n La semana política en Estados Unidos

n La derecha cristiana está debilitada, pero aún es foro obligado

para republicanos n Incluye Bush en su discurso mención contra el

aborto n Robertson expresa su apoyo al gobernador de Texas n Jesse Ventura califica a la religión organizada como un fraude y "muleta de débiles mentales"

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 2 de octubre n A pesar de que en los últimos años la derecha religiosa de este país se ha debilitado como fuerza política, y que su liderazgo dice que sus filas están "desencantadas", este fin de semana se demostró que todavía es un sector conservador clave para cualquier político republicano dada la larga lista de éstos que se presentaron en la reunión anual de la Coalición Cristiana celebrada aquí.

Los principales candidatos presidenciales del Partido Republicano y los líderes de las dos cámaras del Congreso se presentaron ante miles de activistas conservadores cristianos, en un encuentro en el que se discutió cómo hacer elegir a políticos conservadores, contra el aborto y pro-cristianos.

El aspirante republicano George W. Bush insertó una frase a su discurso de campaña para subrayar su oposición al aborto, mientras su oponente Elizabeth Dole, quien también busca ser la candidata presidencial para su partido, pidió que se amplíe el derecho de orar en las escuelas.

"Todo niño, nacido y aun por nacer, debe ser protegido por la ley", declaró Bush al hablar con el código "correcto" sobre el asunto del aborto y buscando la simpatía de los activistas de la Coalición Cristiana. Pero el gobernador texano no mencionó otros temas centrales para este sector, como la oposición a los derechos de los homosexuales o la oración religiosa en las escuelas.

Que el líder y fundador de la Coalición Cristiana, Pat Robertson, indicara que probablemente apoyará a Bush sobre los otros candidatos más conservadores, es una clara señal tanto del creciente pragmatismo político de la derecha religiosa en función de su pérdida de poder en tiempos recientes, así como también de la impresión general de que Bush será, casi sin duda, el candidato presidencial de los republicanos si no comete un grave error.

Hace siete años, la Coalición Cristiana se apoderó de las poderosas secciones estatales del Partido Republicano en Texas y otros estados más, y en 1994 fue la derecha religiosa considerada como un factor clave en la conquista republicana de la mayoría de la Cámara de Representantes.

Pero esta semana Robertson reconoció que la membresía de su organización se ha reducido a 2.5 millones y varios ex miembros dicen que esta cifra es exagerada. Robertson comentó a Ap que sus filas están algo "desencantadas" y que probablemente no lograrán montar una campaña nacional de promoción electoral entre las iglesias de la misma dimensión que en años pasados.

Pero aun con 2 millones de simpatizantes, la Coalición Cristiana sigue siendo una fuerza política poderosa y sus activistas han demostrado ser organizadores efectivos. En estados donde las contiendas electorales son de margen cerrado, como Nueva York, Illinois, Florida y California, grupos como la Coalición Cristiana pueden ser un factor determinante. "Seremos el margen de la victoria en estados claves", declaró Robertson este fin de semana.

Precisamente es esa lógica lo que obligó a los principales candidatos republicanos a presentarse y buscar el apoyo de las filas de la Coalición Cristiana. Pero muchos de estos políticos llegan con cierta cautela. Es preciso recordar la elección de 1996 donde el ala de extrema derecha de su partido obligó al entonces candidato presidencial Bob Dole ha adoptar posiciones extremas contra el aborto, los inmigrantes y a favor de los "valores tradicionales" de la familia y la religión, lo que produjo que una gran parte del electorado republicano, particularmente las mujeres, abandonara al partido en las urnas. Dole perdió la elección en gran medida por la división que esto provocó dentro del partido.

La tarea para George Bush, quien continúa adelante entre los candidatos republicanos, es convencer a los votantes de la derecha cristiana que aunque quizá no es su favorito, es el único de los republicanos que puede ganar la Casa Blanca. Y al parecer logró esto este fin de semana, ya que Robertson anunció estar "completamente cómodo" con que Bush sea el candidato a la presidencia.

 

Factor político clave

 

La religión organizada sigue siendo un poderoso factor en la política de este país, y se manifiesta en diversos lugares. Por ejemplo, está la resolución aprobada este año por el Congreso que permite a las escuelas públicas colocar copias de los Diez Mandamientos como una medida que supuestamente reducirá la violencia entre los estudiantes; la ley estatal de Kansas que declara "opcional" enseñar la teoría de evolución de Darwin; el escándalo del Museo de Arte de Brooklyn acusado de ofender a los religiosos por el alcalde de Nueva York al exhibir una polémica pintura de la Virgen María decorada con excremento de elefante.

Pero no todos los políticos están de acuerdo en caminar con cuidado ante la religión institucional. El gobernador de Minnesota, Jesse Ventura, consideró que la religión organizada "es un fraude y una muleta para los débiles mentales" en declaraciones a la revista Playboy, lo que ocasionó que el presidente del Partido de Reforma pidiera la expulsión del ex luchador.

Dios bendiga a America, dice cada político, desde el presidente a los funcionarios municipales al término de cualquier discurso. "En Dios confiamos" reza cada billete de dólar. Benito Juárez no ha pasado por estos lares.