Ť La nuestra, una empresa social; su ganancia, la credibilidad: Carmen Lira
La Jornada, un diario indomable y persistente
Blanche Petrich * Un diario es capaz de decidir, un día cualquiera, desplegar en primera plana esa plaga del horror, el linchamiento, donde tres personas van a ser colgadas como cuatreros del siglo 19. Lo que esto significa, según Carlos Monsiváis, es registrar "de manera crítica y democrática la negación de la democracia que ya no viene sólo del gobieno sino de la sociedad".
De esto y muchos otros temas se habló anoche en el segundo ųy últimoų debate con motivo del 15 aniversario de La Jornada.
De la democratización de los medios de comunicación en el México de hoy, inaccesibles e inexistentes para las grandes mayorías. De lo que en las dictaduras se llama censura y en las democracias se llama manipulación, según el periodista polaco Ryszard Kapuscinsky, a quien la directora general de La Jornada, Carmen Lira, citó recurrentemente.
De la información como mercancía. Del embeleso frente a los rutilantes spots publicitarios en plena campaña electoral, que enriquecen a las empresas periodísticas pero inhiben e intimidan el sentido crítico de los periodistas.
De la forma como los medios podrían, pueden, contribuir a transitar hacia la democracia, "ese sueño de lo posible, lo viable, lo exigible", define Ricardo Rocha, director de la agencia Panorama Detrás de la Noticia.
De una realidad que no es democrática; de medios de comunicación que se acomodan a esa realidad y medios que la desafían, la cuestionan, que empujan a los factores que han de cambiarla; de periodistas que de tan cercanos a la vela del poder se transforman en estenógrafos, "cómplices jubilosos de un poder que si no se cae de viejo es por la vitalidad de la corrupción" (la cita es, claro, de Monsiváis). Y de periodistas que son todo lo contrario.
De la nueva tiranía, el mister rating, a quien los productores de televisión ųy José María Pérez Gay, director del Canal 22, debe saberlo bienų confunden con democracia. Y de las interrogantes que acosan a los informadores de hoy, preguntas lanzadas al viento por el conductor del segmento matutino de El Noticiero de Televisa, Joaquín López Dóriga: "Los medios Ƒdeben ser partidistas? ƑDeben tener candidato, como en otros países demócratas, donde nadie los tacha de negativos? Si tienen partido y candidato Ƒlo deben decir formalmente?"
Cinco periodistas de primera línea, pesos completos en el ring mediático, ųlos ya citados Monsiváis, Lira, Rocha, López Dóriga y Pérez Gayų desfilan ante el micrófono. El articulista Pedro Miguel funge no como réferi, porque nadie tiene los guantes puestos, sino como moderador. Y frente a ellos, en el patio colonial del Museo de la Ciudad, aguantando chiflones de aire, un público poco común, heterogéneo. No son los estudiantes de comunicación que suelen abarrotar los antros donde se anuncian debates sobre periodismo y medios. No son sólo intelectuales, ni sólo activistas. Son, así se definen ellos, lectores de La Jornada, pendientes por conocer el otro lado de la moneda de los informadores y líderes de opinión que suelen escuchar, leer y ver desde la hora del desayuno hasta antes de dormir. Lectores a quienes, por lo visto, atañe el segundo de los debates organizados con motivo del 15 aniversario de la fundación de este diario.
Del antes y el ahora, según Monsi
Carlos Monsiváis, que se guarda siempre para el final, como un postre, imanta la atención de los asistentes con la crónica de un viaje por la transición a la democracia, excursión de apenas un siglo. Ilustra las modas del autoritarismo, que ya no es igual que antes. "En los cuarentas y cincuentas, al gobierno le bastaba con controlar los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial y dejaba que la televisión transmitiera las mañanitas a la Virgen". Habla del discurso político de aquel entonces, "retórica de corte neoclásico... véanse los informes presidenciales, cómo han cambiado... del Yo te informo de lo que pudo haber ocurrido en materia de buen gobierno y tú legitimas mis fantasmagorías dándome trato de estadista, al Yo te informo del desastre económico presentándolo como victoria de la macroeconomía, y tú te resignas porque en este momento no tienes acceso al estudio de la televisión".
De otra etapa y el inmenso poder de los medios, toma el ejemplo del salinismo. En 1988, gracias a la prensa escrita y electrónica, la legitimación del fraude electoral contra Cuauhtémoc Cárdenas fue mayúscula. Eso era "antes de que Salinas se convirtiera en injuria priísta, cuando Salinas era un hechicero profesional".
Otra perla del antes y el ahora mencionada por el hechicero Monsiváis: "En los setenta los periodistas trataban con temor y admiración, inducidos, a los políticos del poder. Hoy un periodista que reverencie a los políticos será lo que los clásicos llamaban un chayotero".
Para concluir, su advertencia contra el poder "nefasto" de la publicidad. "Antes la Presidencia se ganaba con la conquista de la voluntad presidencial. Ya no. Desemboca por lo pronto en la veneración de la publicidad. Si los políticos son un producto, la ciudadanía, sea del sexo que sea, resulta ser amas de casas virtuales en un mercado de falsas opciones."
Esta homo o mujer periodisticus, Carmen Lira
Así, como una especie aparte, una homo periodisticus, fue presentada Carmen Lira al auditorio. Pedro Miguel dijo que con frecuencia se ha preguntado qué ha permitido a un periódico como La Jornada sobrevivir a lo largo de estos 15 años. El proyecto en sí, el concepto del medio, la solidaridad de sectores sociales enteros no son explicaciones suficientes. "Hay otra cosa, algo fundamental, la capacidad de convocatoria afectiva de Carmen Lira".
Y entonces la directora arrancó con la explicación de lo que hace 15 años se intentó hacer, convocando a una sociedad civil que entonces ni siquiera se conocía como tal, a ayudar a construir el periódico que esa sociedad quería y necesitaba, un periódico no como una empresa que entendiera la información como mercanía que pudiera reportarles grandes beneficios, sino como una empresa social.
"La fórmula ųdijoų nos ha dado buenos resultados, aunque pocos dividendos. Para nosotros la ganancia es salir a la calle todos los días, a los lugares más recónditos del país y a todo el mundo, ahora, gracias a Internet, con un sitio que registra ya cien millones de consultas al año".
En su intervención puso atención al fenómeno de la prensa estadunidense, la menos democrática en el que se supone sea el país más democrático del mundo. Y se centró en el caso de la prensa subyugada por Ronald Reagan y George Bush y las obras maestras de manipulación que fueron las invasiones de Granada y Panamá. "Cuando vienen periodistas de Estados Unidos a preguntarnos lo que sufrimos los periodistas mexicanos por la censura y la represión, yo les pregunto por Granada y Panamá. Porque ahí ellos no vieron nada".
Y sobre el estilo acrítico, "de estenógrafos del poder" que acostumbran los principales medios del establishment estadunidense, "hombres de negocios dedicados a conseguir una rentabilidad máxima", preguntó: "ƑNo les parece que se parecen mucho a algunos de los conductores de nuestra televisión?"
Rocha y López Dóriga fueron descritos, tanto por el moderador como por Monsiváis, como "excepciones" dentro del periodismo electrónico. El primero se refirió a lo que sería "apenas lo justo" a exigir por los medios de comunicación: "La reforma del Estado, el equilibrio real de los tres poderes, la reforma educativa a fondo y el reclamo impostergable, la redistribución real del ingreso. No invento ni sueño. Estoy leyendo el país que quiero. Estoy leyendo un diario indomable... y persistente... y necio, que se llama La Jornada".
84... novela de Orwell... 84, los medios, promotores de la democracia transparente, pero también pilares de regímenes dictatoriales o ataúdes de la democracia.
El viaje de la transición a la democracia...
En lo social es admirable el esfuerzo nunca, ni de lejos, divulgado de muchas organizaciones no gubernamentales, de ecologistas, de grupos que luchan por ampliar las libertades individuales, de los grupos antisida, del feminismo. Los medios suelen ignorar estas hazañas democráticas ųla democracia del mañanaų, pero son más coherentes y valiosas que todo lo que se mueve en el turbio mundo de la política.
Los medios que me importan son los que toman en cuenta esta democracia. López Dóriga... Ƒqué debemos entender por democracia en los medios? ƑLa información tiene que ser democrática o eso, noticiosa? ƑLa democracia tiene que ser necesariamente noticia? ƑSe debe sacrificar la información por la democracia o viceversa, la democracia por la información? ƑEs la información un ejecicio democrátito? ƑEs la democracia, necesariamente, un ejercicio informativo? ƑUn medio es democrático, tiene que serlo?