DINERO Ť Enrique Galván Ochoa

Ť El salario y el Cardenal
Ť La devaluación que viene
Ť Guardianes del amor

''Lo último que se ha movido al campo del libre mercado --escribía Anthony Harrup, de Dow Jones, a principios de enero del año pasado-- parece ser el salario mínimo''. Comentaba, con un tono de ironía, el aumento de tres pesos y 75 centavos con que el gobierno seguiría subyugando los jornales ese año. Citaba que al enterarse, el cardenal Norberto Rivera había exclamado: ''Es criminal''. El incremento había sido de un 14 por ciento, con la promesa del gobierno de que la inflación no rebasaría el 12 por ciento, pero se hizo bolas y llegó al 18. Los años anteriores se había repetido el engaño: en diciembre de 1966 --recordaba Harrup-- el salario mínimo subió un 17 por ciento, pero la inflación llegó al 27.7 por ciento. Está por reeditarse la historia: el Banco de México promete que el año 2000 la inflación bajará al 10 por ciento y recomienda que se contenga el incremento del salario en un porcentaje igual: tres pesos por día.

ƑNo hay de otra?

Siempre nos dicen que no hay de otra, pero, de veras, Ƒno habría una forma alterna de contener la inflación? El recurso de sacrificar los salarios que han venido usando los últimos años afecta por igual a trabajadores y empresas. La falta de poder adquisitivo de las familias está haciendo que caigan las ventas de los supermercados, de los automóviles, de los bienes raíces y hasta de las tortillerías. Es difícil sostener que en ese menguado consumo está la causa de la inflación. Según algunos expertos, sí hay otro modo --y más efectivo. Se trata de que el gobierno ya no siga subiendo los precios de la gasolina, y de sus demás productos y servicios. Cada mes sube el combustible y todo lo demás sube también. Si renuncia a nuevos aumentos durante el año 2000, la inflación --opinan-- bajaría al menos 3 puntos --alcanzando la soñada marca de un solo dígito.

La devaluación

Parece fácil. El problema es que el gobierno necesita el dinero que recauda a través de la gasolina para el rescate de bancos y constructoras. El secretario de Hacienda, José Angel Gurría, ya anticipó que pedirá al Congreso una partida de 50 mil millones de pesos sólo para cubrir los intereses que genere el año próximo, sin abonar un sólo peso a la deuda principal de un millón de millones. El dinero irá a parar, presumiblemente, a las tesorerías de unas 20 grandes corporaciones que, según legisladores oposicionistas, tienen como principales accionistas a alrededor de 300 influyentes empresarios y políticos. Así que deberán seguir los aumentos, generando más inflación. Pero ésta, a su vez, presiona al peso que, de acuerdo con analistas, se encuentra sobrevaluado 20 por ciento. Una devaluación se antoja inevitable y su causa no serían los raquíticos salarios, sino el rescate. Muchos mexicanos ya se están llevando sus ahorros a Estados Unidos.

Tenemos un e-m@il

Tú que todo lo sabes, Ƒcómo crees que pueda ponerme en contacto con el cantante del grupo Guardianes del Amor, para que me diga cómo pudo bajar tanto de peso? Mayra Miranda, [email protected]

R: Regularmente me ocupo de problemas de pesos, no de peso, pero al menos dime cómo se llama el galán y trataré de averiguarlo.

[email protected]

Fax 5.213.93081