Ť Ausentes, los ocho notables que elaboraron propuesta de solución


Eméritos y 3 ex rectores piden al CU rechazar el congreso resolutivo

Ť El CGH quedaría "en igualdad de condiciones" con el consejo, aducen Ť "Nadie puede discutir con una pistola en el pecho: Soberón Ť Si la salida es política, no está en nuestras manos: Rivero Serrano

Roberto Garduño Ť Profesores e investigadores eméritos distinguidos con los premios UNAM, Nacional de Ciencias y de la Academia Mexicana de Ciencias, recomendaron al Consejo Universitario (CU) "no aceptar bajo ninguna circunstancia un posible congreso democrático y resolutivo, y mucho menos que su organización sea en los términos que pide el CGH".

Los académicos e investigadores, entre los que no figuran los ocho eméritos que elaboraron una propuesta de solución, se manifestaron por un no al congreso en la UNAM, porque la comunidad universitaria quedaría marginada de su organización, y de su verdadera participación. "Hacerlo sería ceder la capacidad de decisión a otra instancia y dejaría al CU totalmente vulnerable a prácticamente cualquier otro tema de discusión futura".

Entre los puntos de acuerdo de dichos integrantes de la comunidad universitaria se resolvió redactar una misiva para enviarla al presidente Ernesto Zedillo y solicitarle aplique en forma inteligente la ley. El investigador Antonio Peña propuso inclusive dirigir esa carta a medios extranjeros como The Washington Post, The New York Times, The Financial Times y The Economist.

Ayer, en la sede de la Unión de Universidades de América Latina (Udual), se congregaron 87 universitarios distinguidos por su trabajo en la docencia y la investigación, así como tres ex rectores: Guillermo Soberón Acevedo, Octavio Rivero Serrano y José Sarukhán Kermés. El próposito del conclave fue fijar postura en relación con la huelga estudiantil y la propuesta de un congreso, rechazada unánimemente porque la discusión de los problemas sustantivos de la UNAM se daría en otros foros.

"Lo anterior no significa que la universidad dejaría de realizar un análisis a fondo sobre sí misma, pero debe hacerlo en el marco de la legislación universitaria vigente. El 7 de junio de 1999, el CU acordó iniciar la organización de foros o espacios de discusión amplia, abierta y con participación de toda la comunidad universitaria, sobre los problemas de la UNAM, incluyendo los puntos referentes al Reglamento General de Pagos y de Exámenes e Inscripciones, así como los vínculos con el Ceneval, inmediatamente después de la devolución de las instalaciones universitarias.

"En congruencia con esto, en la sesión del Consejo Universitario del 23 de septiembre el propio rector propuso al consejo la creación de una comisión para iniciar el estudio de los espacios de discusión, y comandó asimismo a la Comisión Legislativa Universitaria del consejo para que analice el marco jurídico en que deben organizarse dichos espacios de discusión. Por tanto, el CU debe reiterar este punto, y en congruencia con los párrafos precedentes señalados, exigir al CGH que ésta sea la base de la negociación para solucionar el conflicto".

El contenido del documento signado por los profesores asistentes al encuentro refleja dureza contra el CGH, pues el punto del pliego petitorio referente a la anulación y desistimiento de sanciones penales contra los huelguistas "es una clara exigencia de impunidad aún para delitos del orden común, como los robos y actos vándalicos que han sucedido de manera creciente en las instalaciones universitarias".

"Falso", que el CGH se haya flexibilizado

En relación con el Congreso Universitario, los eméritos aseguran que el CGH "jugaría un papel preponderante o aun determinante" en éste, pues se considera a sí mismo único co-organizador: "es decir, el CGH quedaría como co-responsalble en igualdad de condiciones con el Consejo Universitario en la organización del Congreso, aun antes de levantar el paro".

Esto resulta a todas luces inviable para los académicos reunidos ayer en la Udual, pues lesionaría gravemente la autoridad del CU como máximo órgano de decisión en la UNAM. "En este sentido, es muy preocupante que en su reciente aceptación de reunirse con la Comisión de Contacto, el CGH haya dejado muy claro que el encuentro no es diálogo...es falso que el CGH se haya flexibilizado".

El debate

Henrique González Casanova propuso integrar grupos de trabajo que examinen los asuntos y problemas que "caóticamente se han enunciado con el fin de justificar un congreso desigual que llevaría supuestamente a una ley orgánica". También sugirió a sus colegas abordar cuidadosamente el asunto, porque "es peligroso preguntar Ƒqué universidad queremos?, pues es demasiado académico".

El profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales expuso que en la universidad es mucho lo que se puede hacer organizando académicamente a los estudiantes para que estudien y aprendan, pero "nosotros no podemos negociar ninguno de los derechos que la nación, por el procedimiento de soberanía, ha confiado a la UNAM, y que se pueden resumir en tres derechos esenciales: impartir eduación superior, realizar investigación y divulgar la cultura".

Larga y pausada fue la intervención de González Casanova, quien adujo que la UNAM "lo que ha hecho es defender su derecho, si se quiere en una forma insuficientemente persuasiva, pero sin conceder más allá de lo que ya concedió, que es haber revisado el Reglamento General de Pagos".

También llamó a las autoridades universitarias y a la comunidad en general a distinguir entre ley orgánica y estatutos aprobados por el CU, pues "a mi juicio pueden y deben ser revisados, empezando por los reglamentos, e incluso por los reglamentos de la autoridad general ejecutiva --Rectoría-- que no hayan sido sancionados directamente por un reglamento".

En su momento Jorge Flores, premio Universidad Nacional, llamó a una "aplicación inteligente" de la ley para resolver el conflicto. Es indispensable, dijo, que para el buen ejemplo de la sociedad se aplique la ley correcta e inteligentemente.

A su vez, el ex rector Octavio Rivero Serrano subrayó que la naturaleza del conflicto no es universitaria, sino política, y reconoció que si "la solución es política, no- sotros no la tenemos en nuestras manos".

Añadió que ahora están en disputa, con fines políticos, dos proyectos de universidad, la académica y la populista: "Contamos con la certeza de que la universidad que queremos es la universidad ordenada, la del valor académico, la universidad donde quienes entran o permanecen en ella es porque tienen capacidad para estudiar...si las universidades privadas cobran mucho dinero y piden requisitos para ingresar y permanecer en ellas, la universidad pública, que prácticamente es gratuita, debe tener todavía más restricciones para el ingreso desde el punto de vista estrictamente académico, no económico; caer en otro tipo de universidad sería destruir a la universidad. No podemos apostar a una salida al conflicto cediendo".

Raúl Benítez, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de Ciencias Sociales, dijo que hasta ahora la prensa ha hecho un mal uso semántico sobre la aplicación de la ley, entendida como empleo de la fuerza y la represión: "el uso de este término desgraciadamente puede demeritar su significado hacia el uso de la fuerza pública".

La reunión proseguía en la UDUAL, pero el ex rector Guillermo Soberón debía irse, y antes de abandonar el auditorio advirtió a sus compañeros: "nadie puede discutir con una pistola en el pecho", y les pidió que como académicos tomen el liderazgo en estos momentos difíciles por los que atraviesa la universidad, y pasen a la acción. Después, salió apresurado, y antes de abordar su vehículo, afirmó: "me da mucho pesar el estado en que se encuentra la universidad. Con el documento que presentamos damos el apoyo al Consejo Universitario y ponemos freno al congreso resolutivo".

También José Sarukhán propuso que el encuentro entre académicos e investigadores se realice de manera permanente en la UDUAL, y que se tome como agenda el documento elaborado por los ex rectores. Al término de la reunión se acordó mantener el contacto para destrabar "en la medida de sus posibilidades", la huelga universitaria. Asimismo, acordaron integrar una comisión que represente a ese grupo (Yssel Hernández).