n Marchan estudiantes y académicos para demandar la intervención de Zedillo


La conciliación tiene límite, advierte Barnés

Angélica Enciso, Rosa Elvira Vargas y José Galán n El rector de la UNAM, Francisco Barnés de Castro, advirtió ayer que los ''esfuerzos de conciliación'' para solucionar el conflicto tienen un límite y ''estamos dispuestos'' a defender a la Universidad con las armas de la prudencia, la tolerancia y el uso de la razón, ''pero también, si no queda otra alternativa, por la vía del derecho''.

Después de encabezar en Los Pinos la reunión de un grupo de académicos y estudiantes con el presidente Ernesto Zedillo, el rector acudió al mitin convocado en la explanada del Auditorio Nacional, donde ya se habían reunido desde las diez de la mañana cerca de 4 mil personas. Ahí dijo: ''No podemos ir más allá de lo que nos permiten la defensa de nuestros principios académicos y la preservación del marco legal en que se sustenta la existencia misma de la institución. Se seguirá buscando una solución que permita conciliar nuestras diferencias, con base en la razón, la tolerancia y el respeto''.

El mitin estuvo perfectamente coordinado por sus convocantes. No sólo estuvo vigilado por personal de seguridad de la UNAM, sino que en las inmediaciones del centro de espectáculos se abrieron los estacionamientos públicos y los acomodadores voceaban: ''Pásele, pásele. Todavía hay lugar para el acto de la Universidad''. Acudieron el otro ultra integrantes de facultades, colegios de Ciencias y Humanidades, del Colegio de Directores, institutos de investigación y centros de educación superior. El maestro de ceremonias fue el antropólogo Jaime Litvak.

En decenas de mantas se leían los nombres de las escuelas participantes; también había algunas dirigidas a las autoridades: ''Zedillo, despierta, la UNAM debe estar abierta''; ''Para ser rector hay que tener valor'' y ''Zedillo y CGH, Ƒnos ven?''

En su intervención, Mariano López Haro, del Centro de Estudios de Energía, hizo un llamado para que los asistentes se adhirieran a la propuesta de los ocho profesores eméritos y pidió que en la Universidad se ''reinstale la legalidad''.

El estudiante de Derecho Edwin Ramírez dijo ante una explanada repleta de personas de saco y corbata: ''Así como nosotros cumplimos como estudiantes, pedimos que nuestras autoridades cumplan con su mandato constitucional de conservar y preservar el estado de derecho''.

En este tenor se sucedieron varias intervenciones, hasta que el rector, después de haberse reunido con el Presidente y ya avanzado el mitin, tomó la palabra.

En un discurso preparado del cual se repartieron decenas de fotocopias, Barnés afirmó que se debe llegar a una solución que concilie diferencias. ''Nos hemos congregado para manifestar que todo esfuerzo de conciliación necesariamente tiene límites. No podemos esperar indefinidamente a que se modifiquen las actitudes intransigentes que han impedido hasta ahora la posibilidad de un acuerdo satisfactorio''.

Los universitarios, dijo, buscan defender los ''más caros valores de la universidad pública mexicana. El derecho de todos los estudiantes a recibir una educación de calidad, independientemente de su ideología, su posición social o su capacidad económica''.

Después, el moderador Jaime Litvak informó a los asistentes que ya se había realizado la reunión entre una comisión de académicos y estudiantes con el presidente Ernesto Zedillo en Los Pinos, en la cual habían entregado al mandatario dos cartas. En ellas, resumió, se llamó al mandatario a que ''ayudara a recuperar la Universidad'' y a que la casa de estudios volviera a su vida académica.

Una hora después de escuchar a ocho oradores, los asistentes decidieron marchar a Los Pinos, donde los esperaba una valla resguardada por policías vestidos de civil. Los granaderos nunca aparecieron.

Caminaron por Chivatito para regresar por el mismo camino a Reforma y un pequeño grupo que se detuvo algunos minutos frente a la valla pidió hablar con el Presidente. Al darse cuenta de que no pasarían de esa línea, las consignas no se hicieron esperar: ''Zedillo nos llamó y no nos recibió''; ''Aquí estamos los pasivos'', ''A ver, Zedillo, Ƒquién es el pasivo?''; ''No somos paristas ni somos selección /por eso Zedillo no nos recibió'', gritaban molestos mientras se retiraban.

El director de la Facultad de Contaduría, Arturo Díaz Alonso, acompañado de un grupo de estudiantes y maestros de esa área, hizo un último intento por que lo recibieran en la residencia presidencial, y luego de esperar 20 minutos sin respuesta decidió retirarse, no sin antes instar a que se resuelva el conflicto universitario, pues cada vez aparecen más factores que agravan la situación.