Ť Cambio de vías es el título de su más reciente novela
Escribir de cara al tiempo me pareció que era una necesidad, un ajuste de cuentas: Lavín
Ť La narradora aborda el viaje y el rencuentro de Sofía y Juliana, seres unidos por la amistad
Ť Algo que el escritor no controla mucho es lo concerniente a la publicación, señala
César Güemes Ť El viaje es el entorno, la amistad la clave. Sofía y Juliana, las protagonistas de Cambio de vías (Plaza & Janés), habrán de recoger sus pasos 21 años después de que realizaran juntas la travesía que las determinó vitalmente. La novela es la nueva obra de Mónica Lavín, que en los más recientes 24 meses ha dado a conocer La más faulera, Planeta azul, planeta gris, La isla blanca y Tonada de un viejo amor.
ųEs ya poco usual que se escriban novelas con el viaje como tema central, casi como un personaje en sí mismo. ƑPensaste en esta ausencia antes de trabajar sobre Cambio de vías?
ųNo pensé en la falta de novelas en ese terreno, sino en las posibilidades que daba el estarse moviendo en cierta geografía a cierta edad, y lo que eso mismo ofrece en otro momento de la vida. El escenario cambiante me inquietaba. Quise recuperar el asombro que implica siempre un viaje, esa disposición del ánimo en la cual se es anónimo, no hay referencias que lo aten a uno. Esa sensación me atraía para confrontar a las dos mujeres que aparecen en la novela.
ųƑA qué se debe que el libro sea protagonizado por dos mujeres y no por una sola para que se diera la aventura al extremo?
ųMe interesó abordar el tema de la amistad, la que se genera entre dos mujeres. Quise utilizar esa relación como la más importante de la novela, además de los amores y desamores de siempre. Hay una solidaridad entre las dos mujeres de la novela que persiste a pesar del tiempo. Cuando todos a temprana edad decidimos quién merece nuestra amistad y quién no, es la primera ocasión en que nos apropiamos de nuestra libertad. Elegir la compañía para un viaje es determinar en ese momento el viaje mismo con lo que implica, una desparpajada rutina en muchos casos, como cuando se trata de un traslado por el placer de ir de un lado a otro. Originalmente había titulado Paréntesis a esta novela, porque lo que hacen Juliana y Sofía es un paréntesis en su vida, sólo que después me pareció explicativo. Un viaje es un paréntesis, en efecto, pero uno nunca sabe cuándo se cierra, a menos que se mire hacia atrás luego de una vida.
Recuperar historias y anécdotas
ųƑDirías que entre Nicolasa y los encajes y Cambio de vías tus personajes han crecido de manera cronológica contigo?
ųBueno, esta es la primera vez que escribo algo relacionado claramente con el tiempo que me tocó vivir. Nunca me había interesado mucho en este fragmento de siglo que me correspondió. Escribir de cara al tiempo me pareció que era una necesidad, un ajuste de cuentas. Ahora, en Tonada de un viejo amor, los hechos suceden hace cinco décadas, su tiempo no se parece al mío. Cambio de vías es más cercano a las personas que he conocido, que he tratado.
ųDe un par de años a esta parte parece que tu producción literaria se multiplicó. ƑEs así o sucede que ahora publicas libros que vienes trabajando desde hace tiempo?
ųLo cierto es que comenzó a publicarse lo que tenía escrito. Por ejemplo, con el Premio Gilberto Owen se dio a conocer Ruby Tuesday no ha muerto, sin embargo desde Nicolasa y los encajes ya tenía otro libro en manos que apenas apareció el año pasado. De algún modo el premio influye en la decisión editorial para permitir que aparezca, por su parte, La isla blanca. Cambio de vías la empecé a escribir en el 95. La verdad es que la parte de la publicación no es algo que uno controle mucho.
ųHabla del proceso, del tiempo que le dedicaste a Cambio de vías.
ųLa primera versión la hice en cuatro o cinco meses. Después la fui trabajando, le di vueltas durante tres años.
ųAl acudir a una novela corta, podría pensarse que se escribe relativamente rápido, como un cuento largo, pero no es así.
ųDe hecho tuve que recuperar varias historias y anécdotas que me tocó vivir, y eso lleva su tiempo. La historia detrás de la novela se relaciona con un viaje que hice hace algunos años, así que di un repaso por mis libretas y el itinerario riguroso que había seguido. Mi idea no era tan sólo recuperar ese viaje, sino colocar a dos mujeres, 21 años después, para que lo recuperaran ellas. Cuando me corresponde hacer ese viaje las cosas eran un poco distintas, de ahí el toque de cierta nostalgia que tiene el libro. Esa aventura comenzó por la lectura de un manual de título Europa por cinco dólares. Así que con muy poco dinero pasé tres meses en este paréntesis que fue el viaje. Me basé en el itinerario para reconstruir la travesía que aparece en la novela, tomé de ahí datos ciertos, nombres concretos, referencias específicas.
ųEmpero, no es una novela autobiográfica.
ųNo lo es, pues en todo caso se encuentra atada a la manera de viajar en los años setenta. Y de alguna forma a los viajes que hoy todavía se siguen haciendo con el mismo espíritu.
ųƑPuede ser que esos tres años invertidos en este libro correspondan a un lapso en el cual pones en orden esa parte de tu existencia?
ųNo del todo. Lo más complicado en ese sentido era observar a las mujeres de ahora, darles una mirada contemporánea, apuntalarles la realidad en informaciones actuales. Busqué nivelar la parte aventurera de los 19 años con la de los 40. No quise que fuera muy denso lo que sucede en esta otra edad. La preocupación era hacer verosímiles a estas dos mujeres que se encuentran y rencuentran.
ųƑHarías hoy ese viaje de nuevo, quizá con la idea del rencuentro personal?
ųNo, definitivamente no. Hoy valoro más la conversación con las personas que quiero en torno de una mesa y al lado de una taza de café.
(Cambio de vías será presentada hoy, a las 19:30 horas, en el Centro Cultural Isidro Fabela, en Plaza de San Jacinto 15, San Angel. Los comentarios correrán a cargo de Anamari Gomís y Mauricio Montiel, moderados por Magdalena González Gámez.)