Discoterapia

Enrique Quezadas;

Dentro de mí (Pueblo)

Célebres y abundantes son los grupos de rock en México que desaparecieron sin haber grabado un solo disco (Talón San Cosme, Arbol, Hangar Ambulante y MCC, entre otros), aunque de este último aparecieran dos álbumes póstumos. Y es precisamente en este MCC (Música y Contracultura) donde Enrique Quezadas tocara guitarra y teclados allá por principios de los ochenta. Hoy Enrique nos entrega un estupendo trabajo solista, dando rienda suelta a sus ires y sentires sin restricciones de moda o de mercado. Es la serenidad que no renuncia a la fuerza, la inteligencia de mantener vigentes tus principios, la pasión que no se trompica con experimentos de aparador. El violín de Cox Gaitán merece un capítulo aparte. Es el piano y la voz y la intimidad de un sujeto con muchas cosas que decir. Es el Canto de un Dios, un huapango que empieza a programarse por la radio.

 

The Offspring Americana (Sony)

 

En una de las más populares piezas de este álbum, the kids arenƀt alright, este cuarteto punk de Orange nos habla de la jodidez en que "viven" actualmente los cuales de la lejana adolescencia, unos engrosando las estadísticas del suicidio y otros más sumidos en las drogas y la mediocridad. Ellos en cambio, los integrantes de The Offspring, han triunfado en la vida (o mínimamente en las fianzas); sus discos se venden por millones, la fórmula de mezclar letras melodiosas y pesimistas con música dura y acelerada ha sido todo un acierto. Ellos se inician como grupo sin saber tocar instrumento alguno; diez años después... como que se empiezan a familiarizar con las cuerdas y los tambores. Cuestionables pero divertidos.

 

Supertramp It Was the

Best o Times (EMI)

Esta banda inglesa nunca fue del agrado de los críticos y reseñistas musicales; casi siempre era tachada de elemental hacedora de tonadas sentimentales, se le atacaba por una supuesta y previsible dulzura enmarcada por la "fresez" vocal de Roger Hodgson. Pero Supertramp fue mucho más que eso. Nadie pudo nunca demeritar su técnica instrumental, la cual pudo manifestarse a plenitud después de la salida del propio Hodgson (Brother Where You Bound). Pero en fin, lo importante es que este disco está aquí, para agasajo de los miles de seguidores que, después de treinta años, todavía tiene en nuestro país. (Antonio Malacara)