Recibió el Grammy, pero no la ciudadanía en EU


La trompeta es la nacionalidad del jazzista Arturo Sandoval

José Galán n Para Arturo Sandoval, el trompetista cubano que destacara en el famoso grupo de jazz latino Irakere, y que se presentará el próximo 25 de septiembre en el Hard Rock Live, la vida en Estados Unidos no ha sido fácil.

No obstante haber ganado el Grammy 1999 al mejor disco de jazz latino con su producción Hot House -con arreglos de una rola de Armando Manzanero, No sé tú, y de una composición de Mario Ruiz Armengol, Brassmenƀs Holiday-, disco en el que presenta la mejor tradición de las grandes bandas, y luego de una carrera musical que incluye un efectivísimo homenaje a ese otro trompetista estadunidense, Clifford Brown, además de haber tocado con infinidad de músicos, incluyendo a los mejores exponentes del jazz contempóraneo, las autoridades estadunidenses se habían negado rotundamente a otorgarle la ciudadanía.

A pesar de que había participado en algunos de los principales espectáculos realizados en aquel país, incluyendo el baile de toma de posesión del presidente Bill Clinton, en la transmisión de la entrega de los Oscares y en el espectáculo de medio tiempo del último Superbowl.

Todo parece indicar que los burócratas, similares en todas partes, se dieron cuenta de que el músico, quien había solicitado la nacionalidad y que había apelado a la persistente negativa de las autoridades de aquel país a lo largo de dos años y medio, responderán afirmativamente a la petición del trompetista, considerado junto con el clarinetista Paquito DƀRivera, los pianistas Danilo Pérez y Michel Camilo, y la camada de paisanos cubanos como Chucho Valdés, entre lo más representativo del jazz latino.

La trompeta de Arturo Sandoval nos transporta de regreso, sobre todo, a la manera de interpretar el instrumento de Maynard Ferguson, el trompeta del famoso combo de Stan Kenton, sobresaliente mensajero del swing, cuyo fraseo, ágil y en corto, de técnica puntual, le permitió hacer lo que para muchos trompetistas resultaba imposible.

Y Arturo Sandoval, como se comprueba sobre todo en la producción Hot House, siguió con brillantez la tradición del highnote clásica del bop, cercana al trompetista por excelencia, Dizzie Gillespie. En ese disco, Sandoval se hizo acompañar por colegas de la talla de Michael Brecker en el sax tenor, Patti Austin en las vocales, Ed Calle también en el sax tenor, Tito Puente en los timbales, y un bandón a la vieja usanza, en la mejor tradición de beep bop y el swing.

Arturo Sandoval ha reconocido que la gran banda "de mi mentor", Dizzie Gillespie, fue la que más le influyó, "especialmente cuando el músico Chano Pozo -baterista cubano que destaca en 1947- estaba en la banda, y surgió a la luz el término de jazz afrocubano". Esta es, añade el trompetista, "la mayor influencia detrás de la producción de Hot House".

Y con ella queda claro que Arturo Sandoval no necesita ningún papel que lo acredite de cierta nacionalidad. Su trompeta arroja a un músico de jazz y esa es, desde luego, su verdadera nacionalidad.

Habrá que oirlo, será una sesión memorable este 25 de septiembre.