Ť Estalló una bodega clandestina en la que se almacenaban 4 toneladas de pólvora


Tres explosiones en Celaya dejan 56 muertos y más de 300 heridos

Ť Dos bomberos, tres paramédicos y un reportero gráfico, entre las víctimas; cuantiosos daños materiales

J. Manuel Carrillo, corresponsal, Celaya, Gto., 26 de septiembre Ť Las tres explosiones que se registraron ayer por la mañana en esta ciudad dejaron un saldo de 56 muertos y más de 300 heridos, además de daños materiales en un radio de 500 metros, luego de que estallara una bodega clandestina en la que se almacenaban, de acuerdo con cifras oficiales, cuatro toneladas de pólvora.

La primera conflagración ocurrió como a las 10:45 horas, sorprendiendo a comensales, transeúntes y comerciantes que se encontraban en la zona de la Central de Abastos, frente a la Central Camionera de Celaya, donde se ubicaba la bodega en la que también se elaboraban y expendían juegos pirotécnicos.

Minutos después arribaron bomberos y elementos de la Cruz Roja para tratar de sofocar el incendio y auxiliar a los lesionados. Los cuerpos sin vida empezaban a ser retirados por los paramédicos, mientras los socorristas removían los escombros en busca de otras víctimas, al tiempo que se agrupaban los primeros curiosos. Pero también ellos fueron sorprendidos.

A las 11 horas, las llamas aún fuera de control alcanzaron tanques de gas estacionario provocando dos explosiones más que atraparon a socorristas y bomberos que cumplían con sus labores, causando dos bajas entre el grupo de apagafuegos y tres en el de paramédicos. Además, cobraron nuevas víctimas entre los lesionados que no pudieron ser evacuados a tiempo.

También los primeros informadores en llegar al lugar de los hechos sufrieron bajas. Un fotógrafo de El Sol del Bajío perdió la vida. Las cifras preliminares contaban ya 52 cadáveres: 32 varones adultos, 10 mujeres y 10 menores.

Daños a una distancia de 700 metros

Poco antes del mediodía, elementos de la XVI Zona Militar acordonaron una zona que comprende unas 15 calles a partir de la Central de Abastos, incluyendo una terminal de autobuses foráneos, un tianguis, restaurantes y varias tiendas de autoservicio, que fueron arrasadas hasta sus cimientos. Se informó que en la zona habitacional más cercana, distante 700 metros del siniestro, sólo se registraron algunos vidrios rotos, pero nada de gravedad.

La alarma fue mayor cuando corrió la versión de que se había descubierto una bodega subterránea que también almacenaba pólvora, y no se descartaba por ello una cuarta explosión.

Fue alrededor de las dos de la tarde, más de tres horas después de la primera detonación, cuando el gobernador del estado, el panista Ramón Martín Huerta, dio a conocer que la situación estaba "bajo control", y mediante un comunicado de prensa daba el primer reporte oficial, que venía a corroborar las cifras proporcionadas por los rescatistas: 50 muertos y 76 heridos, pero no dio explicaciones de la existencia de un depósito ilegal tan grande en pleno centro de la ciudad.

El mandatario explicó por medio de la radio local que la población debía guardar calma, pues "todo está bajo control; para ello trabajan el Ejército Mexicano, la Cruz Roja, las policías preventivas y el gobierno de la entidad", pero la falta de información sobre la identidad de muertos y heridos provocó que la presencia de civiles no cesara hasta entrada la noche.

otra tragedia mas Expertos militares en explosivos "peinaron" el área en busca de otros depósitos clandestinos de pólvora y fabricación de cohetes, ya que la zona es bien conocida por el manejo y venta de materiales explosivos. Las imágenes de la tragedia se repetían frente a los ojos de los soldados. Nuevos cuerpos fueron hallados y el saldo de lesionados se incrementaba hasta rebasar los 300.

Felipe Arturo Camarena García, procurador de Justicia en la entidad, especificó a las 17 horas que hasta ese momento se desconocía el origen del problema, "sólo sabemos ųexpresóų que la primera explosión ocurrió en la cohetería", frente a la Central de Autobuses de Celaya.

La Ciudad Deportiva Miguel Alemán fue habilitada en forma provisional como anfiteatro. A la salida de este sitio, Camarena explicó que el número de fallecimientos aún no podía calcularse, "son más de 50", aseveró; de ellos, la mayoría no han sido identificados.

Las labores de salvamento y remoción de escombros fueron suspendidas poco después de las 21 horas, "por seguridad", informaron las autoridades locales, pero también revelaron que "no se descarta que bajo los edificios derribados aún se encuentren víctimas".

El gobierno estatal ubicó albergues en el Club de Leones de Celaya, el Instituto Celayense y un parque público ubicado a pocas cuadras del lugar del siniestro. En esos sitios se proporciona atención médica y alimentación a los afectados, aunque, por la gravedad de las heridas sufridas, un grupo de lesionados fue trasladado hasta la ciudad de Querétaro.