* Cinta de Suso Ritcher aclamada en San Sebastián
Nada más que la verdad... ofrece
otra perspectiva del holocausto
* Pedro Almodóvar no asistió a recoger el premio Fipresci
Mónica Mateos, enviada, San Sebastián-Donostia, 17 de septiembre * El ángel de la muerte, Josef Mengele, uno de los criminales de guerra más buscados no ha muerto. Aparece para exigir justicia a las autoridades alemanas y reclama el derecho de expresar su verdad: si torturó en Auschwitz a más de 400 mil personas con sus escalofriantes experimentos médicos, lo hizo ''por el bien de la humanidad".
Esta es la historia de la cinta alemana Nada más que la verdad. El horror nunca cesa, que en el segundo día de actividades del festival de cine de San Sebastián provocó prolongados aplausos al igual que la producción china Baños. Ambas, en competencia, entusiasmaron al jurado.
Dirigida por Roland Suso Richter (Marburg, Alemania, 1961), Nada más... desarrolla su ficción donde termina la realidad: Josef Mengele, médico que hizo experimentos biomédicos con miles de judíos en los campos de concentración, regresa a su país luego de ocultarse más de 40 años en Argentina. Padece cáncer en los huesos y tiene una historia que contar antes de morir.
Götz Georg, uno de los actores más conocidos y queridos del cine alemán debido a su interpretación durante diez años del inspector Schimanski en la serie de tv Tatort, realiza en Nada más... un trabajo que más allá del odio, que el simple nombre de su personaje provoca, conduce a sentimientos encontrados, Ƒlástima, comprensión?
De eso se trata, explica Suso, de ofrecer otra perspectiva del holocausto: ''Es un tema que sigue siendo ríspido en Alemania; la película propicia debates, pero a los judíos les ha gustado. Pienso que los realizadores alemanes debemos seguir abordando el asunto, pues los jóvenes tienen que contemplar con otra perspectiva lo sucedido".
Baños, conmovedor filme de Yang
Mientras algunos tratan de matar a Mengele, cuando está detenido en una prisión de alta seguridad alemana, luego de haber declarado ''que nunca fui un nazi, sólo un investigador médico", el joven abogado que contrató para su defensa se debate entre conflictos morales, pues se entera de que su madre, que fue enfermera en su juventud, también colaboró en experimentos médicos con niños huérfanos en un contexto que no tenía nada que ver con la guerra. Esta escena es el mensaje de Suso a las conciencias, algo así como el que esté libre de pecado que arroje la primera piedra.
''Los alemanes tenemos que vivir con la historia del holocausto y muchos se sienten culpables. Por eso, se necesitará que pasen más años para que los cineastas hagan comedias acerca de Hitler o Mengele. También intenté abrir un poco el tema de la eutanasia, aunque no lo resolví".
Los argumentos que se expresan en el juicio al ángel de la muerte abrieron, luego de la función matutina, el debate entre el público: el abogado defensor recomienda cadena perpetua para Mengele, que no pena de muerte y el acusado responde al veredicto: ''Sí, he matado... soy un buen doctor y científico... no soy culpable... incluso los mejores doctores deben matar".
Al drama siguió la conmovedora historia china Baños, de Zhang Yang, director de videos musicales y miembro destacado de la última generación de cineastas chinos. En su segundo largometraje intenta reconciliar las tradiciones con la modernidad, dándole un mayor valor a las primeras aunque tiendan a desaparecer. El agua es el personaje central de la historia, pues como lo explican las leyendas orientales ''el agua lava no sólo el cuerpo sino el alma, cura las enfermedades. Un baño. Algo tan sencillo puede ser difícil. A veces hay que peregrinar durante largo tiempo para darse el baño sagrado que sólo sucederá una vez en la vida".
Pedro Almodóvar no asistió a recoger su premio Fipresci. Su lugar en la inauguración de gala fue ocupado por una de sus actrices consentidas, Marisa Paredes, quien leyó la nota enviada por el cineasta:
''Aquí nací y espero seguir volviendo. Estoy pasando unos momentos muy dolorosos. Dedico este premio a mi madre, cuya ausencia explica la mía."