n Recibió Zedillo carta con planteos de antiparistas


"El qué, el retorno a la UNAM; el cómo, la legalidad y la democracia"

n El despojo de las instalaciones, o la intervención de particulares para recuperarlas, inaceptables, le dijeron académicos en Los Pinos

Rosa Elvira Vargas n Cualquier acción que realice el gobierno respecto a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) deberá contribuir efectivamente a resolver el conflicto por el que atraviesa la institución, y no a profundizarlo y extenderlo, estableció el presidente Ernesto Zedillo. Sin embargo, reiteró que de no fructificar los esfuerzos en marcha para levantar el paro, "habrá que recurrir a soluciones en las que ya no se cuente únicamente con la voluntad de quienes la han paralizado".

Y advirtió además: "Sería su responsabilidad haber cerrado el camino a la solución negociada''.

En este asunto, como en el de todos los de interés público, puntualizó el mandatario, debe plantearse claramente el qué y el cómo. Y para el gobierno, el qué es el retorno lo más pronto posible a la vida académica de la universidad, y el cómo reside en el binomio legalidad y democracia. "Por eso se rechazan propuestas que al confundir medios con fines, lejos de resolverlo agrava- rían el problema", apuntó.

El gobierno, apuntó Zedillo, "sigue apostando a una solución negociada, porque ésta sería la menos costosa para la universidad y para el país, pero agotado este re- curso, el gobierno seguirá al lado de los universitarios en su legítimo propósito de restaurar la vida normal de la institución".

El jefe del Ejecutivo recibió ayer el planteamiento de académicos y estudiantes universitarios opuestos a la suspensión de labores, quienes le dicen que "su prudencia y la información de que dispone" le permitirán actuar en este trance dentro del más escrupuloso principio de legalidad y legitimidad en la aplicación del mandato constitu- cional de hacer cumplir las leyes, respetando los derechos humanos "de quienes están en posesión indebida de los bienes de la universidad".

En la misiva entregada en propia mano al titular del Ejecutivo Federal, los signantes le precisan que la decisión de la tarea política en torno a este problema, "no nos corresponde a los universitarios como individuos ni a la universidad como institución. Sin embargo, los universitarios, como la mayoría de los mexicanos, privilegiamos el retorno a la legalidad en la universidad y el mantenimiento del estado de derecho como condición necesaria para la convivencia sana de la sociedad''.

Como respuesta, Zedillo indicó que la aplicación de la ley en este problema ''es necesaria, pero no suficiente''. También debe existir -habría dicho, según la versión oficial difundida -- la expresión democrática, sistemática, cuantificable, debidamente acreditada, de la mayoría universitaria a favor del retorno a clases. Sin esa expresión, ninguna aplicación de la ley bastará para restablecer la vida normal de la universidad'', habría expresado.

Antes de las diez de la mañana, Zedillo se reunió en Los Pinos con académicos y estudiantes de la UNAM. Participaron también el rector Francisco Barnés de Castro y el secretario de Educación Pública, Miguel Limón Rojas. El encuentro fue privado, y ahí, el tema único fue el paro que vive la máxima casa de estudios desde hace 135 días. Al final, y sin acceder a revelar lo tratado en el interior de la residencia presidencial, los universitarios se trasladaron a la concentración de opositores a la huelga convocada en la explanada del Auditorio Nacional.

El boletín de la Dirección de Comunicación Social de la Presidencia informa que la Comisión de Académicos distinguidos que acudió a la cita estuvo integrada por los doctores Francisco Bolívar Zapata, José de Jesús Bazán Levy, José Antonio de la Peña Mena, René Drucker Colín, Jorge Flores Valdés, Herminia Pasantes Ordóñez, Estela Sánchez de Jiménez y Gina Zabludovsky.

Sin embargo, pudo comprobarse más tarde que ni los doctores Ducker Colín ni Gina Zabludovsky acudieron a la residencia presidencial.

Por la parte del sector estudiantil, se informó que estuvieron presentes en el encuentro Francisco Adán Daher, Jorge Calzada, Ernesto Ocampo, Alejandro Ostos, Palmira Ramírez, Miguel Robles, Arturo Ruiz y Norman Wolf del Valle.

Fruto de las reuniones que sostuvieron la semana pasada, los académicos asistentes elaboraron la carta en la que consideran inaceptables tanto el despojo de las instalaciones universitarias, "como la posible intervención de particulares para recuperarlas por medios violentos''.

En un recuento de lo que, consideran, ha resentido la UNAM en términos de productividad académica e investigación durante este lapso de inactividad, los científicos señalaron que el paro "está dañando gravemente tanto a nuestra universidad como al país", e indican que tanto el quehacer docente como el impacto social de la institución en el país, "se encuentran profundamente amenazados".

Dicen también estar de acuerdo con el jefe del Ejecutivo en que la represión no debe volver a darse en México "por ningún motivo'', y recuerdan que ellos han privilegiado siempre el diálogo como la vía de solución. Entonces, recuerdan que la comunidad académica se ha expresado masiva- mente en apoyo de la propuesta de los maestros eméritos y distinguidos como el mecanismo que dé salida al problema.

Como planteara el propio Presidente a fines de la semana pasada, los académicos señalan también que en la UNAM se puede discutir todo si está abierta y si los universitarios se pueden reunir en sus recintos, por lo cual han exigido la restitución de las instalaciones, "como condición previa para la discusión de los cambios que diferentes grupos proponen'' para la casa de estudios.

"Hemos recibido con esperanza --indican en el penúltimo párrafo de su escrito--su oferta de que el gobierno hará esfuerzos adicionales y complementarios a los nuestros para la solución conjunta del problema que vive la UNAM. Aprovechamos este medio para solicitarle respetuosamente que estos esfuerzos se materialicen a la brevedad posible''.

El Jefe del Ejecutivo reiteró su solidaridad para con la universidad y ratificó que desde el inicio del paro, el gobierno federal "ha coadyuvado para que los propios universitarios, mediante el diálogo y el acuerdo, resuelvan este conflicto. En la democracia se tiene que respetar a las minorías, pero éstas también tienen que respetar el interés de las mayorías''.

Durante una entrevista radiofónica, el estudiante Jorge Calzada comentó que durante la reunión el mandatario habría expresado que ha estado "profundamente conster- nado'' por la situación que atraviesa la universidad, e incluso es el que más lo preocupa de cuantos enfrenta el país en estos momentos. "Vi al Presidente con muchas ganas de escuchar a los universitarios y de ver este conflicto solucionado por los mismos universitarios y por las vías del diálogo'', comentó.

Dijo también que Zedillo insistió en pedir una manifestación de la mayoría de quienes rechazan el conflicto y que ellos, a su vez, le hicieron énfasis en la serie de manifestaciones implícitas que se han dado a ese respecto, como son los 230 mil alumnos que se inscribieron al semestre, los casi 190 mil que concluyeron el periodo anterior, "pero nos dijo que necesitaba una señal fehaciente de que la mayoría rechazamos el paro'', comentó Calzada. También dijo al noticiero de Multivisión que Zedillo les pidió "que siguiéramos agotando los cauces del diálogo y de la racionalidad''.

"Siento, comentó el estudiante, que el Presidente nos volvió a enviar el mensaje de que debemos agotar las instancias'', y que ante la exigencia de aplicar la ley en este caso, "él nos respondió que cómo combinar la no-represión con el estado de derecho, que encontremos esa vía, que esa es la respuesta de los 64 mil pesos''.

n Misiva al mandatario


Miembros del CGH no son delincuentes: alumnos de Derecho

Estudiantes de la Facultad de Derecho de la UNAM entregaron ayer por la tarde una carta en la Presidencia en la que confían "firmemente" en que el mandatario Ernesto Zedillo promueva y garantice el respeto a los derechos humanos de quienes participan en el movimiento estudiantil y en su órgano de representación, el Consejo General de Huelga (CGH).

En el documento, suscrito también por 89 estudiantes de Medicina y diversas organizaciones, los universitarios dicen al primer mandatario que "una salida violenta al conflicto sería producto de la violación, cerrazón, inconsciencia e ignorancia de los derechos humanos por todos aquellos que se pronuncian y presionan por el uso de la fuerza, no por el diálogo".

El escrito precisa además que los integrantes del CGH "no son delincuentes, son defensores de los derechos humanos, por lo que no es aplicable la medida de fuerza del Estado".