n En reunión con el rector, apoyan el plan de eméritos
Proponen directores fijar plazos y provocar ruptura entre paristas
n Se haría pública una lista con nombres de presuntos activistas que asistieron a clases extramuros y tramitaron su reinscripción
Karina Avilés n En una reunión entre el rector Francisco Barnés de Castro y el Colegio de Directores se planteó una serie de propuestas para la conclusión de la huelga; entre ellas, fijar un límite de tiempo a los paristas para la devolución de las instalaciones, así como "provocar un rompimiento" entre los huelguistas mediante la publicación de un listado en el que aparezcan los nombres de los activistas que participaron en las clases extramuros y se reinscribieron.
Durante una reunión que se prolongó por más de seis horas, algunos de los directores también expresaron al rector Barnés que la propuesta de los ocho profesores eméritos ha logrado un gran consenso entre la comunidad universitaria, por lo que, de alguna manera, existe el mandato moral para que el Consejo Universitario (CU) apoye la iniciativa.
Otros de los directivos de la máxima casa de estudios plantearon fijar plazos para que los estudiantes en paro devuelvan las instalaciones. No obstante, trascendió que ninguno de los planteamientos formó parte de algún acuerdo.
Otra de las propuestas fue la de "provocar un rompimiento" entre los estudiantes paristas, haciendo pública una lista en la que aparezcan los huelguistas que participaron en clases extramuros y realizaron sus inscripciones.
Fuentes universitarias indicaron que el mencionado listado, en el que, inclusive, aparecen los nombres de algunos estudiantes de la ultra, no se quiere dar a conocer a la opinión pública, por ser información interna de la máxima casa de estudios.
Por otra parte, se propuso que entre en funcionamiento el Tribunal Universitario, para dar trámite a las demandas contra los activistas que han cometido ilícitos al interior del campus.
También, algunos directores plantearon fortalecer la autoridad del Consejo Universitario, con el propósito de que no exista duda en que es el órgano supremo de la UNAM, por lo que no se pueden aprobar iniciativas por encima de éste.