Miguel Concha
Organizaciones ciudadanas y transición

Largo es el camino hacia la democracia. Más largo aún si se la piensa no sólo como un procedimiento para resolver el origen y la legitimidad de la autoridad, sino como una forma de intervención de la ciudadanía en las decisiones públicas, que como tales competen a toda la sociedad y deben estar orientadas hacia el interés mayoritario. Esto es, si se piensa a la democracia no sólo como representativa, sino también como participativa y sustantiva.

Dentro de esta búsqueda de caminos para la construcción de la participación y la justicia, como contenidos específicos de la democracia, las organizaciones ciudadanas han hecho un aporte a la cultura y prácticas políticas del país, ya suficientemente reconocido. Este no sólo ha contribuido a modificar el contexto sociopolítico, sino que también ha modificado a las propias organizaciones. Todo ello hace urgente reflexionar sobre la naturaleza de los cambios y los retos que el momento actual de transición les plantea. Por ello el Centro de Estudios Sociales y Culturales Antonio de Montesinos AC, en el marco de su vigésimo aniversario, organizó entre el 8 y 9 de septiembre un seminario con el título Perspectivas de la sociedad civil.

En él participaron dirigentes de las más connotadas organizaciones, así como también destacados miembros de la academia, quienes han sobresalido por sus contribuciones a la teoría y el análisis político. Se discutieron temas de importancia, tales como el recuento y análisis de la trayectoria de estas organizaciones a partir de los sesenta; los distintos planteamientos teóricos que han orientado su quehacer; los retos y oportunidades que el actual contexto político les plantea, así como las relaciones que en su aporte estas organizaciones han desarrollado con otros actores de la vida política: los gobiernos, los partidos, las instituciones públicas y privadas y las organizaciones sociales.

Entre las conclusiones más significativas están aquellas que se refieren precisamente a la necesidad de redefinir la especificidad de sus aportes, no como una forma de aislamiento, sino como la búsqueda permanente del papel que les toca jugar, a fin de evitar tergiversaciones en su quehacer. Se concluyó igualmente que hoy el reto fundamental es cómo lograr condiciones que les permitan interactuar con otros actores, sin perder su carácter civil, plural, democrático y de lucha por la justicia para todos los mexicanos, en el actual contexto de globalización, no sólo de las economías, sino también de las sociedades.

El Centro de Estudios Sociales y Culturales Antonio de Montesinos AC es un organismo civil de inspiración cristiana, que desde hace veinte años se ha dado como misión el contribuir a la construcción de una sociedad más justa, libre y armónica, a través de la investigación, la educación no formal y el entrelazamiento de iniciativas eclesiales y civiles. Su objetivo ha sido por ello desde sus inicios el acompañar a los laicos y laicas, agentes de pastoral, promotores y promotoras sociales, por medio de proyectos que fortalezcan su inserción y posicionamiento en la dinámica cívico-social del país. Al llegar a su vigésimo aniversario de vida institucional, realizó un proceso de análisis sobre su trayectoria y retos futuros. Y al reconocerse no como un fenómeno aislado, sino como parte de la sociedad civil organizada, decidió compartir sus reflexiones con otras organizaciones, haciendo así público un debate de importancia para la vida cívica del país.

Para contribuir al enriquecimiento de las organizaciones ciudadanas, llevó a cabo recientemente una investigación sobre las relaciones entre las organizaciones civiles y el gobierno del Distrito Federal, cuyo reporte preliminar fue presentado y debatido el 14 de septiembre con miembros de organizaciones civiles, funcionarios del gobierno de la ciudad y miembros de diversas instituciones académicas. En ella se concluye que el mejoramiento de esta relación en el futuro requiere de aspectos técnicos, administrativos y normativos, cuyo avance estaría asegurado por un debate respetuoso y transparente entre gobierno y organizaciones civiles.