Aunque Mujeres divinas tiene fama mundial, él prefiere Qué de raro tiene


No soy compositor de rima, dice Martín Urieta; acepta que tiene una voz horrible

Confiesa a La Jornada que nunca imaginó que pudiera vivir de sus composiciones musicales

Arturo Cruz Bárcenas n Cuando alguien hable de mujeres y canciones, a fuerza tiene que citar a Martín Urieta. Mujeres divinas llevó cielo al maestro michoacano (compositor musical y mentor en escuelas primaria, secundaria y normal); comenzó a escribir temas a la edad de 15 años; Vuelve a Huetamo fue la primera de una serie que ahora lo sitúa entre los mejores autores de México. Pero no todo fue miel con hojuelas.

Su afición por la composición hizo que poco a poco fuera acumulando canciones, sólo por el afán de hacerlas; nunca imaginó que viviría de ello. Pero el mentor debe ser ejemplo para sus pupilos, a quienes debe predicar lo bueno, a fuerza de vencer las tentaciones. Sin embargo, Martín veía la vida de otra manera. El quería absorber la savia de las calles, el valor y los defectos de sus hombres y mujeres no tan divinas. En la esquina de la cantina, el borracho consuetudinario puede encerrar un drama, sorportar el dolor de la soledad no buscada, impuesta por una mancornadora, una mujer fatal. Y en Huetamo mal se veía que el profesor llegara oliendo a cigarrillo y otros tufos.

No quiso ser escritor de canciones de buenas a primeras. "Yo creo que no decidí; me eligieron (y señala con el índice al cielo); los designios universales supremos son los que eligen lo que va a ser cada quien. Yo descubrí que tenía el don, la facilidad para componer".

-ƑDe niño, qué más hacía?

-Pues a mí me gustó el arte en general: la pintura, el teatro. Pero la composición se me hizo más fácil.

-ƑLo vio como negocio, al principio?

-šNo, no se debe ver así! Se debe ver como algo para trascender. Ese es el consejo que se le debe dar a todos los compositores que empiezan. Para que la obra trascienda debe estar muy liberada de interés. Ni cuánto me va a dar esta canción de dinero, o de prestigio, ni quién me la va a grabar, porque todos dicen que ésta la hice para que me la grabe Vicente (Fernández) o los que están en el tandero. La composición se hace para estar bien con uno mismo, por una necesidad imperiosa, espiritual. La expresión no tiene un precio. Hasta después. Eso es una consecuencia.

-ƑCuánto tardó en llegarle el reconocimiento?

-Hasta 1983. No me dediqué de lleno, aun sabiendo que tenía facilidad. Acumulaba canciones, pero no tenía posibilidades de difundirlas. Yo era maestro de tiempo completo en primaria y secundaria, y catedrático de la Escuela Nacional de Maestros, donde di teatro.

-ƑQuién le grabó primero?

-Gerardo Reyes, con Bohemio de afición. Pero ya había algunos antecedentes, en festivales de ranchero, en 1983. Se fijaron en mis canciones. Mis dos canciones (Qué de raro tiene y Ayer estuve con mi nuevo amor) quedaron en la final, junto con Tomás Méndez y otros.

-ƑQuiere más a unas canciones que a otras?

-Sí. Qué de raro tiene es mi canción predilecta.

--ƑMás que Mujeres divinas?

--Sí, porque la primera la hice cuando daba clases en la Nacional de Maestros, que es una institución muy difícil e importante. Me decían que yo denigraba a la institución. Yo llegaba con mi guitarrita para acabalar el sueldo. Yo iba por las noches a tocar en bares. Decían que no era posible que un catedrático de ahí se enfrentara con los borrachos y luego llegara a dar clases.

-ƑSu inspiración fueron los desvelos en las cantinas, los dolores amorosos?

-En las cantinas se aprende mucho; ve uno qué cosa es la que funciona para el público. Cada mujer, así, de esas que no tienen mucho prestigio, tienen una historia interesante para una canción. Cada borracho lo mismo. Te sirve como un acervo para tus temas.

-ƑQué decía usted ante las críticas?

-Yo me sentía muy mal. Los alumnos me cotorreaban. Había maestros muy intrigantes, que trataban de ponerme en mal con los estudiantes. Ellos mismos eran sus maestros. Y decían: "No como el maestro Martín... porque has de saber que el encierro de un bar te trasmite el aroma a perfume barato, a cigarro. Yo entraba a las ocho de la mañana, al bar entraba a las cuatro, y pues entonces dormía muy poco. A las siete ya debía tener mi chivito en la bolsa. Algunas alumnas se acercaban y me decían oiga, maestro, usted huele mucho a cigarro. Por eso hice esa canción Qué de raro tiene, donde hablo de los que me juzgaron.

-ƑAhora qué le dicen?

-Ahora, cuando llego, parece que llega el Papa; todos se me amontonan en la Normal.

-ƑQué representa Mujeres divinas en su carrera?

-Es la canción más internacional. Hay países donde es muy querida. En Colombia es prácticamente un himno.

-ƑSe la han querido fusilar?

-Todos por ahí andan. Tiene un encanto que les llega a los hombres y a las mujeres.

-ƑCómo surgió la historia?

-Es completamente anecdótica. Me reunía con otros compositores, como don Mario Molina Montes, en un estudio de soltero, mío, cerca de la Alameda; nos reuníamos a tomar la copita y cada quien cantaba sus nuevas canciones. Me pidieron que interpretara la mía. Se llama Te me vas al diablo. Un tipo de los que estaban me dijo: "No, no, no. A mí no me gusta que hieran a las mujeres delante de mí". Le contesté que a él no le habían hecho el daño que a mí me habían hecho; cuando te hagan ese daño... Y es que el tipo era banquero, carita... Me dijo que no, que siempre le habían hecho pedazos el alma, lo que pasa es que no andaba de chillón. Los momentos más bellos también te los han dado las mujeres. šAh!, y me dije, éste piensa como yo.

-Maestro, Ƒlo han tratado a usted mal las mujeres? ƑPor no ser carita, por no tener dinero?

-Todo ha amalgamado. Incluso ya he sentido el peso de la edad. La mujer que está joven lo tiene todo y puede burlarse del individuo. Pero no hay una sola queja. En una canción nueva digo al final: "A pesar de que todas me trataron tan mal, a pesar del calvario que me hicieron pasar, quiero estar a su lado cuando llegue el final, porque de ese calvario todavía quiero más".

-ƑCómo ve eso de que rollo mata carita, y dinero mata todo?

-Eso digo. Dinero mata carita, pero los que tienen mucha labia se comen a todos.

-ƑLe hubiera gustado tener una voz como la de Vicente Fernández, o está conforme con ella?

-No. Si me hubiera dado Dios un poco más de voz hubiera estado muy difícil que me pararan.

-ƑCómo define usted su voz?

-Es una voz horrible, aguardientosa, ronca, pero luego es hasta bello eso ronquito. Perdí la colocación. Me hicieron una operación y me dejaron residuos de anginas; me los retiraron, pero me cortaron más de lo debido. No tengo los postes que amarran a las anginas. Cada día pierdo más la colocación, pero, afortunadamente, al no ser yo un intérprete, las canciones yo no las canto, sino que las platico de una forma muy especial.

-ƑQué es una canción?

-Es una amalgama de buena música, rima y profundidad. Con todos esos ingredientes es cuando trasciende. A mí me cuesta trabajo porque no soy un compositor de rima; hay a quien no le cuesta trabajo. Dicen que la rima es la cárcel de las ideas. Por andar buscando algo que rime puede ser que pierdas lo que andas buscando decir.

-ƑQué lee Martín?

-Sófocles, Eurípides, Esquilo...

Tiene seis discos y el séptimo está en proceso. No tiene tiempo para escribir las canciones que le piden.

-ƑAlgún día escucharemos algo mejor que Mujeres divinas?

-El compositor nunca debe pensar en eso. Yo seguiré componiendo.

-ƑSigue visitando los lugares de donde nació Mujeres divinas?

-No. Es cierto, he perdido la vivencia. Si voy y me tomo la copa me pueden ventanear. Es un problema. Sí, me separo de lo que fui. Cuco Sánchez ya no compone como antes, ni Juan Gabriel... este pobre sale y lo acosan. Tiene que estar encerrado. Antes yo podía estar en los antros más perdidos. šEs terrible la fama! Pero sí, trato de escaparme... vago todavía...