Después de 14 años, publican un libro con su obra rupestre


Rockdrigo González, una caja que nunca se vacía; sus rolas y fotos

César Güemes n Sin duda el mejor de los roqueros nacionales fue Rodrigo Eduardo González Guzmán, autollamado Rockdrigo, muerto hace ya 14 años, víctima del terremoto que asoló la ciudad de México por entonces. Luego de todo este tiempo, Ediciones Pentagrama y la Dirección General de Culturas Populares, a través de su programa de música, dan a conocer el libro de título Rockdrigo González, con una amplia selección de textos propios del poeta y de escritos periodísticos en torno a su obra. Fernando Híjar fue el encargado de coordinar los materiales y de darles buen fin. Con él, en memoria del enorme Rodrigo González, es la charla.

-Me parece que este libro tardó demasiado en aparecer. Catorce años son muchos para finalmente ofrecerle este merecido reconocimiento.

-Son varias las razones por las cuales el libro se fue demorando. Hace tres años el director de Discos Pentagrama, Modesto López, me dio los materiales precisos que a su vez le había proporcionado Gonzalo Rodríguez. Los ordené porque estaban francamente en un completo caos. Y sólo entonces empezamos a ver que ahí había un libro como tal.

-ƑEn qué momento se da eso?

-A inicios de los años noventa. Posteriormente fue creciendo el proyecto. Pensábamos hacer también un cancionero, otro libro de fotografías y un volumen de testimonios. Pues todo eso se conjuntó en una sola publicación. Eso fue en parte lo que hizo tardar la concreción de la idea. Ahora, creo que el libro de Rockdrigo podía haber aparecido muy poco tiempo después de su muerte, pero lo cierto es que nadie tomó la iniciativa. Nadie lo hizo. Así que los 14 años son el tiempo natural para que saliera.

-Sorprende agradablemente la variedad de textos que contiene: prosas de Rodrigo mismo, poemas, fotos e incluso un apart ado con la notación musical de algunas de sus canciones.

-Eso también llevó tiempo. El resultado se divide básicamente en dos partes: los textos escritos por él y los que hacen personas que lo conocieron. En cuanto a sus escritos, hay algunos que son como pequeños ensayos existenciales. El resto son claramente poemas o cuentos. En cuanto a la segunda parte, hicimos una selección de artículos periodísticos que aparecieron entre 1982 y 1998. Quisimos incluir también las diez más conocidas canciones de Rockdrigo con los acordes para guitarra.

-ƑDirías que está aquí todo lo que podemos conocer de Rodrigo o queda mucho todavía fuera?

-Es una caja que nunca se vacía. Constantemente aparecen documentos que tiene alguien o que se escriben en la actualidad. Aquí está lo más completo que ahora se conoce. Debe haber algunos textos que no sabemos quién los tenga pero que pueden aparecer en cualquier momento. Siento, sin embargo, que la mayor parte de su producción como escritor de obras literarias y poéticas está ahí. Estamos muy conscientes de que existen cintas, y esto lo señala en el prólogo José Agustín, grabadas por el propio Rodrigo, que tiene Navar y que no ha dado a la luz, no ha producido ningún disco. Sospecho que el mismo caso se puede dar en sus escritos.

-Hablamos del músico que da inicio al movimiento rupestre, pero también hablamos de un poeta, de un literato. Rodrigo González era mucho más que el tipo que hacía reír al respetable con su dotes histriónicas.

-Ese fue uno de los motivos que me llevó a organizar estos materiales y a encargarme de la edición del libro. Hay muchos mitos alrededor de Rockdrigo y sabemos cuáles son. Por ejemplo, el mito del poeta maldito, del que muere joven, hasta pequeños mitos alrededor de su obra. A mí me interesó porque quise entrarle de lleno a fin de saber qué era verdad y qué era mentira.

-ƑQuedó claro, finalmente?

-Yo creo que no. El libro es un primer paso para que alguien de manera posterior realice algo más amplio, por ejemplo un libro de ensayo en el cual se analicen literariamente sus canciones. Este volumen no es más que un primer paso. El libro no es sino una compilación de textos que me sirvió para reconocer a un artista muy completo: pintaba, hacía cómic, era de verdad muy integral.

-Y hacía diseños industriales, seguramente influido por su padre, el ingeniero González Sámano, armador de barcos.

-Hay muchos elementos de Rockdrigo que están fuera del libro, pero insisto en que este es un primer paso que dé pie a varias publicaciones. Desde luego era un artista muy completo.

-ƑQué tanto para recopilar este material hubo sobreabundancia no de textos con cierto interés sino de franca paja?

-Está publicado 10 por ciento de lo que teníamos, la selección fue muy rigurosa para dar a conocer lo más representativo. Todos los artículos que aparecen, los testimonios y las entrevistas, tienen un valor coyuntural muy importante. Y no sólo eso, sino que dan una idea de lo que estaba pasando en el momento y las razones por las cuales se acercaban a él. Es cierto que algunas cosas se repiten y es muy posible que se nos haya escapado un poco de paja, pero tanto Raúl de la Rosa como yo vimos la necesidad DE que esos textos salieran a la luz tal como estaban escritos. El valor agregado es ése, el testimonial. Quizá en posibles reediciones quitemos algunos escritos, pero por lo pronto es bueno que hayan aparecido así.

(El libro Rockdrigo González se presenta hoy a las 20 horas en el Centro Cultural Coyoacanense -Allende 36-, con los comentarios de José Agustín, Roberto Ponce, Fernando Híjar y Raúl de la Rosa.)