n Insistentes rumores de que Habibie renunciará


Acepta Indonesia el envío de una fuerza de paz a Timor Este

n En este momento no sería adecuada esa presencia: Wiranto

n Premio Nobel de la Paz denuncia limpieza étnica y genocidio

Reuters, Afp, Ap y Dpa, Yakarta, 10 de septiembre n Indonesia anunció que está de acuerdo con el envío de una fuerza internacional de paz a Timor Oriental, pero no en este momento, mientras continúan los rumores sobre la renuncia del presidente Indonesio, Jusuf Habibie, y aumenta la presión de la comunidad mundial para que Yakarta apruebe una intervención militar en la convulsionada ex colonia portuguesa.

El premio Nobel de la Paz y obispo de Dili, Carlos Felipe Ximenes Belo, denunció que en Timor Oriental las fuerzas armadas indonesias y las milicias antiseparatistas están realizando "un genocidio y una limpieza étnica de pueblos y aldeas. Es necesario convencer al ejército indonesio de parar esto", demandó.

Belo llegó a la capital portuguesa, donde fue recibido por el presidente Jorge Sampaio y el primer ministro Antonio Guterres, procedente de Australia, donde se refugió después de que las milicias atacaron e incendiaron su residencia en Dili.

En los próximos días se entrevistará con el papa Juan Pablo II para informarle de la situación en el este de Timor.

El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, pidió a Yakarta aceptar la fuerza de paz, y el presidente estadunidense, Bill Clinton, calificó como "inaceptable" la ayuda del ejército indonesio a los milicianos.

Las milicias antiseparatistas continuaron su asedio a la sede de la Misión Especial de las Naciones Unidas para Timor Oriental (Unamet) en Dili.

La ONU evacuó a la mayor parte de su personal local y extranjero del lugar. Unos 350 funcionarios con sus familias fueron trasladados en aviones australianos a la ciudad de Darwin, en Australia.

El jefe de la Unamet, Ian Martin, y otros 80 funcionarios internacionales decidieron permanecer en la sede donde se encuentran unos 2 mil refugiados.

Fuentes separatistas y de organismos internacionales informaron que los timoreses son llevados a la fuerza a Timor Occidental, controlado por Indonesia, y se estima que cada hora unos 3 mil refugiados cruzan la frontera, éxodo sobre el cual hasta el momento no se tiene un informe preciso de muertos, que se estima en miles.

 

Asesinatos en masa

 

Las milicias continúan incendiando y saqueando todo a su paso con el consentimiento, y a veces la ayuda, de la policía y los soldados indonesios.

Grupos de la resistencia y pro derechos humanos denunciaron que las milicias realizan matanzas de refugiados en distintas partes de Timor, y según testigos los milicianos asesinaron a decenas de personas en una iglesia católica cerca de Dili.

La violencia comenzó el sábado pasado, después de que Kofi Annan informó que 78.6 por ciento de los timoreses votó a favor de la independencia.

Desde entonces unas 300 mil personas abandonaron Timor Oriental, ocupada militarmente por Indonesia en 1975 y anexada un año después, en una medida que nunca fue reconocida internacionalmente.

El jefe del ejército indonesio, Wiranto, afirmó que su país aceptará la presencia de tropas internacionales de paz en Timor Oriental, "pero en este momento no sería adecuada la presencia de esa fuerza porque el ejército debe calmar primero los ánimos de la población".

Agregó que "se está viviendo una fuerte reacción emocional después del referéndum" del pasado 30 de agosto.

Wiranto se reunió con una misión de cinco funcionarios de Naciones Unidas, que llegaron a Indonesia este miércoles para analizar la situación en Timor Oriental.

El militar aprovechó para rechazar las versiones sobre la inminente renuncia de Habibie o un posible golpe de Estado. Versiones extraoficiales señalan que quien tiene el control del país es Wiranto.

Annan exigió a Indonesia aceptar en forma inmediata una fuerza internacional de paz para que la ex colonia portuguesa regrese a la normalidad y pueda comenzar el proceso de su independencia.

El secretario general de la ONU advirtió que si Yakarta no acepta las tropas internacionales "será responsable de los crímenes contra la humanidad que se cometan en la región", aunque estimó que es "prematuro pedir la creación de un tribunal especial.

Annan adelantó que países como Australia, Nueva Zelanda, Filipinas y Malasia están dispuestos a enviar tropas, pero esto no sucederá sin el consentimiento de Indonesia, nación que, afirmó el funcionario, "fracasó en asumir su responsabilidad pese a la declaración de la ley marcial".

 

Advertencia estadunidense

 

Clinton afirmó durante una escala en Hawai, de camino a Nueva Zelanda, que la acción del ejército indonesio es "inaceptable, porque ahora está claro que los militares indonesios ayudan e incitan a la violencia de las milicias", y dijo que abordará el tema de la crisis en Timor Oriental en la junta del Foro de Cooperación Asia Pacífico.

El mandatario estadunidense suspendió el jueves las relaciones militares con Indonesia y amenazó con sanciones económicas.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) decidió suspender su programa económico con Indonesia, y con ello la entrega de 406 millones de dólares, un tramo de los 47 mil millones prometidos después de la crisis económica de 1997.

Además, el Departamento del Tesoro estadunidense pidió al FMI y al Banco Mundial "ser claros en que los créditos a Indonesia dependen de la conducta del gobier- no y del ejército en Timor Oriental".

El primer ministro australiano, John Howard, acusó a Washington de no hacer lo suficiente para ayudar a poner en marcha la fuerza de paz, pero el asesor de seguridad estadunidense, Sandy Berger, afirmó que "ninguna posibilidad está descartada".

Francia, en tanto, anunció el envío de la fragata Vendimiario a la convulsionada zona de Timor Oriental, mientras Portugal tiene preparadas a sus fragatas Vasco da Gama y Hermenegildo Capelo para enviarlas a la región en caso de una "eventualidad", España se declaró favorable a que se demande un embargo de armas y sanciones económicas contra Indonesia e Italia anunció que está dispuesta a participar en la fuerza internacional de paz.

El presidente francés, Jacques Chirac, exigió a Indonesia aceptar la intervención militar, mientras el canciller canadiense, Lloyd Axworthy, anunció que solicitará a Yakarta el establecimiento de un cordón de seguridad para llevar ayuda humanitaria a los timoreses.

Cuba y Brasil pidieron solucionar la crisis en Timor Oriental lo más pronto posible y Juan Pablo II condenó nuevamente la ola de violencia que sacude la ex colonia portuguesa, donde la mayoría de la población profesa la fe católica.