La Jornada martes 12 de octubre de 1999

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

Contribuyen gravemente al debilitamiento del espíritu nacional las especulaciones corrientes que se hacen en Tabasco sobre presuntas motivaciones políticas, partidistas, electoreras, en la toma de decisiones técnicas relacionadas con las recientes inundaciones.

Segmentos del partido en el poder, y diputados locales priístas, hacen sentir su extrañeza por que la capital del estado, Villahermosa, hubiese sido tan castigada por afluencias que en otras zonas, más propicias para el desastre, no fueron tan afectadas.

En diarios tabasqueños totalmente afines al madracismo se desliza la versión de que el tamaño de la desgracia habría sido magnificado intencionalmente para cargarle la culpa al precandidato presidencial nativo.

Sobre este tema, el presidente Zedillo se ha ocupado durante su gira por Teziutlán, Puebla, pero, por desgracia, más con elaboraciones discursivas que con rigores técnicos o científicos.

Sus iniciales son RM

Al referirse a quienes están en campañas políticas (sin nombrarlos, pero a los cuales, como una cortesía particular de Astillero, habremos de señalar aquí con las iniciales R de Roberto y M de Madrazo), el presidente Zedillo dijo: "no quisiéramos pensar que no externan una preocupación auténtica por la gente, sino que lo hacen por un interés político personal. En una desgracia así, no se vale pretender lucrar políticamente para ganar un espacio en los periódicos, la radio o la televisión. Quienes han fallecido, o sufrieron pérdidas, merecen nuestra solidaridad, pero también nuestro respeto..."

Tiene razón el presidente Zedillo, y en ese sentido sería conveniente, haciendo a un lado intereses políticos personales y pretensiones de lucro electoral, esclarecer de manera tajante, inequívoca, las circunstancias que han rodeado el manejo gubernamental de la tragedia reciente.

Las versiones de que se abrieron compuertas de algunas presas (el director de la Comisión Nacional del Agua, Guillermo Guerrero, había dicho en anterior conferencia de prensa que no se había abierto ninguna compuerta, pero ayer, en Tuxtla Gutiérrez, René Avalos Carranza, el superintendente de la otra dependencia acusada, la Comisión Federal de Electricidad, dijo que una de las cinco presas hidroeléctricas de Chiapas abrió sus vertederos), de que se tomaron medidas equívocas (intencionales o no intencionales, ese es otro asunto) y de que cauces y vasos que habrían servido para desviar o contener las aguas fueron rellenados para construir otro tipo de obras, envenenan el ambiente nacional.

Sin tanta palabrería encendida, sin adjetivos ni juicios de valor, es necesario que la máxima autoridad federal deje sentado, sin sombra de duda, un dictamen técnico, científico, el cual coloque las cosas en su lugar.

Ahora, cállense todos

(No con la contundencia del "cállese" o "me las paga" pronunciado en Gutiérrez Zamora, Veracruz, pero el presidente Zedillo sigue considerando que su voz es, por sí misma, una verdad incontestable, y que otras voces no tienen la misma calidad. Ayer, en Teziutlán, dijo que quienes opinan sobre las causas del desastre de las inundaciones generalmente no están informados, y que en todo caso, antes de hablar, primero deberían documentarse e investigar con seriedad. "Bienvenida su opinión si está fundada en hechos, pero no si se basa en especulaciones", asentó el Presidente. Es lamentable el alegato, proviniendo de quien actúa por mandato de todos los mexicanos, pues la obligación de los ciudadanos no es la de informarse e investigar, sino que la de las autoridades es la de informar y convencer. Las especulaciones, por poca documentación y sustento científico que pudiesen tener, sólo pueden avanzar en el ánimo popular cuando hay vacío de información o cuando el escucha no cree esa información, por más seria y confiable que parezca).

ƑGuiños entre Fox y Madrazo?

Vicente Fox ha dicho que la Comisión Nacional del Agua (CNA) es la responsable de los desastres a la población causados por las inundaciones recientes. Con esa postura, el guanajuatense se mantiene en la misma línea de endosar a lo federal las causas de los problemas locales, como sucedió con el caso de las explosiones de Celaya, que el candidato panista considera culpa de las autoridades federales y no de él mismo, cuando fue gobernador, ni de sus correligionarios, hoy en los poderes estatal y municipal.

Pero, además, Fox se alínea en el mismo sentido que ha expresado Roberto Madrazo, de enfilar los reflectores sobre la CNA (aunque el tabasqueño también acusa a la Comisión Federal de Electricidad).

Recientemente se han manifestado algunos esfuerzos notables de acercamiento foxista hacia el precandidato priísta. En un acto público, el guanajuatense dijo sin contexto que hiciese pensar en sornas o ironías, y sí en cambio con un tono que sonó a sincera complicidad: "šDuro, Madrazo, dále a Labastida!".

La reciente sinfonía Fox-Madrazo ha contrastado con ciertos indicios que parecerían apuntar a que Cuauhtémoc Cárdenas estaría tomando distancia de la posibilidad de aliarse con el tabasqueño. Cárdenas ha hecho sentir que hay de priístas a priístas a los que se puede aceptar en el PRD, y ha establecido la importancia de la congruencia política y de la autoridad moral.

Fox y Madrazo, Ƒunidos por el poderosísimo pegamento Salinas?

Los chicos de Hacienda

A pesar de que los candados estatutarios del PRI les dieron tal revés que les dejaron expresamente fuera de las contiendas políticas que hoy se viven a nivel nacional, siguen activísimos los chicos de José Angel Gurría (bueno, en realidad, de Guillermo Ortiz; bueno, en realidad, de José Córdoba Montoya; bueno, en realidad, de Carlos Salinas...)

En Mérida, por ejemplo, Tomás Ruiz, subsecretario de Ingresos de la secretaría de Hacienda, se lanzó a dar clases de política en la tierra de uno de los mayores dinosaurios vivos, Víctor Cervera Pacheco, el único mexicano que ha gobernado un estado más de seis años después del triunfo antireeleccionista de Francisco I. Madero.

Dijo Ruiz, el virtual doctor en Ciencias Políticas, que las campañas políticas permiten el paso a la oferta populista, a la pretendida solución sencilla sin sacrificios. Ya encarrerado, al inaugurar una reunión nacional de funcionarios fiscales, el oráculo de los grillos se reveló como faro de los políticos descarriados, al advertir que los mexicanos todos debemos exigir a los actores políticos, a los legisladores, así como a los candidatos, que tengan responsabilidad en sus planteamientos económicos.

Otra luz política desbordada se pudo observar al otro extremo del país, pues Javier Treviño, Oficial Mayor de la secretaría de Hacienda, se dio por enterado de que en este país no hay autoridad por encima de él, ni presidencia ni secretaría de gobernación, y le entró directamente a reprochar al gobierno de Nuevo León una campaña de televisión con la que Fernando Canales Clariond trata de justificar ante sus gobernados la demanda que ha hecho a la Federación de mayores participa- ciones económicas.

Treviño, a quien nadie eligió, que no representa a nadie, y que es un simple empleado (de alto sueldo y buenos viáticos) de una dependencia del Poder Ejecutivo Federal, se metió a darle consejos a una autoridad electa, a tratar de regañarla y a dar pautas de comportamiento político.

Y eso que Gurría no fue el candidato. (fin, sin astillas).

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