El Correo Ilustrado

México, D.F. lunes 4 de octubre de 1999

Aclaraciones de Virgilio Caballero

Señora directora: En días recientes mi nombre fue mencionado en su prestigiado diario atribuyéndome funciones públicas que no desempeño.

A favor de la precisión a que nos obliga nuestro oficio y de la ética que nos mueve, permítame dejar en claro lo siguiente:

No soy ni he sido invitado a ser director de Comunicación Social del Gobierno de la Ciudad de México. Aprecio mucho la amistad de Rosario Robles y de su familia, que saben de mi empeño en sacar adelante otros proyectos de comunicación colectiva.

No soy coordinador de Comunicación Social en el equipo de campaña de Jesús Silva-Herzog. Me unen a él lazos de amistad y mi reconocimiento de que su persona es valiosa para México por su capacidad y entereza moral.

A lo largo de mis 40 años de periodista profesional he logrado la confianza de personajes y agrupaciones de todas las tendencias políticas, quizá porque procuro siempre con mi trabajo estar de lado de la gente del país.

Ahora mismo, el Movimiento Ciudad por la Democracia impulsa la nueva serie radiofónica Yo, ciudadano, la primera con que cuentan las ONG, y que tengo el honor de dirigir y conducir.

Como quiera que sea, gracias por interesarse por mi trabajo... aún por el que no realizo.

Atentamente:
Virgilio Caballero


Responde Fernando Belaunzarán a Luis Javier Garrido

Señora directora: En vano fue la exhortación a Luis Javier Garrido para sostener un debate de altura; ni siquiera leyó con atención la carta que tanta indignación le causó.

En mi escrito queda clara y explícitamente establecido que la crítica que le hago es por el contenido de sus artículos y no por haber citado una historia distorsionada de La Crónica. Por otra parte, afirma que "multipliqué" "los insultos en su contra" cuando en dicho texto no hay uno solo. No lo llamé estalinista ni manifesté mi sorpresa por la reproducción que está haciendo de esquemas y discursos propios de aquellas tradiciones en las cuales sólo se tolera el apoyo incondicional y se llena de epítetos sin fundamentos a quienes discrepan.

Mis afirmaciones encuentran sustento en los distintos artículos del doctor Garrido, pero también en su carta de respuesta; sus acusaciones las hace en plural sin aclarar quiénes son los demás; habla de que en las últimas semanas he tenido un "furor irracional", pero no dice a qué se refiere; afirma que mi comportamiento le ha hecho "mucho daño a la UNAM, al partido y a la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas", pero no dice por qué ni cómo es que he sido tan perverso y destructor; me da la razón al "descubrir" una nueva conjura, ahora para silenciarlo, pero tampoco aporta una sola prueba para probar su aseveración. (No deja de ser curioso que señale mi "falta de ética" y que debiera "avergonzarme" por hacer imputaciones "sin ningún argumento".)

De su carta se desprende la confusión de identificarme mecánicamente con el PRD. Es conocida mi militancia perredista, pero es absolutamente falso que mis acciones representen al partido en la UNAM; mi postura responde a una visión del conflicto desde el movimiento, y de ninguna manera se trata de una política partidista.

Precisamente por esa confusión, Luis Javier Garrido termina su carta con un llamado a los partidos para "empezar a cambiar y habituarse a la crítica, que es sustento de la democracia", con lo que estoy completamente de acuerdo, y sólo espero que él sea consecuente con su dicho.

Fernando Belaunzarán


Denuncian atropellos del Ejército en Chiapas

Señora directora: La siguiente carta urgente fue enviada a SOS por Chiapas, desde San Cristóbal de las Casas, por nuestros observadores en ese querido estado. Dada la gravedad de la situación que manifiesta, mucho agradeceremos su publicación en El Correo Ilustrado.

Ofelia Medina, Begoña Lecumberri, Gloria Rico

Por este medio denunciamos con preocupación los siguientes hechos. Entre los días 30 de septiembre y dos de octubre de 1999, a distintas horas del día, elementos del Ejército Federal Mexicano, pertenecientes a la Base de Operaciones Mixtas ubicada a pocos metros del crucero de Cuxulja, municipio de Ocosingo, están reteniendo e interrogando de manera ilegal y arbitraria a personas que pasan por el camino que lleva a diferentes comunidades indígenas de la zona, tanto priístas como de base zapatistas. Los militares retienen a los campesinos que necesariamente usan este camino para dirigirse a la ciudad de Ocosingo, preguntándoles a donde vienen, si pertenecen a la comunidad autónoma Moisés Gandhi, les piden que se identifiquen, revisan sus pertenencias, les advierten que si son de Moisés Gandhi no les darán paso, los militares insisten en querer conocer sus nombres para cotejarlos con datos que supuestamente tienen en su poder. Los militares utilizan como pretexto para retener e interrogar a los indígenas el argumento de que han visto la presencia de vehículos extraños en la comunidad, así como la deserción de un supuesto militar en la ciudad de San Cristóbal de las Casas.

Los militares han expresado durante los interrogatorios el interés que tienen en apoyar la construcción de una carretera que han solicitado los priístas de la colonia Virginia, incluso el acompañamiento en la introducción de la maquinaria, también han amenazado con entrar muy pronto a la comunidad autónoma Moisés Gandhi, que esta a pocos metros de la base militar. El Ejército Federal Mexicano no sólo interroga a las personas sino que las retiene hasta por media hora, les ofrece dinero para que identifiquen a las personas que viven en Moisés Gandhi y les digan quiénes son, en una lista que tienen. A los choferes les preguntan a dónde dejan a los pasajeros, lo más preocupante es que se están uniendo y legitimando la acción de los priístas y patrullan y amenazan con entrar ellos mismos con su constructora.

Los militares entrenan todos los días muy cerca de la entrada a Moisés Gandhi, y caminan por los montes cercanos tratando de observar cómo es la comunidad, asustando a los niños y a las mujeres. Como miembros de SOS por Chiapas también fuimos interrogados cuando pasamos por la base militar a nuestra llegada a la comunidad.

Hacemos un llamado urgente a todas las organizaciones solidarias y de Derechos Humanos para dirigir su atención a los hechos que están ocurriendo en este lugar y multiplicar esta denuncia sobre las acciones inhumanas y anticonstitucionales del Ejército Federal Mexicano.

Observadores de SOS por Chiapas


Reivindica a comunidad lésbico-gay-transgenérica

Señora directora: En la edición del sábado 25 de septiembre, el periódico a su digno cargo publica en la contraportada una nota en donde un sacerdote de apellido Gagnon hace declaraciones muy a la ligera en torno a la peregrinación que ese día hizo la comunidad lésbico-gay-transgenérica a la Basílica de Guadalupe.

El sacerdote comenta que, con mucho gusto, rociaría con agua bendita a los peregrinos para que así les fueran perdonados sus pecados derivados de su condición homosexual o transgenérica.

Afirma, también, que la Iglesia perdonará a quienes se arrepientan, pidan perdón y hagan un voto de castidad para así no ofender más al Señor.

Yo soy travesti y como tal me pongo el saco al que se refiere el reverendo. Y no puedo sino recordar las palabras que el subcomandante Marcos pronunciara alguna vez: Ƒde qué tenemos que pedir perdón? Ƒde vivir nuestra sexualidad tal como es? Ƒde aceptarnos tal como somos, sin vergüenzas ni humillaciones? Ƒde haber superado nuestros complejos de culpa? ƑNo es, más bien, la propia Iglesia quien tendría que pedirnos perdón por su intolerancia?

Yo fui educada en escuelas confesionales y viví, siempre, bajo el temor y con un enorme sentimiento de culpa, sintiéndome pecadora por una falta que, ahora entiendo, no era tal.

He conocido homosexuales y lesbianas que sufren por su condición, pero no por el hecho mismo de sus preferencias, sino por los severos complejos de culpa y por el rechazo social de que son víctimas. Rechazo que, en buena medida, tiene su origen en la intolerancia que la propia Iglesia ha manifestado contra todo acto de amor y de sexualidad que no se apegue a sus muy estrechos cánones.

Acude a mí la tentación de recordar los muchos casos de abuso sexual que se cometen en escuelas confesionales por parte de religiosos y sacerdotes en contra de los alumnos y que definitivamente les dejan lesiones más profundas que una determinada preferencia sexual o de género. Pero me dirán que son casos aislados y que la propia Iglesia condena. Lo acepto.

Pero no por eso dejo de cuestionarme qué pecado será mayor, el de expresar libre y auténticamente una sexualidad, o el pecado de la burla, la estigmatización, el rechazo y la intolerancia.

Hay una esperanza, sin embargo. Hace no muchos años el Papa aceptó que Galileo tenía razón y que la Iglesia estaba equivocada; hace unos días, también, pidió perdón a nombre de la Iglesia por los abusos cometidos hace más de 300 años por la Santa Inquisición.

Podemos esperar, entonces, que dentro de unos 200 o 300 años, si bien nos va, la Iglesia católica pida perdón a homosexuales, lesbianas y transgenéricos por las condenas que ahora nos lanza. Pero sería mucho pedir, con que dejen de estigmatizarnos y de vernos como la encarnación del mal nos daríamos por bien servidos.

Atentamente
Silvia Jiménez G


Aclaración de Juan Moreno Pérez

Señora directora: El día 30 de septiembre fue publicado en La Jornada un artículo mio titulado "El rescate de Serfín y el riesgo moral". Desafortunadamente mi nombre se publicó de manera equivocada al poner mi segundo apellido como Sánchez, en lugar del correcto: Pérez. Por ello le solicito la publicación de la presente como aclaración a los lectores.

Atentamente
Dr. Juan Moreno Pérez, asesor de la fracción parlamentaria del PRD


N. de la R.

A nuestros lectores:

Por causas técnicas el suplemento Triple Jornada aparecerá mañana martes.

Suplicamos su comprensión