n El cantautor uruguayo ofrecerá conciertos en el DF y Monterrey
Viglietti: poesía y canción, llaves para liberar a la verdad encerrada por más de 500 años
n ''Parafraseando al gran poeta César Vallejo, la mía es creación humana, más que de protesta''
n En América Latina el indio nos enseña a reclamar otra lectura de la historia, afirma
Angel Vargas n Detrás de esa frontera de cristal que son sus anteojos, la mirada de Daniel Viglietti (Montevideo, 1939) adquiere matices e intensidades múltiples mientras su hablar pausado rememora senderos de una existencia en la que canto y poesía son los mejores instrumentos para invitar a la reflexión individual y colectiva.
Enfrente está el hombre cuyo compromiso político y social lo condujo a la cárcel en su país y, después, a un exilio de 11 años. Es un ''escritor que canta" y su quehacer defiende la imaginación y la alegría, la igualdad y la justicia. Su actual estancia en nuestro país responde al interés de que el público mexicano conozca su más reciente álbum, Esdrújulo (Ediciones Pentagrama), que presentará con una serie de conciertos en la ciudad de México y en provincia.
Las reflexiones de este cantautor sobre el compromiso del arte con la política y las ideologías, así como su visión sobre los vientos de cambio que en este fin de siglo vive Latinoamérica, entre ellos la insurrección zapatista, motivan esta charla.
Defender la alegría
-ƑCuál es la función del arte, en relación con la realidad del mundo actual?
-Siempre me siento un vaso comunicante en un mundo donde la mayoría de los medios hacen de la información y la distribución cultural algo rígido y lleno de represas. No me gusta definir lo que hacemos como canción política ni canción de lucha; esos términos son estrechos. La defino como canción humana, parafraseando al gran poeta César Vallejo, cuando escribía sus poemas humanos. Naturalmente que en ello entra una concepción de vida que pasa por el compañerismo, la igualdad y la solidaridad; nada que ver con el neoliberalismo, la globalización y todas esas armas letales con las que el sistema nos bombardea. Es cierto que se trata de un trabajo de David y Goliat, pero los que estamos convencidos de hacerlo no somos pocos y nos valemos de diferentes instrumentos.
''La canción no se va terminar porque muera Yupanqui o Violeta Parra; ahora hay un Chico Buarque o más tarde seguro que estará otra generación. La canción sigue, cambia de voz y de instrumentos, incluso de estilo, pero hay una continuidad en ese deseo de mensajes donde la imaginación y la defensa de la alegría, diría Mario Benedetti, están presentes."
-ƑSe puede disociar al arte de un compromiso político?
-Todo es político, desde escribir un poema que habla de la nada, ya que maneja ideas y conceptos. Cada palabra es una responsabilidad, aunque aquélla sea una flor o un pájaro. Puede ser una responsabilidad cargada de drama, alegría o luminosidad, pero cada quien es responsable de su palabra y de su sonido; por eso tengo un trabajo que no es fácil, aunque tampoco lo caracterizaría de más difícil que otros, quizá es difácil, es decir una mezcla de lo sencillo y lo complejo.
-En ese compromiso que representa cada palabra, cada acción, Ƒtodo acto humano tiene algo de revolucionario?
-Revolucionario es una palabra muy intensa, desborda el tamaño de una canción o la altura de un cantor. Siempre digo que me es muy difícil estar a la altura de lo que se canta y he sostenido, aun en las épocas más intensas de lucha en el Cono Sur, que una canción no cambia la situación. No se hacen cambios revolucionarios con canciones, pero sí son elementos que contribuyen a la toma de conciencia y sirven para interayudarnos con los demás instrumentos. Lo que importa es que la canción conmueva y logre que el público sienta en una época en la que se impone el miedo al sentimiento.
Convicciones vs dudas y temores
-ƑQué tan real es la penetración de la canción de protesta o combativa?
-Me resisto a clasificarla así, porque es una forma de encerrar mi trabajo. Las mías son canciones que están de parte de la vida y de una necesidad de cambiar estas sociedades latinoamericanas llenas de trampas y de mentiras, de terribles desigualdades.
''Estas canciones ayudan a tomar conciencia, en su diversidad; tomar conciencia de la necesidad de repartir la tierra o la de oponerse a los autoritarismos, pero también de percatarse de lo importante que es la ternura en el ser humano, que incluso un revolucionario no se haga un hombre de hierro, que siga defendiendo lo profundamente humano."
-Usted señaló que la lucha contra el sistema es la de David y Goliat, Ƒno será más bien un combate quijotesco?
-En esa oposición entre David y Goliat, tenemos que tomar experiencias históricas en las que no se luchó contra molinos de viento. Con todo el respeto que ese sueño quijotesco significa para mí, se luchó contra guerras terribles. Siempre que pienso en esa oposición de lo frágil frente a lo poderoso, me acuerdo de Vietnam, episodio que significa poco para los juventud de hoy, pero que dejó gran enseñanza de lo que puede ser un enfrentamiento entre un país pobre y débil y un monstruo poderoso.
-ƑCómo percibe la recepción que han hecho de sus preocupaciones e ideas las generaciones que lo han conocido?
-Es mentira que los jóvenes no se acercan a esta sensibilidad, a esta búsqueda. Sí se acercan, quieren saber más y se percatan de que la canción y la poesía pueden ser algunas de las llaves para lograrlo. Conversando con Benedetti, me decía que su experiencia como poeta es que los jóvenes se acercan mucho a la poesía. Puedo decir que lo mismo pasa con la canción. A pesar de los bloqueos y de la discriminación de los medios, la poesía y la canción son llaves de esas prisiones ocultas donde la verdad ha estado encerrada por más de 500 años.
-ƑCree usted en el futuro?
-Esa pregunta te la puede contestar la mirada de un indígena chiapaneco.
-Ahora que menciona el tema de Chiapas, Ƒcuál es su percepción al respecto?
-Escribí hace muchos años, en 1961, el tema Canción para mi América, que dice ''dale tu mano al indio". Con el paso del tiempo, comprendimos que es esa realidad la que nos da la mano, la que nos enseña mucho. Es cierto que en el caso de Chiapas esto ha sido muy emergente y conocido en el mundo, pero insisto que no es la única situación ni el único país con esta problemática. Que no sea mexicano limita mucho mis opiniones, pero me conmueve profundamente todo lo que ocurre.
''En América Latina está claro que para sectores no indígenas es el indio el que nos da la mano, el que nos enseña a reclamar otra lectura de la historia, una lectura que viene de los fondos de los tiempos y que ha estado silenciada por la discriminación no sólo proveniente del poder, sino de las propias izquierdas latinoamericanas, ya que éstas tienen mucha dificultad para acercarse a esa realidad de manera no paternalista."
-Parafrasendo a Galeano, Ƒcuál es el estado actual de las venas abiertas de América Latina?
-Hay nuevas hipótesis de trabajo en proceso y es muy difícil de visualizar el destino, pero en todo caso hay una actitud más allá de países e historias puntuales. América Latina vive de nuevo el impulso de modificar la situación imperante, porque no se pueden seguir aceptando los padecimientos que la ahogan.
''Son temas complejos, pues hay que conocerlos desde adentro. Situaciones como la de Colombia, que no comentamos, pero que muestran que hay un enfrentamiento generalizado contra la injusticia, la discriminación y el atropello.
''Cuando hablo de todo esto pienso mucho en los niños, porque son las víctimas esenciales de toda esta matanza de mi tiempo, como digo en una canción de Esdrújulo. El crimen desatado contra los pequeños es, quizá, el más terrible de tantos aspectos duros de este tiempo. Hablamos de Latinoamérica, pero lo mismo podríamos decir de la India o de otros países sometidos. Es un problema que nos desborda.''
-En ese camino artístico de 40 años, Ƒadvierte algún anacronismo o anquilosamiento en su trabajo?, Ƒse ha sentido impotente ante la realidad?
-La vida es como una cordillera, tiene cumbres y valles. Tengo dudas y temores, como cualquier ser humano, pero también convicciones y certezas. Estas últimas van ganando la partida, digamos. Me gusta más estar trepando que detenerme abajo, pero hay que asumir que existen sentimientos que incitan luchas internas. Esas luchas son lo que vivo, pienso y canto, sin renunciamientos. Además, me siento acompañado por muchos que hacen cosas similares.
(Daniel Viglietti se presentará el próximo sábado, a las 17:00 horas, en la Casa de la Cultura Venustiano Carranza, Lázaro Pavia 226, colonia Jardín Balbuena; el domingo 5 en el Parque México, a las 12 horas; el 8 estará en Monterrey; el 10 regresará al DF, al Foro Cultural Coyoacanense, Allende 36, Centro de Coyoacán).