FRANCIS PEABODY FUE un médico estadunidense a quien se le reconoce por incorporar al ejercicio de la profesión el humanismo como factor cimental. Su oración the secret of the care of the patient is in caring for the patient, ha sido escrita incontables ocasiones y no dudo que la inmensa mayoría de los doctores del vecino país la hayan escuchado al menos una vez.
La he escrito con toda intención en inglés pues su traducción "exacta" no es posible. Hablé con tres colegas y ante la falta de consenso reproduzco sus opiniones: "El secreto de atender al paciente es cuidar del paciente", "El secreto del cuidado del paciente es proteger al paciente", y, "El secreto de cuidar al paciente es encariñarse con el paciente". Espero que estas traducciones no sigan la suerte de la medicina estadunidense, en donde, las llamadas Organizaciones de Medicina Administrada (OMA) han sepultado los vínculos mágicos y el afecto que deben caracterizar la relación médico-paciente. Como en otros rubros, solemos copiar los errores de los vecinos y no sus virtudes. Es evidente que la medicina privada puede también ser sujeto de agresiones por parte de sistemas económicos importados, cuyas consecuencias pueden ser devastadoras para pacientes y médicos.
ƑQué son las OMA? Estas instancias ųManaged Care Organizations- nacieron en los Estados Unidos, en la década de los setenta. A partir de entonces se han creado diversas agrupaciones. Suscintamente, su finalidad es diminuir los costos de la atención médica privada, por lo que inicialmente afiliaron, sobre todo a individuos jóvenes y sanos, con bajo riesgo de enfermedad y excluyeron a viejos y enfermos. Contrataron médicos generales ų"gatekeepers"- cuya función era servir a la empresa y no al paciente, disminuyendo el número de interconsultas y exámenes, lo que incrementó la insatisfacción de los usuarios. Aunque gatekeeper significa portero, la realidad es que estos galenos no son más que incondicionales, seguramente altamente incompetentes, por lo que servidor en vez de cancerbero es mejor término.
A esta medicina empresarial le preocupan los costos y no los pacientes: sus galenos son impersonales, contratados por negociantes, y, por supuesto, conocen todas las vías para enriquecer a los patrones. El enfermo queda al lado. A estos servidores se les incentiva cuando solicitan pocos exámenes, cuando no recurren a la tecnología o cuando prohíben utilizar determinados fármacos así como visitas con subespecialistas. Debe agregarse que así como el médico pertenece a la compañía ųes decir no se pertenece a sí mismo- los pacientes quedan huérfanos, pues en la mayoría de los casos se les asignan médicos que pueden agradarles o no.
Si las OMA hubiesen permanecido en EU no habría querella. El problema es que dada la proliferación de estos servicios, al creciente envejecimiento de los asegurados y a la deserción de hasta una tercera parte de los usuarios, los márgenes de utilidad comenzaron a disminuir por lo que estas compañías buscaron nuevos derroteros. Dos estudios publicados este año en la revista médica más influyente de Estados Unidos, New England Journal of Medicine, cuyos títulos no engañan, "Exportación de atención administrada a Latinoamérica", y, "La atención administrada llega a Latinoamérica", agregan otros datos.
En nuestra América, las facilidades proporcionadas por la globalización de la economía, la baja proporción de individuos con seguros médicos privados, el hecho que "no exista regulación", donde el mercado potencial es enorme, así como la sobrepoblación de médicos que seguramente aceptarán cualquier política aunado a la mala calidad de los servicios gubernamentales de salud, son terreno fértil para que estos negocios proliferen. Aparentemente, estas estrategias cuentan con el apoyo del Banco Mundial, del FMI y del Banco Interamericano de Desarrollo, quienes también favorecen la privatización de los servicios públicos. En los textos aludidos se menciona también que las OMA no se interesan ni por la medicina preventiva, ni por el control de calidad, ni, por supuesto, por la educación o la investigación.
En uno de los artículos aludidos, al analizar la resistencia a las OMA se menciona que en Ecuador y Brasil se han opuesto con energía. Y, en otros países como Argentina, Chile y Colombia, las OMA han encontrado menor resistencia. ƑY en México? Silencio...
En nuestro país la voz médica es entre nula y afónica. Pocos protestan, pocos implican en el correr de la nación, pocos se indignan. Quizá, son pocos también los que saben que prósperos empresarios han iniciado campañas para "comprar el ejercicio de la medicina", pues recientemente, se presentó a la Cámara de Diputados un Proyecto de Reforma a la Ley General de Instituciones y Sociedades Mutualistas de Seguros, vía la Comisión de Hacienda, proyecto aparentemente aprobado por unanimidad. ƑQué opina la Secretaría de Salud?
La medicina administrada es un negocio y no un servicio. De implementarse tanto médicos como pacientes perderán. Traducir a Peabody será, por supuesto, ocioso. *