n En la plaza de Coyoacán, mañana, Santitos al aire libre


La novela gana por puntos y el filme por nocaut, dice Springall

n Asistirán Roberto Cobo, Alberto Estrella, Demián Bichir y Luis Felipe Tovar, entre otros

n Eugenia León interpretará el tema del largometraje, que compuso Liliana Felipe

Raquel Peguero n Trabajadas ''muy de cerca" la novela y la película Santitos, en sus dos versiones, dan un resultado que se complementa con la misma ligereza y humor con que fueron concebidas. La primera explora la sicología de los personajes y la segunda su acción. Pero aun sin pretenderlo, sus autores otorgan una mirada distinta, igualmente convincente a la historia.

María Amparo Escandón escribió la novela que se convirtió en la opera prima de Alejandro Springall, quien luego de desempeñarse varios años como productor, se aventuró detrás de la cámara después de que se ''enamoró" del relato del que partió su filme. Escandón hizo una primera versión del guión y después lo trabajó con Springall, ''pues de ahí comienza el trabajo de dirección -explica el realizador- de tal forma que la escritura vaya correspondiendo y se vuelva la guía de la película que quieres hacer. Cuando terminamos el guión, me fui a filmar y ella a escribir su libro, con la convicción de que en una novela puedes ganar por puntos, pero en una película debes hacerlo por nocaut".

Una de las diferencias entre una y otra es que Esperanza, la protagonista interpretada por Dolores Heredia, habla muy poco en relación con la parlanchina del libro. ''El cine tiene que ser expositivo y no explicativo", explica el cineasta, y eso propicia que la personaje sea ''menos chistosa, sin embargo no deja de ser alegre y uno siente mucha empatía por ella. Aquí es un poco más seria, profunda, en el sentido de que su misión de encontrar a su hija muerta, que no cree muerta, es lo único que importa".

Otro cambio es el padre Salvador, que encarna Fernando Torre Lapham y es que, agrega Springall, ''no quería caer en el cliché del típico sacerdote enamorado de la protagonista, el que por un desamor se mete al seminario. Busqué hacer el padre más maravilloso del mundo y eso me lo permitía un cura muy viejito que está seguro de su vocación. Lo único que lo mantiene muy vivo son las historias de sus feligreses y eso debía darle su lado pícaro, pero manteniendo sobre todo un amor muy puro hacia Esperanza".

 

Entrar por el infierno

 

-ƑPor qué decidiste hacer manifiesta, aunque sutilmente, la sexualidad y sensualidad de Esperanza, que en el libro no está?

-Me interesaba que nuestra heroína efectivamente entrara por el infierno. Si se acuesta con El Cacomixtle y con Mr. Scott Haynes es para conseguir ayuda, pero pasa por algo duro como es el hecho de llegar a prostituirse sin ser prostituta. Esa circunstancia le imprime al personaje más valor, al pasar por eso y seguir pura e inocente: un acostón no va a penetrar ni su corazón ni su espíritu ni su mente y seguirá siendo la misma mujer. Además, cinematográficamente hubiera sido complicado y hubiera requerido mucho tiempo armar el artificio que necesitaba para no acostarse con ninguno; tampoco me interesaba caer en la moralina.

-Sin embargo, la salvas del primer hombre.

-ƑSabes por qué?, porque los hombres no somos mala onda. Hay una cierta sabiduría y sabes que no tienes que hacerle daño a una mujer como Esperanza, es un mujeronón. Además de ser bellísima, tiene un corazón muy fino y, finalmente, es la protección de los santos pues ella hace su propio destino: su fe es enternecedora y ellos lo saben, el mismo Cacomixtle lo dice: ''Si tú eres puta, yo soy San Miguel Arcángel".

 

Los superhéroes, necesarios

 

-Por eso encuentra su ángel, ni mandadito a hacer con Alberto Estrella.

-Es un luchador, El Angel Justiciero, un hombre muy tierno que tiene un gran corazón. Es el que menos se ve, porque está enmascarado y vemos esa perversión maravillosa de que una mujer bese a un hombre enmascarado, es de una aventura que se entiende por esa fe que tiene Esperanza. Ella sabe que no va a encontrar un hijo de puta, porque ya le vio la mirada. Además, ese es un superhéroe y si no los tenemos en el cine, no vale la pena.

-Ahí es importante los colores que usas.

-Más que una paleta son texturas y vestuarios muy definidos. Ahí Mónica Neumaier hizo un gran trabajo porque les dio una segunda piel que terminó de definir y ayudó a los actores. Esperanza es tan luminosa que lo más difícil del trabajo con Dolores Heredia era mantenerla siempre así, pues hasta en su punto más apagado siempre había un destello, por eso nunca trae maquillaje; no quería que se le opacara nada en la cara. El trabajo de Xavier Pérez Grobet ahí es fundamental; le sentencié que trabajaba para los actores y me tenía que ayudar y sí hay un trabajo muy detallado de fotografía.

-Y de ambientación.

-Ese es más trabajo de dirección de arte. Todos los sets los hicimos. Al contrario de Lars von Trier, que nada pide de iluminación artificial, todo natural, si yo voy a filmar frente a un poste, me gusta que lo retoquen, le den brillo y el colorcito perfecto. Todo lo que está puesto en la película tiene un propósito de composición, de iluminación y color predefinido. Todos los cuadros están cuidadísimos, por eso filmé durante tantos días. Mi caprichito es filmar el tiempo que realmente necesito. Te juro que rodar Santitos, en 35 días, no hubiera podido porque son más de 55 sets, 46 actores, o que me dieran 80 mil pies de película, para nada: necesito cubrirme, me choca repetir tomas en un corte porque se vuelve como televisión. Hay que filmar para el cuarto de edición, ahí tus tomas se vuelven tu papel y lápiz y terminas de escribir la película.

 

El story board, un corsé

 

-Por eso tenías el story board, supongo.

-Y lo tiré. No filmé con él, sólo me sirvió para tener una aproximación visual de la historia. Hay como diez cuadros que se parecen al story board; lo demás me daba tanta seguridad de cómo abordarlo en términos visuales, que tuve esa libertad para cambiar todo en el rodaje. Además, hay que filmar con lo que tienes, el día que lo vas a hacer.

''Uno siempre tiene la lista para Santa Claus y nunca llega al cien por ciento, tampoco te vas a frustrar por eso, sino usar lo que tienes y contextualizarlo: uno no puede ir con un corsé; prefiero ir y pelear como Esperanza y el Angel, y que sea muy espontáneo y fresco, porque así logras filmar la vida que necesitas para cada secuencia, se te relaja tu cuadro y te relajas como director. Y si el florero brinca, lo quito; cambio la puesta en escena de los personajes o de cámara; uno tiene que estar muy vivo y mi chamba es sacarles y exprimirles lo mejor que tienen todos para la película. Los actores estaban felices, trabajo muchísimo con ellos, pues eso es lo más importante. Como director debes cuidar todo el ambiente de tu set y la energía que hay en él, además de que siempre hacen una limpia en locación donde voy a filmar y pongo un altar.''

-ƑTe encomendaste a algún santo?

-Por supuesto, no sabes la cantidad de santos que había y los que hay en casa.

(Ganadora en el festival de Sundance, Santitos, en la que también intervienen Roberto Cobo, Demián Bichir, Luis Felipe Tovar, Ana Berta Espín y Edwarda Gurrola, estará bajo el cielo de la plaza de Coyoacán, con todo su elenco mañana, a las 20 horas, en una función que servirá de preinauguración del Festival Internacional de Cine en la Ciudad de México, que comenzará el lunes en la Cineteca Nacional, con esta misma producción. Este será un aperitivo, que tendrá además la voz y presencia de Eugenia León, quien interpretará el tema del filme -compuesto por Liliana Felipe-, antes de su corrida comercial que empezará el 8 de octubre. De verdad, no se la pierda.)