* Reacciones divergentes en la marcha del 2 de octubre
Barnés "no ha sabido negociar"; el CGH ha sido "el inflexible"
* Que el rector no se vaya hasta resolver el problema que armó: Didriksson
Karina Avilés * Miembros de la comunidad universitaria expresaron que la manifestación del 2 de octubre, en la que miles de universitarios reclamaron a las autoridades el inicio del diálogo y la renuncia del rector Francisco Barnés de Castro, "es un signo de que Barnés no ha tenido la suficiente capacidad negociadora para entrar en un diálogo directo y efectivo", aunque otros consideraron que hay un intento persistente para hacer creer que la UNAM no tiene voluntad para resolver el conflicto, cuando en realidad es el CGH "el inflexible", y quien "no se ha movido ni un milímetro".
En entrevistas por separado, Axel Didriksson, miembro de la Comisión Plural de Investigadores (CPI), opinó que la marcha del sábado pasado se suma a una serie de muestras que se han dado en los últimos días, y que revelan "que estamos en el límite".
Consideró que Barnés de Castro no debería irse hasta que solucione el problema que "él armó", aunque acotó: "Si pasan dos semanas más y las cosas siguen igual, más vale que entre alguien totalmente diferente y con capacidad para negociar, y con mayor legitimidad".
En ese sentido, expresó que "en las filas del propio rector hay quienes quieren su renuncia, unos por intereses personales y otros por su falta de capacidad". Por otra parte, recalcó que en la marcha del pasado sábado hubo un elemento de suma importancia: "En el 68, el rector Barros Sierra estaba con los estudiantes, en el 99, el rector Barnés no tiene ni idea de qué son sus estudiantes".
Por otra parte, enfatizó que es urgente la creación de una comisión negociadora con capacidad para resolver los asuntos y, de esa manera, entrar a "un diálogo verdadero" con los estudiantes paristas.
Por su parte, la directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPS), Cristina Puga, consideró que el "dos de octubre es una fecha que sigue convocando a muchas generaciones más allá del conflicto (actual). Hay una experiencia compartida que es motivo de una expresión colectiva".
Al preguntársele en torno a las demandas de los paristas, quienes durante la manifestación reclamaron el diálogo y la renuncia de Barnés, consideró: "Hay un intento muy persistente de hacer creer que si las cosas no avanzan, es porque la UNAM no responde, cuando en realidad se ha encontrado con una actitud intransigente del CGH, que no se ha movido ni un milímetro".
La directora de la FCPS consideró que la universidad "ha hecho un gran esfuerzo" por resolver el conflicto; sin embargo, la problemática se ha empantanado porque existe "una posición maximalista que pide todo o nada".
Al insistir en que la UNAM ha tenido voluntad para encontrar "una salida intermedia", indicó que "muchos" miembros de la comunidad que querían que no se diera marcha atrás en el proyecto de Barnés de Castro "han ido cedido", al aceptar algunos cambios como el hacer las cuotas voluntarias.
Señaló que la vía para resolver el conflicto es la de encontrar una salida negociada mediante el diálogo, y enfatizó que "en donde hace falta flexibilidad es en el CGH".
Por su parte, el director general del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), José de Jesús Bazán Levy, manifestó su desacuerdo con quienes piden la renuncia del rector Francisco Barnés de Castro, ya que consideró que éste "ha impulsado una actitud de diálogo, y es una figura indispensable en el esquema de gobierno de la universidad".
Además, dijo Bazán Levy, a estas alturas del conflicto es inútil responsabilizar a una persona, puesto que "hay muchas manos y voces externas" a la universidad que se han entrometido indebidamente en la problemática.
Por último, indicó que el CU "en una actitud flexible" conformó la Comisión de Contacto "que no es un buzón parlante", sino una instancia que busca acuerdos fundamentales para lograr una negociación mediante el diálogo.