Delitos fabricados y castigo a disidentes

La justicia
en

Chiapas


Jesús Ramírez Cuevas

Mientras el gobernador Roberto Albores presumía los avances en la impartición de justicia ante la relatora especial de la ONU, Asma Jahangir, seguían su curso los procesos contra al menos 12 campesinos zapatistas aprehendidos en los últimos dos meses, acusados de delitos "prefabricados".

Los cuatro presos de El Portal, por ejemplo, pasaron de víctimas a victimarios, gracias a una política que ya no necesita atropellar a nadie

San Cristóbal de las Casas. "No necesitamos atropellar a nadie para llevar la justicia a Chiapas'', dijo el gobernador Roberto Albores Guillén frente a la relatora especial de ejecuciones extrajudiciales de la onu, Asma Jahangir, el pasado martes.

Como si los zapatistas fueran fantasmas de un pasado remoto, Albores siguió: "Entendemos a los jóvenes que soñaron con hacer una revolución... Estamos conscientes de que esa opción no les dio la oportunidad de vivir, de darle sentido a sus vidas''.

Albores omitió ante la relatora que en los últimos dos meses, en diferentes operativos policiacos y militares ordenados por su gobierno, han sido encarcelados al menos 12 campesinos zapatistas, acusados de delitos ''prefabricados'' por las mismas autoridades encargadas de aplicar la ley, como documenta el abogado chiapaneco Miguel Angel de los Santos.

Albores intentó borrar con palabras las denuncias de organizaciones no gubernamentales, según las cuales su gobierno viola sistemáticamente los derechos humanos de la población, particularmente de los indígenas.

El testimonio de cuatro campesinos, simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (ezln), encarcelados el 17 de julio, puso en evidencia la administración de justicia ''a la chiapaneca''.

Procuraduría contrainsurgente

La Procuraduría de Justicia del estado (pgje) consignó el 17 de este mes a cuatro campesinos del municipio autónomo Tierra y Libertad, acusados de ''instigar la violencia'' en El Portal. Este es un ejemplo de cómo el gobierno estatal criminaliza la lucha social.

La pgje consignó a Genaro Gutiérrez Aguilar, Ramiro de León de León, Luis y Elfego Zunun Martínez, miembros del Frente de Organizaciones Campesinas e Indígenas de la Sierra (focis). Los campesinos ingresaron al Centro de Readaptación Social número 5, acusados de ''atentados contra la paz y contra la integridad patrimonial del estado'', lesiones y asociación delictuosa.

Antes de la consignación, el 15 de julio, un grupo de militantes priístas -armados con palos, machetes y armas de fuego- atacó a decenas de labriegos zapatistas que pedían pacíficamente la reinstalación el servicio de agua potable, suspendido por los caciques priístas desde hace tres meses. La agresión fue presenciada por más de 20 elementos de la policía y varios funcionarios del gobierno estatal, quienes no detuvieron a los agresores, sino a los agredidos.

En el ataque resultaron heridos de bala dos campesinos (un zapatista -Salomón Reyes Hernández-, quien se encuentra en estado de coma, y un priísta, Emmar Herrera Pérez, quien recibió un tiro en la pierna proveniente de sus propios compañeros, según testigos). Otro simpatizante zapatista está hospitalizado en Comitán por un golpe en la cabeza.

Entrevistado por Masiosare, Miguel Angel de los Santos, abogado defensor de los detenidos, consideró la consignación de los cuatro campesinos ''un acto de represión política disfrazado de administración de la justicia''.

''A los miembros del focis los encarcelaron por ser bases zapatistas. Ellos no dispararon. La autoridad judicial inventó los resultados de la prueba Harrison para encarcelarlos. El Ministerio Público (mp) desde el principio buscaba consignar a los dirigentes del focis. Para ello arregló las pruebas en su contra. Ayer no tenían nada. Ahora inventaron lo de la pólvora en las manos y los testimonios prefabricados para encerrarlos'', reveló De los Santos.

''Este es un caso más de las típicas investigaciones amañadas de la pgje contra simpatizantes zapatistas. Como ocurrió en Taniperla el año pasado, detienen a la gente y luego inventan los delitos. Se utiliza la procuración de justicia con fines contrainsurgentes. En la averiguación previa, el mp los señala como simpatizantes zapatistas y presenta un pasamontañas y un sello de las autoridades autónomas para probarlo. Esto demuestra que se trata de un caso político. El gobierno de Roberto Albores utiliza a la pgje para su política contrainsurgente", añadió el abogado.

Policías y funcionarios, cómplices

Los cuatro campesinos encarcelados en San Cristóbal confirmaron que en El Portal los atacó un grupo de priístas armados: ''Nos agredieron frente a la policía y representantes del gobierno, que no hicieron nada por desarmar a los agresores".

Luis Zunun Martínez relata a Masiosare: ''La policía intervino para intentar controlar la situación, pero en lugar de detener y desarmar a los agresores nos detuvo a nosotros que somos las víctimas''. Agrega: ''Nosotros no golpeamos a nadie''.

Los presos explicaron el conflicto en El Portal: las autoridades priístas les quitaron el agua a 15 familias, ''porque no reconocemos al gobierno. Fue capricho de los caciques del pri, porque simpatizamos con el ezln. Nos sentimos muy afectados, pues no teníamos agua para tomar ni para bañarnos. Entonces, el 15 de julio unos 100 campesinos del focis nos reunimos para reconectar las tomas de agua''.

Los detenidos aseguraron que después de haber reinstalado tres tomas fueron rodeados por los priístas. Los hechos fueron presenciados por Víctor Anzueto Roblero -operador político del gobierno estatal-, un agente del mp y un comandante de la policía judicial. ''Los priístas procedieron a agredirnos con machetes y armas de fuego'', afirma Elfego Zunun Martínez.

''El representante del gobierno nos dijo que esperáramos -recuerda Elfego-, pero ya estaba planeado que nos agarrarían los priístas y nos entregarían a la policía. El comandante de la pgje nos dijo que nos fuéramos con la policía, porque no querían regresar después a recoger muertos y heridos. Luego nos acusaron de lastimar a nuestros compañeros, eso es una injusticia''.

''Los agresores se fueron después a la cabecera municipal de Comalapa a perseguir gente. Ahí le pegaron a un compañero en la cabeza, quizá pierda el ojo. Ahí, en Comalapa, andaban armados y hasta platicaban los judiciales, pero nadie les hizo nada. Se ve que estaban de acuerdo con la policía, porque los dejaron hacer lo que querían''.

Los campesinos zapatistas señalaron como responsables de la agresión a los caciques priístas de la cnc regional: los hermanos Jesús, Amílcar, Emmar, Horacio y Abel Herrera, así como Geny Aroldo Hidalgo Reyes -comisariado ejidal-, Benedicto Samyoa, Ufrasio Gordillo, Osiul Resinos Juan López y Teodoro García.

''Jesús Herrera era el más agresivo y el fue el que disparó contra Salomón Reyes Hernández, de El Potrerillo. Hasta la policía le cortó cartucho para evitar que siguiera disparando, pero no lo detuvieron. Esa persona estaba tan enojado que le disparó por error a su hermano y dicen que fuimos nosotros'', señala Elfego.

La PGJE contra los inocentes

El subdirector de Averiguaciones Previas de la zona Altos, Armando Cruz, señaló que lo ocurrido en El Portal fue un enfrentamiento de todos contra todos. ''Según nuestras investigaciones, los responsables de la violencia son los cuatro detenidos''.

Entrevistado en su despacho, el funcionario no pudo responder a los cuestionamientos de los reporteros. Uno de ellos le preguntó al funcionario por qué si los agredidos fueron miembros del focis, los dirigentes de esta organización resultaban ser los responsables, según las autoridades.

El funcionario judicial sólo se limitó a contestar que ''continuarán las investigaciones'' y harán la prueba de radozinato de sodio a seis priístas más. No obstante, la prueba ya no arroja resultados si se practica días después, por lo que es poco probable que sean detenidos los verdaderos agresores, pese a que son identificados por las víctimas y los testigos. Tampoco dijo si llamaría a declarar a policías y funcionarios que presenciaron los hechos.

Miguel Angel de los Santos señaló que los detenidos pasaron de víctimas a culpables: ''Desde el principio el Ministerio Público quería los nombres de los dirigentes, no de los agresores. Es grave que se acuse a dirigentes de una organización social de asociación delictuosa, es volver delincuentes a luchadores sociales. Así se aplica la ley a la chiapaneca''.

En las oficinas de la Procuraduría de Justicia del estado, Masiosare presenció el siguiente interrogatorio:

-ƑQuien es el líder? -preguntó insistente el agente del Ministerio Público Fabián Martínez Utrilla a uno de los detenidos que rendía su declaración en esta ciudad.

-En nuestra organización no hay dirigentes, todos juntos tomamos las decisiones -respondió el campesino.

-Cómo que no, ahorita lo voy a interrogar más para sacarle la verdad -advirtió furioso el agente y se acomodó en una silla para estar más cerca del interrogado.

-ƑUsted pertenece a una organización? -inquirió de nuevo el agente.

-Sí, a Alcohólicos Anónimos -reviró el campesino-. Ahí tenemos decidido ayudar a las personas jodidas, por eso fuimos a ayudar a los compañeros que les cortaron el agua injustamente. El secretario no apunta la respuesta en el expediente. "Usted sólo quiere poner lo que quiere, no lo que declara mi defendido", se quejó el abogado De los Santos.

"Fuimos a echar la mano, no íbamos a pelear. Nunca levantamos ninguna mano, al contrario, queríamos dialogar pero no quisieron y nos atacaron. Nos quisimos ir del pueblo, pero los priístas nos atajaron y nos dispararon, y la policía no hizo nada", añadió el campesino, pero el secretario del mp no escribió la declaración y continuó su interrogatorio como si sólo hablara él.

Cuando Genaro Gutiérrez, otro de los consignados, rendía su declaración, el agente del Ministerio Público le pidió al secretario: "Póngale el pasamontañas y el sello para que aparezcan como pruebas en su contra". "Eso es mentira, porque yo no tenía nada de eso. Eso es ilegal", protestó Genaro. "Estamos limpios y no debemos nada, por eso estamos tranquilos. El único problema es el agua y la agresión fue de los priístas", agregó el campesino detenido. El agente no escuchó la réplica. Parecía que quería hallarlos culpables a toda costa.

Después declararon los priístas de El Portal. Para ellos el trato fue diferente y no hubo presiones. El comisariado ejidal Geny Haroldo Hidalgo dijo en entrevista que el problema "es un asunto interno: no vamos a permitir que grupos ajenos impongan sus decisiones. Somos responsables de defender la ley y las costumbres del ejido".

Haroldo Hidalgo, quien también es secretario regional de la cnc, señaló: "No se trata de un conflicto político, pero este grupo de rebeldes quiso reinstalar el agua de gente que es contraria al gobierno. Se autodenominan autónomos y por eso no respetan a las autoridades del pri. Pero no hubo enfrentamiento'', aseguró el comisariado. Extrañamente, los priístas no presentaron ninguna denuncia ante el mp por lesiones, pese a que tienen un compañero herido, lo que hace sospechosa su versión. Sólo se limitaron a respaldar la versión oficial.

De manera contradictoria, el subdirector de Averiguaciones Previas de la pgje insistió en su versión: "Hubo enfrentamiento entre ellos y los mismos del focis dijeron que sus dirigentes instigaron la violencia y estaban armados, por eso van a ser consignados por el juez. Las pruebas que tenemos son los testimonios recogidos y la prueba Harrison practicada a los detenidos".

"Todas son pruebas inventadas", insistió Miguel Angel de los Santos.

Mientras la justicia es administrada por funcionarios que aplican la ley para justificar la represión política, continúan las amenazas a los simpatizantes zapatistas de El Portal. Los caciques priístas dicen que los expulsarán de la comunidad y quemarán sus casas si no se van por su "voluntad".

De este caso, los campesinos del municipio autónomo Tierra y Libertad sacan en claro que en Chiapas no hay justicia para ellos, sólo para los que apoyan al gobierno. Con su actuación, el gobierno chiapaneco reafirma los argumentos que llevaron a levantarse en armas a los indios y campesinos rebeldes. Luego se extrañan de que la gente tome caminos extremos... *