n La centralización limitó el desarrollo: Zedillo
Sólo tiene sentido el federalismo si fortalece la unidad nacional
n Significa transferir recursos y poder a gobiernos locales, afirma
Rosa Elvira Vargas, enviada, Mont Tremblant, 6 de octubre n Federalismo y democracia sólo adquieren cabal sentido si contribuyen a fortalecer la unidad nacional, estableció aquí el presidente Ernesto Zedillo. Subrayó la obligación del gobierno nacional de transferir recursos desde las regiones más prósperas hacia las que tienen mayores carencias y puntualizó que esa función redistributiva o compensatoria, "es esencial para que el federalismo verdaderamente contribuya al desarrollo integral y a la justicia social''.
Con la muy clara intención de abonar a la polémica que sobre las participaciones fiscales impulsa desde Nuevo León el gobierno local panista, Zedillo usó este foro internacional para afirmar: "si estamos unidos en una federación es precisamente para ser más fuertes, para ayudarnos unos a otros, para que los más aventajados apoyen a los menos avanzados''.
Ciertamente, había admitido, en materia de federalismo fiscal en México, "debemos avanzar mucho más''. Pero en todos los casos, puntualizó, la "gran condicionante'' a esa acción debe ser la responsabilidad compensatoria que tiene el gobierno nacional.
Para el jefe del Ejecutivo federal, "muchos de los problemas del desarrollo de México y muchas de las limitaciones" que frenaron una plena democracia, "se debieron al centralismo excesivo''. Entonces, y en términos prácticos -dijo- hoy en México afianzar el federalismo significa fortalecer a los gobiernos locales, municipales y estatales, "y transferir competencia, recursos, autoridad y poder del gobierno nacional a esos gobiernos locales''.
En la Primera Conferencia Internacional sobre Federalismo, el primer ministro canadiense, Jean Chrétien, hizo la apología de esta práctica en su país. También, y al presentar a su invitado, el orador de apertura en este foro, se refirió a Ernesto Zedillo Ponce de León, como "un ejemplo de la modernización y democratización del nuevo México''.
No quedó ahí, aseguró que el presidente mexicano ha dirigido a su país "con gran visión y sabiduría'' y que dejará una enorme herencia y logros.
Por su parte y ya en el uso del micrófono, Zedillo disertó en español -lo que provocó problemas momentáneos para la transmisión televisada, y que en la intempestiva búsqueda de un traductor dejó huecos que fueron llenados por un comentarista que criticó al mandatario mexicano y hasta subrayó que su antecesor, Salinas de Gortari, "hablaba muy buen inglés'', y afirmó "con satisfacción'' que México está viviendo hoy cabal y "apasionadamente" la democracia.
De entrada detalló un recuento histórico de la vocación federalista del país y su, hasta hace poco, escasa expresión práctica debido la existencia de un centralismo que se reprodujo y fortaleció a sí mismo, limitó el desarrollo y concentró de manera excesiva la administración, las decisiones y las oportunidades.
''Muchas y muy graves fueron las consecuencias de la excesiva centralización'', convino el mandatario. Expuso que en el plano económico, se favoreció un fuerte intervencionismo del Estado que inhibió la participación social y la iniciativa individual. La consecuente existencia de una administración central grande y pesada, "perdió su eficacia y los avances económicos no eran equilibrados''.
En este estado de cosas, añadió Ernesto Zedillo, la responsabilidad social del gobierno federal de compensar la desigualdad de recursos, bienestar y oportunidades de progreso de los estados más pobres, "perdió primacía'', pues la riqueza y las inversiones se concentraron en algunas regiones del país, mientras otras quedaban marginadas.
Aún más, comentó, los gobiernos locales siguieron siendo generalmente débiles y dependientes. Fueron sometidos a la subordinación. Sin atribuciones, recursos ni medios técnicos suficientes, eran gobiernos incompletos e impotentes y su fragilidad contrastaba con el aparato del gobierno nacional presente en cada estado.
Para refrendar su vocación federalista, Zedillo expuso las acciones que en la esfera de la enseñanza impulsó en el sexenio pasado desde la Secretaría de Educación Pública; los hechos en el mismo sentido que durante su mandato se orientaron en el sector salud y las que tienen que ver con los programas de apoyo agropecuario, el manejo del agua para riego agrícola, la construcción y operación de sistemas de agua potable, la construcción y el mantenimiento de carreteras secundarias y caminos rurales, así como programas de capacitación y de protección del ambiente.
Pero, aclaró, de ninguna manera basta con descentralizar las funciones de gobierno, pues esa medida debe acompañarse de la autoridad jurídica y los recursos presupuestales.
Por ello, consideró que quizá el avance "más significativo'' en el plano federalista durante su gestión se refiera a la reforma al sistema de transferencia de recursos presupuestales del gobierno nacional a los estatales y municipales.
En ese plano, apuntó, se ha acabado con los márgenes para la "discrecionalidad arbitraria'', estableciendo criterios objetivos para la asignación de recursos, los cuales dan prioridad a los estados y municipios con mayores rezagos sociales y mayores carencias de infraestructura.
Por todo ello, el titular del Ejecutivo afirmó ante los delegados participantes -y procedentes de 20 naciones de todas latitudes--que "los mexicanos estamos avanzando con firmeza hacia un federalismo vigoroso'' y que a su consolidación "dará un impulso adicional'' la madurez democrática que está alcanzando el país.
El federalismo, dijo casi al final el Presidente, equilibra el valor de la unidad nacional y la vida propia de estados y municipios. Por una parte privilegia la existencia de la nación y por otra, afianza la vocación del gobierno autónomo de los estados y municipios.
En el siglo que viene, dijo entonces, el federalismo mexicano se afianzará como el sistema político más adecuado para asegurar la unidad de la nación.
Como copresidente del foro, Hans Hanning Voucherau, ex alcalde de Hamburgo, en Alemania, dijo que el federalismo se conoce cada vez más como la vía del futuro en este mundo posmoderno pero que requiere de estructuras claras, deslindar competencias y responsabilidades y definir claramente los derechos y deberes así como su financiamiento.
De regreso a Ottawa, luego de su participación en este foro, el presidente Zedillo se reunió en privado con Chrétien, almorzaron juntos y dieron un comentario final sobre sus disertaciones