n Dialogar con el bronce n

 

n Omar Meneses n

ƑAlguna vez usted ha tenido un encuentro cercano con una escultura? Si su respuesta es ''no", entonces de ninguna manera se pierda esta oportunidad que es única. Los requisitos son mínimos y nadie se fijará cómo va vestido. Desvanecidas quedarán sus dudas acerca del comportamiento correcto frente a una obra de arte. Mucho menos le cobrarán boleto de entrada o le pedirán identificación. Increíble, tampoco estará sujeto a un horario. Se trata de una experiencia libre cuyo propósito es entablar un diálogo, porque la creación artística encierra el sentir de su autor. Y nos guste o no, nunca falta eso de que ''a mí no me dijo nada", pero esto es problema de cada quien.

Si a usted le urge acercarse a una escultura, tampoco es un asunto complicado porque sucederá en un sitio céntrico. Además, puede llevar a toda la familia. A partir del próximo domingo el camellón central de Reforma y Gandhi se habrá convertido en un auténtico paseo escultórico. Los encuentros, incluso, serán múltiples y ocurrirán uno tras otro porque las 88 obras, de 11 artistas, son de diferentes tamaños, desde lo más íntimo hasta lo monumental. La calidez del bronce será el hilo conductor de la experiencia.

Tal vez usted sea de los que no acuden a los museos por miedo a no entender lo que se exhibe. La exposición Libertad en bronce 2000 se compone de piezas para todas las preferencias, figurativas, abstractas, surrealistas, geométricas, expresionistas o simbolistas. Los temas varían desde lo más juguetón hasta lo imponente, garantía segura del cúmulo de emociones. Lo mejor de todo es que usted podrá encontrarse una y otra vez con la escultura hasta el 31 de enero del 2000. (Merry Mac Masters)