n Optimistas, la derecha y el gobierno de Chile
Acepta la justicia que Pinochet no asista a escuchar el fallo
Reuters, Afp y Ap, Londres, 6 de octubre n La justicia británica excusó hoy por razones de salud a Augusto Pinochet de comparecer este viernes ante el tribunal de Bow Street para escuchar el fallo en torno a si será extraditado o no a España, donde es reclamado para ser juzgado por crímenes de lesa humanidad.
La decisión fue anunciada por el juez Ronald Bartle, el mismo que emitirá el fallo del viernes, tras recibir un informe médico sobre el deterioro en la salud del acusado presentado por sus defensores, en donde se anota que en las últimas semana ha sufrido dos apoplejías menores, la primera el 9 y la segunda el 25 de septiembre.
"Estoy convencido de que la salud de Pinochet se agravaría aún más si tuviera que comparecer ante la corte", indicó. "Su presencia es, por lo tanto, excusada", apuntó.
El informe médico fue elaborado por el doctor Michael Loxton, quien señaló que las apoplejías eran leves y no se podían demostrar debido a que el paciente lleva un marcapaso que le impide ser sometido a una tomografía con resonancia magnética.
Pero explicó que su salud se ha deteriorado porque está mareado, muy cansado, orina con mucha frecuencia, su memoria está fallando y que llevarlo a un tribunal "lo situaría bajo una tremenda presión".
Por la noche, en Blackpool, la ex primera ministra Margaret Thatcher salió nuevamente en defensa del ex dictador y acusó a España y Gran Bretaña de colaborar para llevarlo a un "proceso fantoche", cuya única alternativa es "una muerte lenta".
Thatcher, invitada por pinochetistas, elogió al ex dictador por haber llevado a Chile "prosperidad y democracia" y dijo que se le quiere enjuiciar por haber "derrotado al comunismo", por lo que sostuvo que esto era una "venganza izquierdista".
Dijo sentirse mal porque el honor y la reputación de Gran Bretaña y de su justicia han sido "degradados", y reiteró que el ex militar fue su fiel aliado en la guerra de las Malvinas contra Argentina. Pero ahora, reafirmó, puede morir en Gran Bretaña como "el único prisionero político" en el país.
El canciller chileno, Juan Gabriel Valdés, declaró que su gobierno espera con gran interés el fallo británico sobre la extradición de Pinochet, e indicó que su regreso a Chile es imprescindible para superar el traumático legado del régimen militar.
Ricardo Lagos, el candidato presidencial por la Concertación Democrática, aseveró que el ex gobernante de facto debe ser juzgado en Chile por los actos perpetrados durante la dictadura. Recordó que su postura al respecto es bien conocida, ya que incluso en un momento decisivo enfrentó a la dictadura con mucha fuerza y decisión.
La decisión del juez Bartle de excusar la comparecencia de Pinochet pareció dar optimismo a la derecha y al gobierno de Chile sobre el fallo. No obstante, 32 senadores de la derecha exigieron la liberación de su caudillo porque con su detención "Chile es víctima de un ultraje".
Con todo, las amenazas contra dirigentes de izquierda y de derechos humanos se mantienen, mientras los pinochetistas anunciaban una vigilia en la noche del jueves para esperar el veredicto, y The New York Times dijo que la Agencia Central de Inteligencia sigue ocultando documentos claves sobre el papel de Estados Unidos en el golpe de Estado chileno de 1973.
Mientras, los diputados socialistas Fanny Pollarolo y Antonio Leal denunciaron que a fines de la dictadura militar la mayor empresa cuprífera estatal, Codelco, práctico el espionaje de sus 28 mil trabajadores, a fin de conocer sus actividades políticas, y que estuvo a cargo de la Central Nacional de Información entre 1988 y 1989, durante un año y tres meses.
En otro orden, la policía chilena detuvo al empresario César Palma Ramírez, del grupo ultraderechista Patria y Libertad, por su presunta responsabilidad en el crimen del sindicalista Tucapel Jiménez.
A su vez, Manuel Fuentes Wendling, ex líder de ese grupo, ofreció perdón por su actuación durante el régimen militar.