n Se demostrará que hay condiciones para enjuiciar al ex dictador, afirma


Chile necesita el regreso de Pinochet para unos comicios tranquilos: Frei

n La "vía humanitaria" para su retorno, cada vez más incierta, consideran fuentes diplomáticas

n Admite el vicecanciller Mariano Fernández que el senador vitalicio no es la Caperucita Roja

Afp, Dpa y Reuters, Santiago, 10 de octubre n Chile necesita que Augusto Pinochet regrese al país para que el proceso de reconciliación y las elecciones generales diciembre se desarrollen en "forma tranquila", aseguró hoy el presidente Eduardo Frei, cuyo gobierno intentaría demostrar ante las autoridades británicas que en la nación sudamericana existen condiciones para juzgar al ex dictador.

En su primera alusión al tema desde que el juez Ronald Bartle dio el viernes luz verde a la extradición del ex general a España, Frei aseguró que Pinochet debe enfrentar la justicia en su propio país.

"Creemos que conviene que el senador Pinochet regrese a Chile y que enfrente aquí los cargos que tiene en la justicia, eso es lo correcto y esa es la norma del derecho internacional", dijo en su programa dominical de radio Conversando con el presidente.

Pinochet, detenido en Londres hace casi un año, enfrenta la acusación del juez español Baltasar Garzón que espera juzgarlo por 35 cargos de tortura o conspiración durante su régimen militar, entre 1973 y 1990.

"Los temas que afectan a los chilenos tienen que ser resueltos en Chile por los tribunales chilenos", insistió Frei, cuyo gobierno invoca razones humanitarias para lograr el regreso al octogenario ex dictador, antes de que se inicie un largo proceso de apelación de la extradición.

 

Hacia el Tribunal de La Haya

 

Sin embargo, Santiago también acudirá en noviembre ante el Tribunal Internacional de La Haya para pedir que decida si la actuación de España se ajusta a derecho, tomando en cuenta el principio de no extraterritorialidad de la ley.

El gobierno chileno, según fuentes extraoficiales, intentaría demostrar además que Chile puede juzgar a Pinochet, lo que no anularía en ningún caso la denominada "vía humanitaria". Ambas se considerarían en forma paralela para lograr que el ex dictador retorne a Chile, donde se han presentado 46 querellas en su contra en los últimos 20 meses, vinculadas a los 3 mil muertos y desaparecidos bajo su régimen.

El diario La Tercera comenta hoy que "las gestiones que se realicen en adelante serán absolutamente reservadas, aunque ya ha trascendido que girarán en torno al hecho de que Pinochet sí será juzgado en Chile por los eventuales crímenes que haya cometido, una vez de vuelta al país".

Fuentes diplomáticas en Santiago han señalado que la denominada "vía humanitaria" aparece hoy como incierta, porque para que sea aceptada, Pinochet --quien sufre de diabetes, artritis y problemas de la columna, entre otras dolencias-- debería estar afectado por una enfermedad terminal.

Por esta razón es que la acción chilena en Londres, además de presentar al gobierno británico nuevos informes médicos, está orientada a reiterar "argumentos políticos". En ese contexto, el vicecanciller Mariano Fernández declaró a la televisión que Pinochet "no es la Caperucita Roja" y que bajo su gobierno "hubo torturas, exilio y cientos de desaparecidos", pero esas violaciones a los derechos humanos "hay que arreglarlas acá".

El enviado especial de la cancillería, Alberto Van Klaveren, sondea actualmente en Londres la disposición que tendría el ministro británico del Interior, Jack Straw, para conceder el regreso de Pinochet por razones humanitarias.

Como es difícil que Straw acceda a esta vía cuando la Cámara de los Lores la rechazó, la defensa de Pinochet decidió interponer el próximo lunes 18 de octubre un recurso de apelación. Pero para el gobierno chileno, la señal dada por el juez Ronald Bartle al aceptar la no comparecencia del ex dictador el viernes para conocer el veredicto, por un informe médico, podría dar pie a la tesis de que si no puede soportar una hora de juicio menos podría tolerar una nueva apelación, que podría tomar un año entero.

 

Ejército chileno ha dado tremenda muestra de respeto

 

Por su parte, el ministro de Defensa, Edmundo Pérez, aseguró en declaraciones publicadas hoy por el diario El Mercurio que las fuerzas armadas, pese a su preocupación y malestar por la detención del ex jefe del ejército, "han dado una muestra tremenda de respeto a la legalidad vigente".

El ejército no ha comentado el fallo del viernes, pero en una comunicación interna a los cuarteles filtrada a la prensa, su comandante, general Ricardo Izurieta, lo calificó de injusto y resultado de "una clara maniobra de venganza internacional".

El ministro Pérez criticó además "la pretensión española de que su sistema judicial es superior al chileno...Un supuesto insólito", y consideró que una mesa de diálogo cívico-militar instalada a instancias suyas en agosto consiguió un logro importante cuando en consenso reconoció las desapariciones forzadas, oficialmente negadas en la dictadura pinochetista.

Añadió que una tarea pendiente de esa mesa de diálogo es establecer si existió una política gubernamental de violaciones a los derechos humanos o si los autores fueron grupos represivos fuera de control.

Entre tanto, no se registraron este domingo en la capital chilena manifestaciones por el caso Pinochet, quizá debido al fin de semana largo que disfruta el país por ser el martes festivo, al tiempo que en Buenos Aires, el diario Clarín aseguró que en un testimonio dado hace 15 años para ser difundido después de su muerte, el fallecido ex jefe de la fuerza aérea chilena Gustavo Leigh aseguró que a Pinochet hubo que "conminarlo para que se plegara" al golpe de Estado de 1973, pues temía por su vida.