Ť Amagaron con incendiar la puerta del MCM


Insultan presuntos estudiantes a directivos de La Jornada

Unos 200 jóvenes, presuntos participantes en la marcha de las antorchas convocada por el CGH de la UNAM, amagaron con quemar la puerta principal del Museo de la Ciudad de México (MCM), dañaron un vehículo y profirieron injurias contra Carmen Lira Saade, directora general de esta casa editorial, su director fundador, Carlos Payán Velver, y Carlos Monsiváis, colaborador de La Jornada.

Todo ocurrió al filo de las 21:30 horas, mientras en el Zócalo se efectuaba la lectura del comunicado de prensa del CGH, donde se encontraban reunidos miembros del FZLN, del Frente Popular Francisco Villa, estudiantes de diversas facultades y escuelas de la UNAM, así como ciudadanos que apoyan el movimiento.

Alberto Blancas, trabajador de La Jornada, fue sitiado por algunos jóvenes cuando se encontraba en el interior del vehículo propiedad de este diario, en tanto que otro grupo se dirigió a la puerta principal del museo e intentó ingresar por la fuerza diez minutos después de que en su interior había finalizado el acto Jornada de Debates, conmemorativo de los 15 años de publicación de este periódico.

En dicho ciclo participaron Lira Saade, el senador Payán, Monsiváis y los periodistas Ricardo Rocha, Joaquín López Dóriga y el editorialista de La Jornada Pedro Miguel, quien fungió como moderador.

Los jóvenes iban custodiados por una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), y una vez que éstos se detuvieron en el museo, los uniformados optaron por cerrar al tránsito vehicular en el cruce de Pino Suárez y República de El Salvador. Nunca intervinieron en los hechos.

Los presuntos estudiantes, que permanecieron en el lugar unos 30 minutos, amagaron con prender con petróleo la puerta de acceso al museo, luego de su fallido intento por ingresar ante una rápida acción de los vigilantes, que hasta escritorios tuvieron que emplear para resistir los embates.

Con antorchas en mano, unas encendidas y otras no, algunos encapuchados y con insignias del EZLN en la ropa, jóvenes en su mayoría de unos 20 años, bailaron sobre el toldo del vehículo de La Jornada, le destruyeron una calavera e intimidaron al empleado de este diario.

Luego de afirmar que "La Jornada es prensa vendida", que "Monsiváis tendrá un puesto en el próximo gabinete" y proferir diversas injurias contra los directivos del periódico, retornaron al Zócalo.