Ť Religiosos de la zona
En Papantla habría 400 muertos por las inundaciones
José Antonio Román Ť La diócesis de Papantla, que comprende el municipio poblano de Teziutlán y el veracruzano de Tecolutla, es la zona más dañada del país, pues el número de muertos por las inundaciones y los deslaves de los últimos días podría llegar a 400, dijo el secretario ejecutivo de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Luis Barrera, quien se basa en datos de diversas organizaciones religiosas de la zona y del obispo Lorenzo Cárdenas Aregullín.
Informó que la CEM ha girado oficios a todos los obispos del país a fin de invitarlos a que convoquen a la sociedad en general a continuar su ayuda solidaria con la población damnificada en Veracruz, Puebla, Tabasco, Tlaxcala, Hidalgo, Oaxaca, Guerrero y Chiapas.
Entrevistado en el contexto de la segunda Conferencia Anual de la Nueva Evangelización de América, el presbítero, quien procede precisamente de la diócesis de Papantla, informó que ha mantenido comunicación permanente con el obispo Cárdenas, quien ha calificado la situación de "sumamente crítica" y ha pedido el auxilio de las diversas organizaciones de asistencia de la Iglesia católica.
Hasta el momento la catedral de Papantla, que por diversos motivos históricos tiene su sede episcopal en la ciudad de Teziutlán, ha servido como capilla ardiente para velar a decenas de muertos, pero debido al estado de descomposición en que ya se encuentran los cuerpos rescatados, éstos son sepultados inmediatamente, por razones de higiene.
Expresó que uno de los pocos lugares seguros y secos que se encuentran en la zona es el campo de futbol del seminario, donde han descendido helicópteros que transportan ayuda. Asimismo, han hecho ahí su base mil 800 elementos del Ejército, quienes laboran en las tareas de rescate y reconstrucción de la zona.
De acuerdo con información de la diócesis, hay más de 6 mil familias damnificadas, tan sólo en esa región, según comentó Barrera, y señaló que existe un gran interés de obispos y sacerdotes extranjeros asistentes al acto religioso ųque se realiza en la sede episcopal de Lago de Guadalupe, en Cuautitlán, estado de Méxicoų por ayudar a los damnificados, por lo que se ha planteado formar un puente de apoyo con sus respectivos países, como Brasil, Estados Unidos y Canadá.
Por ello, agregó que el gobierno mexicano, si bien ha anunciado que no solicitará apoyo del extranjero para enfrentar el desastre natural, tampoco debiera rechazar el auxilio que podría provenir de otros países. "Cuando hay problemas, y más de esta naturaleza, nadie puede resistirse a recibir ayuda", aseveró.
Ť Los niños son alimentados con raíces y agua sucia
El pueblo totonaca muere y nadie le hace caso, acusan ancianos
Ť Piden que Zedillo acuda a sus comunidades a constatar los daños
Andrés Morales, corresponsal, Valle de Totonacapan, Ver., 12 de octubre Ť En esta fecha, conocida como la del descubrimiento de América por el imperio español, el pueblo totonaca lloró por las vejaciones históricas y por su gente, que se muere en el Totonacapan tras la desolación dejada por las lluvias y el desbordamiento de ríos, y clamaron ayuda de mexicanos y extranjeros para rescatar "su futuro", sus niños, que en la Sierra Alta son alimentados con raíces y agua sucia.
Desde la sede de una de las culturas milenarias de América, los Consejos de Ancianos Totonacos y el Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ) convocaron a todos los pueblos indios de México y a los habitantes de otros países a solidarizarse con los miles de damnificados, hoy amenazados de muerte "por la indiferencia gubernamental", y a eliminar todo festejo alusivo al Día de la Raza, pues "no podemos celebrar cuando nuestros hermanos se mueren de hambre y buscan sus muertos entre el lodo".
Ofrecen transporte para el Presidente; cuidaremos que no se enlode, dicen
Reunidos en "consejo extraordinario", los comisariados ejidales de las 146 comunidades rurales del Totonacapan acordaron proporcionar un par de caballos, lanchas y guías al presidente Ernesto Zedillo y al gobernador Miguel Alemán para que vengan a la sierra y constaten la desgracia. "Los cuidaremos para que no se enloden, pero que observen nuestras casas destrozadas y nuestras siembras echadas a perder y el lugar donde creemos que están atrapados nuestros muertos", expresó Donato Herrera, del ejido Río Claro.
Pidieron a ambos no ignorar el sufrimiento y eliminar las "condiciones políticas" que algunos operadores locales imponen para otorgar la ayuda. Mencionaron en especial al subsecretario de Gobierno, Nicodemus Santos Luck, y al director de Seguridad Pública, Valentín Romano, que desvían las dotaciones de víveres hacia otros municipios gobernados por el PRI.
En el Totonacapan llueve desde anoche y, silenciosamente, miles de habitantes de comunidades serranas iniciaron el éxodo a las partes altas. "El río Tecolotla puede enfurecerse y acabar con los que sobrevivimos, y si no nos cuidamos nadie nos avisará ni mucho menos nos ayudará después", comentó Efigenia Sánchez, quien se apuró a recoger un poco de arroz regalado para subir 15 kilómetros y alertar a sus familiares de El Remolino.
A una semana del desbordamiento de los ríos en la zona norte de Veracruz, que devastó los municipios de Gutiérrez Zamora, Papantla, Nautla, Tecolutla, Poza Rica, Alamo, Tuxpan y Cazones, el apoyo gubernamental sigue a cuentagotas y evoca las acciones de rescate, el traslado de víveres y medicinas a la zona costera "proturística", mientras que en el Totonacapan más de 400 mil pobladores comenzaron a resentir los estragos de las infecciones gastrointestinales y de la piel, así como la hambruna.
Este día, programado para que los voladores de Papantla practicaran su tradicional danza en honor a los cuatro puntos cardinales, como una señal de la resistencia a más de 500 años de sometimiento, no se ejecutó ningún rito. El pueblo está de luto, sus miembros perdieron casas, cosechas, trabajo y familiares. Clama por ayuda para encontrar a sus muertos.
Los consejeros ancianos de las comunidades totonacas declararon al 12 de octubre como un "día de dolor", pues "el pueblo se muere y nadie le hace caso, busca comida y el gobierno no les tiende la mano".
Rafael Rosas López de la comunidad Francisco I. Madero pidió a los "hermanos indios" de todo el país solidarizarse con el pueblo totonaco, y a los gobiernos extranjeros recomendar al presidente Ernesto Zedillo atender el clamor de los miles de indígenas azotados por el temporal, en lugar de celebrar el 12 de octubre. "Cuando el pueblo sufre, padece hambre y enfermedad, y busca entre el lodo a sus muertos, no debe haber festejo alguno, es un insulto".
Desde la sierra papanteca, los ancianos pidieron salvar el "futuro" de su nación, que es la niñez totonaca, hoy aislada en comunidades lejanas, con hambre, vómito y calentura, y en grave riesgo de muerte.
"No tenemos comida ni ha llegado ayuda. Para poner un ejemplo, en nuestro ejido hay unos 300 niños totonacas que, para que sobrevivan, los alimentamos con raíces de plantas y tratamos de darle el agua menos sucia. No importa que nosotros nos muramos, sino que ellos se salven, pues en la sierra son miles de niños", enfatizó el comisariado Rosas López.