vueltas anónimas porque son colectivas. Aquí están el heroísmo, la locura, la generosidad, todo lo que es una revolución. Y también está la interrogación final que hay en todas las revoluciones: Ƒvalió la pena tanta muerte, tanto sufrimiento, tanta solidaridad?"

Ajuste de cuentas

Mesurado, Sergio Ramírez respondió a las preguntas formuladas y a las que se quedaron en un esbozo: ''Soy el primero en reconocer que este libro tiene una visión parcial, que es la mía. De las visiones totales vengo de vuelta. Uno no puede dar una perspectiva del todo sin arriesgar la verdad. Así que doy mi propia versión".

Aclaró : ''Y no es que me sienta desafiado por otros cronistas, al contrario, la r evolución sandinista se quedó sin quién hiciera su crónica. Cuando me pongo a escribir este libro siento que es un ajuste de cuentas conmigo mismo. No quiero hacerlo con nadie más. A mí los libros de los disidentes me repugnan. Los libros de esos que vivieron en el seno de un proceso y salen después a escribir contra ese proceso como si nunca hubieran estado ahí, me parecen deleznables.

''De forma que el principal esfuerzo para mí fue trabajar el texto a partir de un nosotros que no es mayestático, sino el nosotros de quien esuvo ahí, el nosotros que no me saca del escenario. Ese es el primer esfuerzo de lealtad que tengo con un proceso en el cual me metí de pies a cabeza, con lo mejor de mi vida. Y del cual al final no tengo ni un solo motivo de arrepentimiento."

El remate de la idea, por último, no deja lugar a dudas sobre la postura de Ramírez o sobre su libro: ''Más bien me angustia el solo pensar que de haber nacido un poco antes o un poco después, me lo hubiera perdido. La verdad es que no me lo perdí y eso me llena de dicha. De manera que éste no es un libro hecho por un político que quiere regresar a la política, porque eso sería deleznable también, sino el de un escritor, que es lo que deseo ser siempre."