n Cumple hoy siglo y medio de fallecido el autor de El gato negro
Edgar Allan Poe, un escritor que iluminó la oscuridad para crear la penumbra
n Ser un niño huérfano de madre y abandonado por el padre, rasgos de su infierno personal
César Güemes n Con el juicio extraviado deambulaba por las calles de Baltimore. Así lo encontraron, hablando con extraños demonios y ángeles y otros seres de diversos mundos, atrapado en una ciclotimia imbatible: de la depresión natural en su talante a la exultación provocada por el ajenjo.
''Pocas personas existen entre los pensadores más serenos, que no hayan creído alguna vez en lo sobrenatural, enfrentándose a ciertas coincidencias tan extraordinarias, que la inteligencia se siente incapaz de considerarlas como tales. Semejantes sentimientos, ya que esta semicreencia a que aludo jamás posee la energía perfecta del pensamiento, no pueden ser reprimidos sino difícilmente, a no ser que se les atribuya a la ciencia del azar o, técnicamente, al cálculo de probabilidades.''
(El misterio de María Roget)
Venía de un infierno personal: la muerte de su esposa apenas dos años atrás; el reconocimiento social, apenas cuatro años antes luego de vivir 36; la ruina económica, después de contar con antecedentes de haber sido un niño abandonado por el padre y huérfano de madre a muy temprana edad.
''De verdad, soy muy nervioso. Tremendamente nervioso. Lo he sido siempre. ƑPor qué dicen que estoy loco? La enfermedad ha aguzado mis sentidos, no los ha destruido ni embotado. De todos ellos, el más agudo era el del oído. Yo he escuchado todas las cosas del cielo y de la tierra y bastantes del infierno. ƑCómo, entonces, he de estar loco? Atención. Observen con qué salud, con qué calma puedo contarles esta historia.''
(El corazón revelador)
Creador de la ''literatura de género''
Hace 150 años falleció Edgar Poe Arnold, Edgar Allan Poe, luego de que el escocés John Allan lo acogiera en su casa sin adoptarlo. Poe nació en Boston, el 19 de enero de 1809. Y a partir de 1827, año en que publica Tamerlán, su vida toma el camino que lo llevaría a la puerta de emergencia: literatura y ajenjo. La primera le sirve como refugio ante los fracasos familiares, estudiantiles e incluso militares; el segundo le provoca la natural desmielinización que apresurará su muerte.
''Sería una locura expresarles mis pensamientos. Me sentí desfallecer y, tambaleándome, caí contra la pared opuesta. Durante un instante detuviéronse en los escalones los agentes. El terror los había dejado atónitos. Un momento después, doce brazos robustos atacaron la pared, que cayó a tierra de un golpe. El cadáver, muy desfigurado y ay cubierto de sangre coagulada, apareció, rígido, a los ojos de los circunstantes. Sobre su cabeza, con las fauces dilatadas y llameando el único ojo, se posaba el odioso animal cuya astucia me llevó al asesinato y cuya reveladora voz me entregaba el verdugo. Yo había emparedado al monstruo en la tumba.''
(El gato negro)
Decir que Poe falleció atormentado no le hace justicia a su estado de salud. Es posible que ni siquiera estuviese al tanto de lo que sucedía con su cuerpo. Más para fortuna de los lectores, que para la suya propia, dedicó su existencia a escribir cuentos y poemas. No fue un autor maldito, no fue un escritor de éxito en su momento y desde luego no le hacía ninguna falta pasar por tanto requiebro del destino para afinar su pluma.
''Hay un tema dilecto, sin embargo, sobre el cual no falla mi memoria. Es éste la persona de Ligeia. Era de alta estatura, algo delgada, e incluso en los últimos días un tanto decaída. Es en vano que intente describir la majestad tranquila, la soltura de su porte o la incomprensible ligereza y flexibilidad de su paso. Llegaba y partía como una sombra. No me daba cuenta jamás de su entrada en mi estudio, salvo por la amada música de su oscura y dulce voz, cuando posaba ella su mano sobre mi hombro.''
(Ligeia)
Sin embargo, la llamada ''literatura de género" le debe sencillamente la existencia. No habría ''género negro" sin él, al menos no como lo conocemos. No habría detectives de ficción. No habría interés por el misterio tratado narrativamente. Ni darks habría, pululando por la faz de la tierra, si Allan Poe no hubiese iluminado la oscuridad para crear la penumbra.
''Ustedes, los que me leen, están todavía entre los vivos. Yo que escribo ahora, estaré, desde hace mucho tiempo, en viaje por la región de las sombras. Porque, en verdad, sucederán extraordinarias cosas. Muchas secretas cosas serán reveladas, y pasarán muchos siglos antes de que se revisen estas notas por los hombres, Y cuando éstos las hayan visto, unos no creerán, otros dudarán de ellas y pocos hallarán materia de meditación en los caracteres que con un estilete de hierro grabo en estas tablillas.''
(Sombra)
Que hable Poe, ahora que está 150 años más muerto que cuando falleciera.