Astillero Ť Julio Hernández López
Si Mario Ruiz Massieu no hubiera muerto, el sistema político mexicano, el PRI, y acaso algunos de sus precandidatos, habrían sido tocados por las palabras que pronunciaría en el juicio que por lavado de dinero se le seguía en Estados Unidos.
Si Mario Ruiz Massieu no hubiera muerto y, por el contrario, vivo hubiera seguido hablando en la línea en la que se mantenía, de denuncia abierta, de confesiones, de delaciones, habría enriquecido aún más el importante (dinamita pura para desestabilizar) volumen de información privilegiada, delicadísima (ni más ni menos que la relación en México entre el narcotráfico y el poder) que Estados Unidos tiene ya.
Muerto, quien fue subprocurador federal de justicia ya no podrá agregar fojas a los expedientes de Raúl Salinas de Gortari (y por lo tanto ya no habrá nada que empañe el camino libre del hermano del ex presidente hacia la libertad condicional). Muerto, ya no añadirá datos, evidencias, revelaciones sobre la narcopolítica mexicana.
Por el contrario, con su muerte arrojó directamente culpas sobre Ernesto Zedillo (el rival de Carlos Salinas), y no sólo le hubo endilgado la responsabilidad del drama propio (suicidio, se dice), sino que también le recordó que no es ajeno a los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y de José Francisco Ruiz Massieu.
Como en las obras policiacas clásicas (aunque tal vez bastaría con remitirse a El Padrino, de Mario Puzo, o a algunas otras de las películas protagonizadas por Robert de Niro), conviene detenerse a observar a quién beneficia un crimen. Y también a quién perjudica (por cierto, ¿qué perjudica más a un gobierno, las acusaciones hechas en una carta póstuma, o las reacciones desequilibradas, excesivas, torpes, como la tenida anoche mismo por el procurador federal de justicia, Jorge Madrazo, al hacer una serie de consideraciones, y calificar como psicópata a quien, en todo caso, era todavía una persona sujeta a un proceso en el que aún no se le declaraba ni inocente ni culpable? Ayer, Jorge Madrazo no habló como jurista ni como funcionario público, sino como vocero faccioso, declarante por consigna.
La política, en todo caso, vuelve a ensuciarse. Y peor aún, a evocar peligrosamente los riesgos de la violencia política, de la desestabilización. En el tramo final, el sistema agónico está dispuesto a hacer lo que sea necesario (asesinato o suicidio) para mantener el poder. No hay que olvidar esa verdad simple. 1994 vuelve de nuevo. La nota roja es hoy la nota política.
Cárdenas, en el debate
En medio del crispamiento político, Cuauhtémoc Cárdenas rendirá hoy su segundo y último Informe de Gobierno. Lo hará de una manera que ayuda al proceso de democratización del país, pues escuchará de viva voz los puntos de vista de los partidos representados en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, y luego habrá de responder de una manera amplia a lo que allí se exprese.
Es ciertamente arriesgada la decisión de abrir el debate sobre la obra realizada por quien hoy está dejando una responsabilidad de gobierno para hacer luego campaña en busca de ser Presidente de la República.
Ya ayer mismo, en la sesión de los legisladores locales que serán anfitriones de Cárdenas, se dieron muestras de los tanteos políticos y las zancadillas abiertas con las que la oposición (en este caso el PAN, el PRI y el PVEM, que se comporta como extensión del tricolor) tratará de hacer tropezar a un candidato presidencial.
Por ejemplo, a sabiendas de que la mayoría perredista haría a Martí Batres presidente de la mesa directiva que conducirá la sesión a la que asistirá Cárdenas, el PRI alentó la candidatura de Verónica Moreno, perredista también, aunque miembro de una corriente minoritaria que impugna el liderazgo de Batres.
Al final quedó Martí en el cargo mencionado, y el priísta Luis Miguel Ortiz Haro como vicepresidente. Batres conducirá las sesiones de hoy y, además, las de las posteriores comparecencias de funcionarios del gobierno capitalino.
Acuerdos básicos
Aun cuando en política muchas veces los acuerdos se hacen justamente para romperlos, hasta anoche el PRI se mantenía en la posición de ejercer con energía, con dureza, la crítica al gobierno cardenista, pero sin interpelaciones ni otros actos que pudiesen parecer ajenos a la civilidad política. La voz y los juicios de Oscar Levín Coppel y de Manuel Aguilera Gómez conducirán la acometida tricolor.
En el PAN, los problemas internos podrían llevar a algunos diputados de ese partido a criticar a Cárdenas como una manera de demostrar su enojo por las maniobras de la cúpula blanquiazul capitalina, que retrasa la emisión de la convocatoria para elegir candidato a suceder a Cuauhtémoc y que parece favorecer a un cierto precandidato.
Algunos diputados, como Fernando Pérez Noriega (aspirante a la citada candidatura), José Manuel Minjares y Aus Den Ruthen Haag Arne, podrían hoy expresarse agresivamente contra Cárdenas (pancartas, interpelaciones y demás), entre otras cosas para demostrar distancia y enojo con su líder de la bancada local, Miguel Hernández Labastida, y con el presidente del PAN en el DF, José Luis Luege.
Un formato abierto al debate
En ese contexto difícil, Cárdenas llegará hoy después de las once de la mañana a la sede de la Asamblea Legislativa y escuchará las intervenciones de los oradores designados por cada uno de los cinco partidos allí representados. Luego, el jefe de gobierno pronunciará un discurso de unas 50 cuartillas, que durará alrededor de una hora. Dicen sus asesores que será un texto respetuoso y con sus dosis de autocrítica. Enseguida habrá preguntas, planteamientos y señalamientos de diputados de los cinco partidos, y Cárdenas dará una respuesta global, amplia. Cerrará la sesión Batres con un discurso de tres cuartillas.
Hasta anoche habían confirmado su asistencia al Informe cardenista los gobernadores Ricardo Monreal, de Zacatecas; Leonel Cota, de Baja California Sur; Jorge Morales Barud, de Morelos; Alfonso Sánchez Anaya, de Tlaxcala, yÉ Arturo Montiel, del estado de México. Varios rectores que fueron invitados habían confirmado su presencia, excepto el de la UNAM, Francisco Barnés. También estará la próxima jefa de gobierno, Rosario Robles.
Ya por último, vale consignar este hecho: es la primera vez que un gobernante acepta un formato para un informe de labores que incluya la posibilidad de la crítica directa y de una posterior réplica del propio mandatario. El hecho no es fortuito: corresponde a un posicionamiento más activo, más polémico del candidato Cárdenas.
Astillas: ¿Dónde está el brazo derecho de Mario Ruiz Massieu, Jorge Stergios, el hombre del maletín lleno de dólares para depositar en bancos estadunidenses?É Y, ¿dónde está Arturo Ruiz Massieu, perseguido desde hace semanas por un presunto fraude inmobiliario cometido en Guerrero tiempo atrás?É