Ť Demandan al EZLN dar señales de que le interesa reanudar el diálogo
Obispos convocan al gobierno a reubicar a militares en Chiapas
Ť Consideran positiva la nueva propuesta de Gobernación para buscar la solución del conflicto
Ť Invitan a la sociedad a recuperar las aportaciones de los diálogos de San Miguel y San Andrés
José Antonio Román Ť Con el propósito de reiniciar el diálogo y reconstruir la confianza entre el gobierno federal y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la Comisión Episcopal para la Paz en Chiapas "invitó" al primero a considerar la reubicación de miembros de las Secretaría de la Defensa Nacional a aquellas posiciones que se justifiquen como "absolutamente necesarias" para mantener el respeto a los derechos humanos, la integridad y la seguridad de la nación, y a los zapatistas a reconocer la iniciativa oficial y reiniciar los encuentros mediante la coadyuvancia de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa).
En un comunicado suscrito por los ocho obispos integrantes de la Comisión Episcopal, incluidos los cuatro de Chiapas, se califica de "esperanzadora" la nueva propuesta de la Secretaría de Gobernación para buscar caminos de solución al conflicto en esa entidad, presentada hace unos días como carta abierta al EZLN.
A lo largo de las dos cuartillas que conforman el texto, dividido en nueve puntos, se observan simpatías por parte del Episcopado a todo el documento gubernamental, sobre todo a la propuesta de una nueva intermediación ųapartidista, nacional y civilų, al reconocimiento del estado de derecho como condición fundamental para un diálogo que conduzca a la paz verdadera, y al papel trascendente que debe jugar el Congreso de la Unión en el tema de la ley de derechos y cultura indígenas.
"Todos los mexicanos debemos felicitarnos cuando las iniciativas políticas para la solución de conflictos tienen primacía sobre la búsqueda de soluciones militares o, mucho peor, violentas que, como siempre, dañan a todos, pero principalmente a los más pobres e indefensos."
Sin embargo, advierte que después de la matanza en Acteal, los mexicanos debemos renunciar definitivamente a buscar vencer al contrincante a cualquier costo y por los métodos que sean. "Nunca más la tolerancia de grupos armados y de estrategias sucias, pues son radicalmente contrarias a los derechos humanos, la verdad y la justicia. En esto el papel de la autoridad estatal es absolutamente imprescindible y no se puede prestar a ningún juego de intereses partidistas o particulares".
Al referirse a los legisladores, la Comisión Episcopal, creada en 1994, unos cuantos días después del estallido, los invita a ir más allá de los intereses particulares y poner todo su empeño en elaborar y promulgar una ley que realmente refleje y reconozca la riqueza plural de las culturas indígenas de nuestra nación, y a dar respuesta a la impostergable necesidad de integrar adecuadamente los derechos de personas, comunidades y pueblos indios.
"Reconocemos también como importante el que formen parte de los debates todos los elementos legítimos que se dieron durante los diálogos de San Andrés ųincluyendo la propuesta de la Cocopaų, así como los aportes de otras experiencias e iniciativas a nivel nacional e internacional que se han visto como valiosas para el país", dicen los obispos.
Asimismo, invitan a la sociedad a un diálogo en el que, superando lo que nos contrapone y separa, exista la osadía de recuperar todo aquello que en los acuerdos de San Miguel y San Andrés fueron verdaderos aportes ųen métodos y contenidosų a la justicia, la democracia, el desarrollo y la paz, así como la consideración de la integridad de la realidad nacional, de su diversidad y pluralidad.
De acuerdo con otra misión fundamental del Estado, que es de la justicia distributiva, la Comisión Episcopal expresó su deseo de que se continúen resolviendo los rezagos sociales de tantas poblaciones marginadas, sobre todo las indígenas, pero previos acuerdos con las mismas comunidades, para que no sean acciones impuestas desde fuera y buscando superar cualquier forma de dependencia o condicionamiento.
Así, el Episcopado reiteró su invitación a ambas partes, gobierno federal y EZLN, a dar simultánea y conjuntamente gestos y hechos que restablezcan la confianza para reiniciar el diálogo que lleve a la construcción de una paz verdadera, mediante la solución de las causas que generaron el conflicto.
El texto es suscrito por el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y arzobispo de San Luis Potosí, Luis Morales Reyes, y los obispos de las diócesis de Coatzacoalcos, Carlos Talavera; de Cuauhtémoc-Madera, Juan Guillermo López, y de Tlaxcala, Jacinto Guerrero, así como de los cuatro de Chiapas: Felipe Aguirre, de Tuxtla Gutiérrez; Felipe Arizmendi, de Tapachula, y Samuel Ruiz y Raúl Vera, titular y coadjutor de San Cristóbal de las Casas, respectivamente.