n Abrirán muestra auspiciada por Impronta Editores


Masri: la libertad que queremos la logramos por medio del arte

n Un ejército de bronces será atrincherado en Paseo de la Reforma

Merry Mac Masters n Un ejército de bronces, atrincherado en pleno Paseo de la Reforma, pronto desafiará el tráfico, el esmog, la inseguridad, el robo, la violencia, la oscuridad y el abandono. Además de un significado emotivo, su aparición tiene un valor económico. Para Isaac Masri, director de Impronta Editores, impulsora de la exposición Libertad en bronce 2000, poner al alcance de la ciudadanía 88 esculturas de 11 renombrados artistas nacionales y extranjeros es una manera de confiar ''en los mexicanos", pero también de decir ''confiamos en nosotros mismos". Y agrega: ''Somos esa raza de bronce y la libertad que queremos la tenemos por medio del arte".

Todo aquel que con el alma en la mano y ''antes de que me pase algo" corre en su coche, en taxi, en combi o en camión de un lado a otro, a partir del próximo domingo podrá encontrar un remanso de recreación y seguridad ša cualquier hora! en el camellón que parte de la calle de Gandhi, por Reforma, hacia el Museo Nacional de Antropología y termina en Gandhi.

Esta muestra temporal, para visitarla, será sin horario pues no se trata de un espacio cerrado, además se tendrá vigilancia e iluminación las 24 horas. Habrá personal especializado de seguridad vial que auxiliará a los peatones para cruzar la avenida a la altura de las dos cabeceras del camellón, ya que Teodoro González de León diseñó un par de puertas para el acceso. Sin embargo, Masri recomienda que la visita se haga de Gandhi en dirección al Museo de Antropología. Para comodidad de los visitantes, una franja de pasto de cada lado se sustituyó por tepetate compactado con el fin de facilitar el andar y enfrentar mejor las lluvias.

 

Francisco Toledo, ausente

 

Hace un lustro el proyecto Libertad en bronce 2000 parecía un sueño. Masri dice que se invitó a una serie de artistas para hacer ocho maquetas cada uno. Si Francisco Toledo no participó fue porque en esa época estaba ''dedicado más a sus proyectos institucionales en Oaxaca". El odontólogo de profesión agrega que también fue invitado Alberto Gironella, pero el pintor recién fallecido sintió que la escultura ''no era su camino". La lista final quedó con Leonora Carrington, José Luis Cuevas, Manuel Felguérez, Gunther Gerzso, Joy Laville, Brian Nissen, Irma Palacios, Vicente Rojo, Juan Soriano, Fernando de Szyszlo y Roger von Gunten.

En el proyecto, continúa Masri, no hay ningún escultor de formación porque ''para mí era importante invitar a pintores y ver los resultados. Pienso que el concepto artístico de cada uno se puede manejar manteniendo su lenguaje, su creatividad, no importa el material. Ellos están más allá de la parte artesanal y pueden lograr que su concepción esté en pintura o escultura". Esta es la primera parte del experimento. Además, la mayoría de las obras son inéditas. Sólo las de Carrington fueron exhibidas en el Museo de Arte Moderno, mientras que una de Felguérez fue donada por éste al museo que lleva su nombre en Zacatecas y está en exposición permanente. Otra pieza de Cuevas también quedó en su museo.

Desde el principio se pensó que la calle era el mejor lugar para exponerlas. ''Sí, nos tardamos -admite Masri-, pero había que hacer muchas gestiones que atravesaron gobiernos, o sea, hasta que realmente encontramos un gobierno con sensibilidad que entendió el proyecto y vio que era importante rescatar la calle para esto y hacer de Reforma un paseo escultórico, de diversión, de observar y de convivir con piezas a las que las personas en general le tienen miedo. Las ponemos a su alcance para que las toquen, estén con ellas, para que las rodeen y las vean. Y están en el paseo que alguna vez fue el Paseo de la Reforma".

La labor de Impronta Editores no se limitó a la producción de las esculturas. También se editaron catálogos en color para cada uno de los artistas, con textos de Salomón Grimberg, Teresa del Conde, Jaime Moreno Villarreal, José Antonio Aldrete-Haas, Julieta Campos, Aurelio Asiain, Juan García Ponce, Juan Villoro, Edward J. Sullivan, Luis Carlos Emerich, Jorge Alberto Manrique, y un texto-memoria de Fernando González Gortázar. También se hizo una película con Imcine.

Este tramo de Reforma fue escogido a propósito del ''diálogo" por entablar con los recintos circunvecinos. De modo que el ''lagarto" de Von Gunten, el "gato" de Leonora y los "pájaros" de Soriano guardarán una relación con los animales del zoológico, así como con el Centro de Convivencia Infantil. Mientras, el "chac mol", de Gerzso, y la ''estela'' de Rojo mostrarán las ''raíces" de la escultura prehispánica, manifiestas en el monumental Tláloc frente al Museo de Antropología. Por su contemporaneidad, toda la obra se relaciona con los museos de Arte Moderno y Tamayo.

El recorrido de las esculturas estará lleno de sorpresas porque no hubo ningún límite en cuanto a proporciones. Varían desde el ''gato" de 50 centímetros, de Carrington, que pesa 40 kilos, hasta piezas de una tonelada y un poco más como la de Nissen que mide 3.50 metros de altura y la de Gerzso, de cuatro metros. Para Masri la monumentalidad de la obra la da el conjunto. Así, lo bonito es que hay esculturas de la "altura" de los visitantes. La museografía es de Miguel Cervantes, con asesoría de González de León que fue ''básica" para las cédulas, los montajes y las bases.

 

Más allá de rejas y horarios

 

La idea de iniciar el nuevo milenio con esculturas amigables para los defeños, no se quedará allí. El remodelado espacio del camellón quedó diseñado para que durante el año 2000 se monten cuatro o cinco exposiciones más. Masri anota que aún no se define cuáles serán, pero a eso se aboca un consejo de Impronta Editores con el Instituto de Cultura de la Ciudad de México y la colaboración del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Respecto del destino final de las 88 esculturas, Masri afirma que esto es asunto de Agua Tinta, ''una asociación civil, sin fines de lucro, a la cual los artistas donaron las piezas". Asegura: ''Realmente queremos que se exhiban, que se vean, que estén. Si deseamos venderlas para seguir haciendo proyectos, lo podemos hacer porque tenemos los derechos. Junto con los catálogos y la película es un material muy valioso que queremos seguir cuidando. A lo mejor en un futuro se donan a un museo o un parque. Tenemos los derechos de once piezas, una de cada uno, elegida por el artista, para ofrecerlos a un sitio público que reúna los requisitos que buscamos: rehabilitar un área, que culturalmente esto acerca a las personas, que nos dé seguridad, un espacio deportivo. Estamos abiertos, pero no hay prisa. Quisiéramos colocarlas en un lugar, donde las personas se congreguen para que empiecen a tenerle amor a México. Es triste que los mexicanos no le tengamos cariño a nuestra ciudad. Esto va a ser el primer paso, un programa piloto, para que las personas cuiden su espacio, lo mantengan limpio, para que crezcan estos lugares y derribemos las barreras que nos ponen las paredes de los museos en las rejas, en los horarios".

(Libertad en bronce 2000 será inaugurada el próximo domingo, a las 12:00 horas, en una ceremonia que presidirán Cuauhtémoc Cárdenas, jefe del Gobierno de la Ciudad de México, Rafael Tovar y de Teresa, presidente del CNCA, y Alejandro Aura, director del Instituto de Cultura del DF. La muestra culminará el 31 de enero del año 2000.)