Ť Se exigió cumplir los acuerdos de San Andrés


Trato digno a indígenas, reclamo en las marchas del 12 de octubre

Ť Protestas en varios estados por 507 años de exterminio

Desde un viejo luchador jaramillista, Félix Serdán, hasta sobrevivientes de la masacre de Acteal, expresaron en la marcha del 12 de octubre su exigencia por la paz y justicia, así como trato digno a los pueblos indígenas.

En el Distrito Federal y en distintos estados el país se realizaron ayer sendas movilizaciones en "protesta por los 507 años de exterminio hacia los indígenas" y con la demanda que desde hace tres años han hecho suya los grupos campesinos: el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés.

En esta ciudad capital, la marcha fue encabezada por Serdán, quien a sus 82 años, 57 de ellos como luchador social, sostiene que ahora "estamos peor que antes, porque ya ni tierra tenemos. Mi lucha comenzó porque quería que hubiera mejores condiciones de vida para los campesinos y eso todavía no se ha logrado".

A las 11 de la mañana salió del Monumento a la Revolución la manifestación que cada año realizan organizaciones indígenas en protesta por "los más de 500 años de exterminio".

En esta ocasión la asistencia fue de las más bajas. Con cerca de 500 personas, según la policía, y mil según los organizadores, el contingente hizo su recorrido por el monumento a Cuitláhuac y el de Colón, para después pasar por Reforma, avenida Juárez y llegar al Zócalo.

Entre los asistentes destacaban los niños tzotziles de Acteal, que portaban cartulinas con el nombre de las víctimas de la masacre de diciembre de 1997, y de la cual sobrevivieron. También asistieron pequeños contingentes del Congreso Nacional Indígena, el Frente Nacional de Resistencia contra la Privatización Eléctrica y el Frente Popular Francisco Villa.

En la Plaza de la Constitución, el coro de los niños de Acteal hizo una presentación. De sus voces se escuchaba: "paz, justicia y dignidad para los pueblos indígenas".

Acompañado por su esposa, Emilia Sosa, Félix Serdán recordó que a los 25 años se incorporó al movimiento campesino encabezado por Rubén Jaramillo, quien fue zapatista y luchó contra el caciquismo; "eran las mismas ideas que plasmó Zapata en el Plan de Ayala y son las mismas demandas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional", sostuvo.

"En 57 años las cosas no han cambiado. Estamos peor que en 1910, la tierra pasó a ser de los campesinos, eso tenía que respetarse, pero con las reformas que hicieron al artículo 27 constitucional nos doraron la píldora y después se restringieron los créditos, lo que ha dado como resultado que en el campo no se cultive y se promueva la venta de las tierras", dijo.

Ahora, mencionó, "se busca privatizar la educación. Esto vuelve a ser lo mismo de siempre, porque los campesinos seguimos sin poder ir a la escuela".

Vive de una pensión de mil 47 pesos mensuales y del apoyo de organizaciones campesinas de Morelos; sin tierra, porque se las dejó a sus hijos, aseguró que continuará con la lucha de los indígenas para el "cumplimiento de los acuerdos de San Andrés".

Bloquean carreteras en Chiapas

Campesinos e indígenas de los estados de Chiapas, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Michoacán y Jalisco exigieron al gobierno federal el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés Larráinzar, el retiro del Ejército en Chiapas y el otorgamiento de mayores recursos a los habitantes de las comunidades indias de todo el país.

Durante la también denominada Marcha por la dignidad, más de 30 mil integrantes de diversas organizaciones campesinas, sindicales y estudiantiles marcharon y bloquearon carreteras en unos 25 municipios de Chiapas.

Demandaron la destitución del gobernador Roberto Albores Guillén, la regularización de predios, entrega de tierras, apoyos para proyectos productivos y tarifas preferenciales en el costo de la energía eléctrica.

Rechazaron además el uso de recursos públicos en las campañas proselitistas del PRI y la privatización de la educación y de las industrias paraestatales.

En San Cristóbal de las Casas, 2 mil manifestantes marcharon por las calles y concluyeron con un mitin en la catedral, donde advirtieron que "no vamos a tolerar que el gobierno opresor continúe despojándonos de nuestros derechos, como lo ha hecho durante 507 años".

Repudieron las recientes reformas constitucionales hechas por el gobierno chiapaneco sobre derechos y cultura indígena y sobre la creación de nuevos municipios en la entidad.

Víctor Manuel Pérez López, vocero de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), señaló que este año ha habido más negativas a la atención de sus solicitudes, "porque los recursos se están desviando a las campañas del PRI".

Explicó que el gobierno del Chiapas ha anunciado la entrada de diversos apoyos de la Federación, que no han aterrizado en las comunidades; sin embargo, dijo, "sí han llegado los comités del PRI a repartir pollos y despensas para que voten por sus candidatos; entonces nosotros pensamos que se están quedando ellos con los recursos para sus campañas".

Demandas de todo tipo

Durante los mítines que se llevaron a cabo en los diferentes municipios, cada organización hizo énfasis en sus demandas particulares.

Los sindicalistas de la planta productora de moscas estériles exigieron su reinstalación; trabajadores del INEGI demandaron mayores prestaciones laborales y colonos del municipio de Yajalón solicitaron la aplicación de la ley orgánica municipal.

Asimismo, integrantes de la Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ) de Venustiano Carranza pidieron la regulación de los predios que tienen en posesión. Habitantes del municipio de Tapachula requirieron tarifas preferenciales en el costo de la energía eléctrica y estudiantes paristas de la Universidad de Chiapas, disminución de las cuotas de inscripción, entre otras.

En Ocosingo, más de mil indígenas se manifestaron en la cabecera municipal y bloquearon durante dos horas la carretera que comunica con Palenque, mientras que más de siete mil habitantes de los municipios de la costa chiapaneca marcharon por las principales calles de Tapachula, en donde corearon "šfuera Albores!", "que se termine la represión indígena" y "el campo necesita recursos".

Concluyeron con una concentración en donde Noé Hernández Caballero, dirigente de la OCEZ, señaló que el gobernador chiapaneco ha propiciado las condiciones suficientes para más acteales y "por eso nuestra demanda fundamental es su renuncia inmediata, junto con el reposicionamiento del Ejército Mexicano, como un paso de buena voluntad de paz".

En Campeche, los manifestantes se concentraron en la Plaza de la República, donde denunciaron el acoso y hostigamiento del gobierno federal hacia las comunidades indígenas simpatizantes con el EZLN.

En Michoacán, unos 500 purépechas, nahuas, mazahuas y otomíes se manifestaron ante el palacio de gobierno, en demanda de que concluyan los operativos policiacos contra de sus comunidades, las cuales exigen el respeto a sus bienes y tierras. Calificaron la fecha como "de luto y de lucha".

Los oradores señalaron que los indígenas viven el acoso de las policías judiciales en pueblos como Cherán, Nahuatzen y Ocumicho, población esta última en la que existe un litigio con ejidatarios y pequeños propietarios por la posesión de un predio de 600 hectáreas, pese a que los pobladores purépechas aseguran contar con títulos virreinales de posesión.

Finalmente, unos cien huicholes se concentraron en la Plaza de Armas de Guadalajara, Jalisco, en donde recordaron que desde hace cinco décadas ganaderos de Nayarit, Zacatecas y Durango les invadieron unas cien mil hectáreas de tierras y a pesar de que los tribunales les han dado la razón, las autoridades federales y estatales no los apoyan para recuperarlas.

(Angélica Enciso y Angeles Mariscal, Elio Henríquez, Juan Balboa, Rodolfo Villalba, Lorenzo Chim, Raúl López y Cayetano Frías, corresponsales)