n La bancada socialista anuncia que llamará a comparecer al canciller Matutes


Niega España una ofensiva a favor del ex dictador

Armando G. Tejeda, corresponsal, y agencias, Madrid, 6 de octubre n El gobierno de España negó hoy rotundamente que haya iniciado una ofensiva en favor de la liberación de Augusto Pinochet, al desmentir una versión de prensa según la cual no habría apelación en caso de que la justicia británica optara por no extraditarlo.

El desmentido, tanto por el vocero gubernamental como por la cancillería, se dio luego de que el diario El País informó que dos diplomáticos españoles viajaron a Londres para ordenar a la fiscalía británica que en caso de un fallo favorable al ex dictador no se recurra la sentencia hasta recibir nuevas instrucciones.

Pero el vocero gubernamental, Josep Pique, afirmó que Madrid no puede ni quiere interferir en el proceso, y explicó que el equipo de abogados británicos está obligado a aceptar sólo las órdenes del juez que intenta su extradición, en este caso Baltasar Garzón, y no del gobierno español.

Si bien Pique confirmó la versión del diario de que dos funcionarios españoles viajaron a Gran Bretaña y que lo hicieron sólo para conocer los pasos sucesivos del caso, indicó que el método es que el juez entrega al gobierno la orden de extradición y es éste el que funge como acusación oficial ante la justicia del otro país.

El País dijo que los funcionarios que se trasladaron a Londres fueron Miguel Aguirre de Cárcer, subdirector del gabinete técnico de la cancillería, y Carmen de la Peña, funcionaria de la embajada española en Londres, quienes habrían transmitido a la fiscalía de la corona que se abstuviera de apelar tras el fallo del próximo viernes.

Pero también un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Joaquín Pérez Villanueva, salió al paso del reporte de prensa al señalar que la versión se trata de una información "radicalmente falsa", ya que el gobierno "no ha cursado instrucción alguna a la fiscalía británica sobre el futuro trámite procesal en este caso".

Sin embargo, la versión de prensa causó gran revuelo con fuertes críticas del opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE), al tiempo que Garzón regresó anticipadamente a España desde Paraguay, donde se encontraba, a fin de ratificar su decisión de que España apelará en caso de un fallo favorable a Pinochet.

Los informes indican que Garzón giró instrucciones al juez que lo sustituye durante su ausencia, Juan del Olmo, para que transmita nuevamente la orden que ya dio él personalmente el primero de octubre a la justicia británica, para que, ante un eventual fallo adverso, se recurra la sentencia.

Rafael Estrella, portavoz del PSOE, afirmó que el gobierno de José María Aznar ya se quitó la careta y "está haciendo una clarísima injerencia política" de la justicia española y británica, y puntualizó que la bancada socialista va a pedir la comparecencia del canciller Abel Matutes.