n ''Frustrados'', quienes apostaban al desorden
Detener el deterioro material
y social fue el principal logro
n La ciudad funciona en calma y vive en paz, dice el jefe del GDF
Ricardo Olayo n En su mensaje ante el pleno de la Asamblea Legislativa, el jefe del Gobierno del Distrito Federal, Cuauhtémoc Cárdenas, aseveró que en su mandato "ha sido posible detener un deterioro que parecía incontenible en la infraestructura material, en el tejido social y en las relaciones entre gobierno y ciudadanos".
Se trata del inicio de un cambio que ya no se detendrá, subrayó, y dijo que lo realizado en estos dos años está por encima de lo alcanzado en otras gestiones.
El gobierno que elijan los ciudadanos en el año 2000 "recibirá en orden y en positivo lo que encontramos en desorden y en negativo. Nada podrá volver a ser como era antes".
Una hora con 11 minutos le llevó leer las 38 cuartillas de un mensaje que se distribuyó en un cuadernillo, junto con su informe de labores. En la última parte del texto, resumió: "quienes apostaron al desorden y al desgobierno, quienes pronosticaron el fracaso de la democracia, han quedado frustrados".
La ciudad en este momento "funciona en calma y vive en paz". El diálogo, destacó, ha sido la vía para resolver problemas diversos; "hemos sido criticados a veces por demasiado prudentes.
"Aún así, hemos preferido siempre dar prioridad al diálogo, al convencimiento, a la paciencia y la tolerancia, sin desmedro jamás de la protección obligada de los derechos de todos. La fuerza esta en la serenidad, antes que en la irritación y la violencia".
Cárdenas explicó el espíritu que animó su gobierno: "nunca se propuso y nunca se quiso una administración de gritos y conflictos, sino un buen gobierno para la gente de esta capital. Nunca se buscaron choques o fricciones innecesarios con otros gobiernos y autoridades o con los distintos sectores sociales que dan vida a esta metrópoli, sino el mejor entendimiento posible para el bien común".
Acciones sin precedente
Estableció que esta forma de hacer política "es una opción sensata y serena en una capital donde coexisten los poderes federales con el gobierno de la ciudad y ambos deben funcionar en beneficio de la nación y de la ciudad".
El gobernante del DF subrayó que en estos 20 meses de gobierno perredista se logró estrechar el vínculo con la sociedad y se realizaron "acciones inéditas" contra la corrupción y la delincuencia. Con la gente hay y habrá una actitud de escucha de sus demandas y la preocupación de la autoridad por responder o explicar a las dudas ciudadanas.
Dijo que en giras, audiencias y entrevistas, "la respuesta de la gente ha sido calurosa y afirmativa. Les expresamos a ellos el mayor reconocimiento", además de hacerlo con los servidores públicos.
El mensaje abordó los diversos tópicos de la ciudad, entre ellos el de la inseguridad pública. En ese terreno, expuso, se ha logrado frenar el índice delictivo, pues de 1993 a 1997 creció 20 por ciento, hasta un promedio diario de 720 ilícitos por día.
De haber continuado esa tendencia, aseguró, hoy se denunciarían diariamente mil delitos, pero la cifra en lo que va de 1999 se ubica en 644. "La inflexión es todavía pequeña, pero es significativo que el crecimiento de la delincuencia, antes sin control, se haya detenido".
El aumento de los robos a casa habitación y a transeúntes lesiona profundamente los intereses y la percepción de seguridad de los ciudadanos, lo que exige una reflexión más amplia sobre el estado de los cuerpos policiacos, indicó el jefe de Gobierno.
Ante su gabinete, invitados, legisladores locales y federales, Cárdenas acotó que el fenómeno de la delincuencia no es privativo del DF y dio a conocer el enfoque utilizado en esta materia: "no sirven las amenazas, las promesas de mano dura, las inadmisibles propuestas de ignorar los derechos humanos, cuya primera víctima como siempre, serían los ciudadanos comunes y honrados. De esos desplantes se ríen los verdaderos criminales".
Cambio en la política económica
Luego, vinculó la lucha contra los delincuentes, con el "impostergable" cambio de orientación en la política económica nacional, dirigida a crear empleos, a elevar paulatinamente salarios e ingresos del trabajo.
Vino el reclamo: "Todos recordamos el asesinato en la vía pública de un conocido conductor de televisión. Todos recordamos la reacción emocional y desmesurada de ciertos medios de comunicación", encabezada por la televisora para la que él trabajaba. Cualquier gobierno debe estar dispuesto al escrutinio, pero la cultura democrática se ve lesionada "cuando la noticia de cada día es convertida en campaña de hostigamiento o en juicio apresurado o interesado sin bases objetivas".
La primera parte del mensaje la dedicó a resaltar las obras para vencer el rezago acumulado, el cual se dio en varios rubros de la administración capitalina.
Se pavimentó mayor cantidad de calles y vías, se agilizó el tránsito con importantes acciones, la Línea B del Metro creció, el número de días con altos niveles de contaminación se redujo y se dio atención a los grupos vulnerables.
Una característica de este gobierno es la política salarial que permitió otorgar recursos a los trabajadores del DF por encima de la inflación. Asimismo, se recibió inversión de capital privado para vivienda, en mil millones de pesos; para el Centro Histórico, en conjunto con el gobierno, se destinan 150 millones de pesos y se ha iniciado el rescate de la zona.
El gobierno capitalino ha tenido ahorros significativos en la adquisición de equipos, se combatió a los verificadores y con ese motivo se extendió una tregua en la revisión de los establecimientos mercantiles y también se avanzó en el reordenamiento del comercio ambulante, puntualizó.
Los requisitos de honradez y transparencia se cumplieron, agregó Cárdenas; eso no tiene precedente y "marca una nueva época en la administración de la ciudad". Tanto en el primero, como en el segundo informe, añadió, "se entregan las cuentas en orden".