* El límite de nuestra paciencia es el que signifique menor costo
Inconveniente, acudir en grupo a recuperar instalaciones: Barnés
* "Podría llevar a enfrentamientos absolutamente inaceptables" * Insiste en que no renunciará
Rosa Elvira Vargas * Recurrir a la vía legal o a la presentación in situ de grupos universitarios para recuperar las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) tendría "enormes inconvenientes'', pues podría llevar al enfrentamiento entre miembros de la comunidad, lo que sería "absolutamente inaceptable'', afirmó el rector de la máxima casa de estudios, Francisco Barnés de Castro, quien de nuevo rechazó que esté dispuesto a renunciar al cargo, porque ello, dijo, no contribuiría en nada a la solución del conflicto y, más bien, "creo que lo agravaría''.
A punto de cumplirse cien días de la huelga universitaria, el rector Barnés reiteró que el límite en la paciencia de las autoridades de la UNAM es aquel que permita dar cauce al conflicto y que represente el menor costo para la universidad y para la sociedad.
Entrevistado ayer por la mañana en Los Pinos, donde escuchó el informe sobre los avances de la conversión informática del año 2000, el funcionario indicó que cualquier solución o alternativa, que no sea la de llegar a un acuerdo, es difícil y costosa; "desgraciadamente'', los grupos que se han apropiado del movimiento estudiantil no permiten que se avance en una salida al interior de la universidad.
Prolongar ya por casi cuatro meses el conflicto, convino Francisco Barnés, ha derivado en un costo creciente para la UNAM y para la sociedad, porque aquella no está cumpliendo adecuadamente con la responsabilidad que tiene encomendada. Los daños experimentados por la institución son importantes, indicó, sobre todo en términos del trabajo perdido para estudiantes y para académicos; "ese es el daño mayor que le estamos haciendo a la sociedad''.
A la pregunta de si estaría dispuesto a acatar la demanda de los huelguistas de que dimita al cargo respondió: "que el Consejo General de Huelga lo solicite no significa nada, tengo la responsabilidad de concluir con la misión que la universidad me ha encomendado''.
Y ante la posibilidad de que la huelga se prolongue indefinidamente, dijo que eso es algo que los universitarios tienen que analizar con más cuidado junto con la sociedad -que es la que le da su respaldo-, y entonces "tendremos que tomar las decisiones correspondientes''.
Respecto a las propuestas surgidas en algunos gremios -como los economistas- para recuperar las instalaciones, que plantean, por ejemplo, acudir en pos de las mismas en mangas de camisa, Francisco Barnés señaló que esa es una de las muchas posibilidades que se han analizado. Esta, resaltó, tiene algunas ventajas, pero también serios inconvenientes, "porque propiciaría enfrentamientos entre universitarios, lo que de ninguna manera es conveniente''.
Respecto a la salida jurídica, también propuesta por abogados de la institución, el titular de la UNAM estableció que se trata de una vía "evidente'' cuando todo el proceso de negociación quede cerrado, sobre todo si se mantiene la intransigencia de una de las partes, "como hasta ahora'', con una negativa reiterada a avanzar mediante la negociación.
Desde su perspectiva, para los huelguistas el diálogo no es un medio para avanzar, sino que constituye un fin en sí mismo; no es un medio de solución, puesto que insisten "en que su posición es absolutamente irreconciliable''.
Así, tras advertir los riesgos de seguir las alternativas propuestas -la vía legal o la presentación en las instalaciones de los grupos que se oponen a la huelga- Barnés de Castro dijo que otra más sería la de prolongar indefinidamente el conflicto, "con el costo que esto tiene'', hasta que reconozcan que necesitamos darle una salida diferente para el bien de todos: de México y de la universidad. Indicó que las autoridades han dicho una y otra vez que la forma de resolver el problema tiene que ser mediante el diálogo y el uso de la razón, pero que "desgraciadamente'' ese llamado no ha sido atendido.
Sobre los comentarios que le hace al respecto el presidente Ernesto Zedillo cuando hablan o se reúnen, el rector sólo reiteró que el mandatario le externa "su gran preocupación sobre el problema''.