Ť Exige a Paraguay cesen los agravios contra Menem


Reitera el gobierno argentino que mantendrá el asilo a Oviedo

Ť "Pronto estaré con los paraguayos", nuevo mensaje del ex golpista

Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 4 de octubre Ť El gobierno argentino anunció hoy que el ex general golpista paraguayo Lino Oviedo continuará asilado en el país, y envió además un enérgico reclamo a Paraguay al exigirle que "cesen los agravios" de sus funcionarios contra el presidente Carlos Menem.

El encargado de negocios del vecino país, Víctor Hugo Pena Barreiro, fue citado a una reunión con funcionarios de Relaciones Exteriores que transmitieron la posición del gobierno, en la misma jornada en que Oviedo ųabordado por una radioemisora argentinaų divulgaba un nuevo mensaje asegurando que "muy pronto" se encontrará con todos los paraguayos en su país.

Además, Oviedo comió el domingo con oficiales de la Gendarmería Nacional en el casino de oficiales de la ciudad de Río Grande, en la austral provincia de Tierra del Fuego, donde fue confinado la semana pasada, a pesar de que se había dicho que el ex general golpista permanecería recluido en la estancia Rivadavia.

Periodistas y fotógrafos han montado un inmenso operativo de prensa en el lugar para seguir los pasos del ex general golpista, quien también salió de su residencia para ir a la panadería y dar su mensaje a los paraguayos a través de una emisora radial que esa comunidad tiene en la zona.

Sin embargo, el gobierno, después de analizar sus dichos, consideró que no son una violación a las normas del derecho de asilo, a diferencia de declaraciones similares hechas a un periódico porteño desde su lujosa residencia en las cercanías de Buenos Aires, y que obligaron a las autoridades a confinarlo en el extremo sur del país.

Asimismo, el comunicado de la cancillería precisó que se transmitió a Paraguay "el disgusto" del gobierno por declaraciones de funcionarios y legisladores paraguayos, que criticaron la actitud de Menem en el caso Oviedo, y la "preocupación" por la anunciada visita a Buenos Aires de dirigentes de partidos de la coalición oficialista de ese país, porque podrían contribuir "a enrarecer las relaciones entre ambos países".

Pero las relaciones ya están "enrarecidas" desde que el gobierno argentino rechazó tramitar el pedido de extradición de Oviedo hecho por la justicia paraguaya, que lo investiga como autor intelectual del asesinato del vicepresidente paraguayo Luis María Argaña en marzo pasado, y de la muerte de ocho jóvenes manifestantes.
La situación continúa, así, complicándose entre ambos países, pero tiene otras derivaciones, después que el candidato a la presidencia argentina por el derechista Acción por la República, Domingo Cavallo, ex ministro de Economía de Menem, envió a hombres de su partido a investigar los vínculos de negocios entre Oviedo y el mandatario argentino.

De acuerdo con las investigaciones de Cavallo, Oviedo también ha sido acusado de participar en embarques de cocaína, y un informe de la DEA fechado en 1988, consignaría las "actividades sospechosas" del ex general en Pedro Juan Caballero, frontera con Brasil, zona en la que presuntamente Estados Unidos querría tener presencia militar. Por ello, ante el uso político del gobierno de ese país del tema del narcotráfico, estos informes deben ser confirmados.

Pero el hecho de que en la trama se vea involucrado también el prófugo senador oviedista Conrado Pappalardo, quien habría sido representante en Paraguay de una transportadora de caudales argentina, conforma un círculo que lleva nuevamente a la connivencia entre hombres del poder argentino y seguidores de Oviedo.

Además, Pappalardo era un personaje clave del ex dictador Alfredo Stroessner y habría negociado la entrega de los pasaportes falsos para dos de los asesinos del ex canciller chileno Orlando Letelier en el contexto de la Operación Cóndor, la internacional de la muerte que utilizaron las dictaduras del Cono Sur en los años 70 al intercambiar información y trabajar unidas para eliminar e intercambiar detenidos y perseguidos políticos.

Oviedo ya había sido denunciado desde 1985 por narcotráfico, cuando el juez Adalberto Fox abrió una causa por un embarque de artículos electrónicos y cocaína, en una operación en la que aparecía Oviedo.

Pero Fox, según los papeles que tiene Cavallo, debió luego alejarse de su juzgado, y también naufragó una investigación que empezó en 1993 el coronel retirado Catalino González Rojas sobre los vínculos de Oviedo con el tráfico ilegal en la frontera con Bolivia.

Otras denuncias se refieren a concesiones en el puerto de Buenos Aires a empresas paraguayas y locales ligadas a las llamadas "mafias enquistas en el poder", que Cavallo denunció cuando era ministro en 1995 y que terminaron por costarle el cargo.