n Rito terminal, cinta apoyada por el CUEC
Más que respuestas, mi filme busca abrir dudas: Urrutia Lazo
n Es muy lento para considerarlo un thriller, dice el realizador
n Confronta dos culturas que no terminan de acoplarse
Raquel Peguero n Definir el género de su película Rito terminal resulta difícil para Oscar Urrutia Lazo. Al escribir el guión lo hizo como ''si fuera una pieza, una tragedia moderna en la que no hay un final cerrado ni una transformación radical en el protagonista". Sin embargo, no dejó fuera algunos tintes de melodrama ''en cuanto al uso del bien y el mal, sin que lo convierta en ello" y, al no ser creyente de la polarización, mantiene sus toques de suspenso, misterio y magia; ''por eso es difícil definirla, porque para thriller es muy lenta".
Lo cierto es que este filme, que reinaugura el programa de ópera prima para egresados del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, es una interesante ficción que muestra el choque de dos maneras de aproximarse a la realidad: la urbana contemporánea frente a una emparentada con la cosmovisión indígena mexicana, en donde ''más que tratar el tema de una manera racional, busqué abrir dudas y no dar respuestas. No se trataba de ver cuál tiene más valor, pues lo que se pone en juego es una confrontación que vivimos, de dos culturas que no terminan de acoplarse".
Acercamiento verosímil
Filmada en locaciones de Santa Catarina Atayata, en la sierra de Oaxaca, lo que determinó el idioma empleado, Rito terminal tiene el atractivo de ser hablada en mixteco y español, y un reparto integrado en su mayoría por actores de teatro, pues el reto era ''hacer la historia verosímil y que se creyera el carácter de los personajes, porque aquí el folclor no es lo que cuenta, sino que es una cuestión más hacia el interior de las personas que viven en una comunidad", en la que el acercamiento a la realidad fuese ''de una manera verosímil, pero sabiendo desde el principio que es una ficción".
Por ello, en su historia maneja tres tiempos conjugados: ''El mismo tema me obligó a buscar una estructura narrativa que jugara con esta lógica no lineal, no cerrada, abierta, con muchas posibilidades y puntos de vista. La desarticulación temporal me ayudó a plantear esta visión de convivencia de dos realidades, en este caso de dos tiempos y finalmente de dos culturas" que están bordeados por un halo mágico. Abordar estos tiempos ''es siempre difícil porque implica una complejidad dramatúrgica, pero era un reto que quería librar. Uno no se puede acercar a un tema en parte desconocido, y en parte difícil de entender, y explicar si utiliza herramientas simples, con una lógica lineal, porque ese esquema requería proponer una respuesta cuando en realidad necesito preguntas, pues yo mismo no sabía en lo que me estaba metiendo".
Con una carrera como documentalista, realizador del cortometraje Cuervo y el mediometraje Reportaje gráfico, la ópera prima de Urrutia Lazo, en cierta forma es una conjunción de sus experiencias: ''He tenido oportunidad acercarme a comunidades indígenas y a formas de organización tradicional, básicamente mediante documentales para el INI que fueron una puerta para acceder a ciertas cosas que no se encuentran fácilmente y fue una experiencia que ayudó a completar esta historia y su universo".
En Rito terminal todo comienza en una fiesta tradicional en la que un fotógrafo realiza su trabajo. Ese festín se recreó para la película ''a partir de una danza que bailan en una zona muy cercana de donde filmamos; hicimos unas pequeñas adaptaciones conforme a lo que ellos hacen". Lo mismo sucedió con otras imágenes que se muestran y son impactantes: ''Hay un trabajo de documentación muy amplio por parte de Lorenza Manrique, que hizo el diseño de arte; se consultaron muchísimos materiales del INI, bibliográficos, fotográficos y todo eso tratamos de vertirlo para que fuera lo más realista posible, en el sentido de saber que íbamos a recrearlo, pero apegado a una realidad y partiendo de un solo principio: utilizaríamos el mínimo de elementos para lograr el máximo de lo que buscábamos''.
Posibilidad de creer
El manejo de la luz es vital. Con una fotografía a cargo del también debutante Ciro Cabello, lo que se buscó fueron ''luces con fuentes de iluminación de velas y luz real. La idea fue jugar con estos polos de la urbe más fría, más hacia los azules, los verdes, mientras la parte de campo, de comunidad, se fue hacia los ocres, la tierra. Ciro tiene gran sensibilidad para el manejo de contrastes y, sí, hubo una búsqueda estética que la foto logró concretar".
Por el tema, se trabajó con los actores especialmente el miedo pues, explica Urrutia, ''lo que genera el conflicto del personaje es la toma de su sombra, y esto como una enfermedad real, racionalmente no la entendemos; parte del miedo, de una dificultad de enfrentar algo desconocido y perder algo de uno mismo por no enfrentarlo. El protagonista vive esta situación que no entiende, que no sabe cómo explicarla, pierde algo de sí mismo y busca recuperarlo por medio de la explicación de esto que no entiende. El miedo es nuestra primera defensa frente a lo desconocido. Antes de decirnos vamos a abordar, a conocer la situación, siempre hay un rechazo que está protegido por el miedo".
-ƑLas personas del pueblo tuvieron miedo?
-No, les cayó en gracia que llegarámos, era algo insólito el interés en hacer una película. Tuvimos buena acogida, porque son muy hospitalarios y todo lo que llegue de buena fe es bien recibido. Una de las partes más agradables fue la convivencia y la colaboración de la comunidad.
-No la buscabas, pero después de este tiempo, Ƒencontraste respuesta?
-Descubrí una posibilidad de creer. Soy una persona escéptica y mediante el proyecto empecé a ver una puerta hacia ello. No sé definirlo, no es una cuestión religiosa ni mucho menos, pero la película se hizo a partir de esta posibilidad de creer, de esta fe depositada en el proyecto. Al final salgo beneficiado, pues ya no soy tan escéptico.
-Es decir que te daba miedo que te pisaran la sombra.
-(Urrutia se ríe). En algún momento creí que había hecho la película, porque algo me había pasado; era mi manda y debía hacerla para recuperar algo. En cierta forma así fue.
(Rito terminal, protagonizada por Guillermo Larrea, Soledad Ruiz y Angeles Cruz, acompañados por Guillermo Ríos, Rafael Velasco, Fabiana Perzábal e Ignacio Guadalupe, comienza su encuentro con el público hoy, dentro del 19 Foro de Cineteca Nacional. No se la pierda.)