La Jornada jueves 14 de octubre de 1999

Astillero Ť Julio Hernández López

El enredo presidencial respecto a la recepción de ayuda internacional tiene como telón de fondo el evidente fracaso tanto de las instituciones mexicanas dedicadas de manera profesional a controlar las tareas privadas de caridad y asistencia como de las propias instancias civiles de gobierno. A tal extremo ha llevado el presidente Zedillo su desazón que, de hecho, ha sometido a todos (gobernadores, secretarios de Estado, directores de paraestatales, presidentes municipales, organismos civiles) al único poder que a su parecer puede funcionar adecuadamente en estos desastres, el militar.

Múltiples ejemplos dramáticos ha conocido el Presidente de la República de los actos de corrupción que se han cometido a partir de fondos o recursos aportados de buena fe para paliar la desgracia de los mexicanos damnificados por desastres naturales. Justamente, en una circunstancia similar (desgracia-envío, recursos-corrupción) se inició el conflicto que desembocó en la caída del presidente de la Cruz Roja Mexicana, José Barroso Chávez.

Antes, de manera abundante, se habían documentado las múltiples desviaciones cometidas por Víctor García Lizama, su familia y su grupo, con los dineros presuntamente destinados a la asistencia privada, en particular respecto al Nacional Monte de Piedad. Y en los gobiernos estatales y municipales la rapacidad era similar. Además, con frecuencia se documentaban casos dramáticos de envíos hechos desde el extranjero de mercancías y víveres que pasaban largos meses en las aduanas en espera de una gestión menor o de un destinatario que nunca aparecía.

Todo lo antes dicho no abona, de ninguna manera, la actitud cerrada de la Presidencia en cuanto a la recepción de ayuda en especie. Ya el propio Senado, encabezado por la priísta María de los Angeles Moreno Uriegas, y otros segmentos del poder público, han mostrado su oposición a la actitud presidencial.

Por ejemplo, el senador priísta Samuel Solís ha dicho que ``no estamos en actitud de andar de limosneros y con garrote. La urgencia es tal que hay que aceptar la ayuda sin condicionamiento alguno''.

Otro senador priísta, Fernando Iturribarría, desaprovechó, en cambio, la oportunidad de guardar silencio, pues la defensa que hizo ayer de la postura del presidente Zedillo no ayuda mucho si se toma en cuenta que el citado legislador es uno de los funcionarios a quienes se investiga pues cuando ocupaba la Secretaría de Salud del gobierno de Diódoro Carrasco, en Oaxaca, se construyeron clínicas y centros de salud que en el terremoto recién pasado mostraron su deficiente calidad.

El presidente Zedillo quiere que no llegue ayuda en especie, pero sí en dinero. Elproblema no son las características del auxilio, sino las características de los funcionarios que se encargarán de recibirlo y de aplicarlo. En el fondo, lo que se está dando, en voz alta, y con resonancia internacional, es el reconocimiento de que el sistema mexicano de representación ya no funciona. No sólo el político, tampoco el privado y el asistencial. Un desastre verdadero.

Astillas: Todo fuera como jugar tenis. Jesús Silva Herzog invitó a Roberto Campa Cifrián a suavizar sus relaciones mediante el ejercicio deportivo. Dijo el ex secretario de Hacienda que él no muerde el anzuelo de las provocaciones (la pesca, en todo caso, también puede ser considerada un deporte) y por ello quiere aclarar malos entendidos con el ex director de la Profeco mientras cruzan raquetazos con una red en medio.

Campa Cifrián ha dicho que Silva Herzog está pagando hasta 15 mil pesos a personas que formarían el equipo electoral para la contienda interna del PRI. Don Jesús, por su parte, dijo que Roberto recibe apoyo de la estructura de la Profeco y que a nadie se le olvida la derrota del tricolor, cuando Campa era dirigente en la capital del país, por 71 a 0. Si juegan tenis, y dadas sus mutuas acusaciones, los asistentes deberán cuidarse los bolsillos y estar atentos para cuando los contendientes comiencen a darse de golpes con las raquetas... Jesús Zambrano, secretario general del PRD, ha dicho que su partido no considera expulsar a Porfirio Muñoz Ledo aunque, en cuanto éste acepte ser candidato presidencial del PARM, entonces habrá de quedar automáticamente desafiliado del partido del sol azteca. Difícil se la están poniendo a don Porfirio, pues no le están creando las condiciones del escándalo enmedio del cual él querría salir, ni le están colocando las piezas adecuadas para que arme una tragedia en la que él sea el mártir de la democracia crucificado por malvados pecadores... Terrible es la disyuntiva que propone el PAN respecto al todavía más terrible caso de Mireille Roccatti. Ya que la señora presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos se niega a moverse del asiento en el que la dejó años atrás Emilio Chuayffet, y dado que sus servicios son altamente necesarios para que en México continúe la impunidad en la violación de esos derechos, y las autoridades priístas sigan teniendo cómplices que les defiendan, los senadores están analizando variables que permitan desatorar tal conflicto. El PRI, desde luego, ofrece una idea mala: que la Roccatti siga lo que le resta de ejercicio y luego se nombre a otro ombudsman, conforme a las nuevas reformas constitucionales del caso. Pero el PAN, según lo ha precisado Gabriel Jiménez, propone algo que estremece nada más de pensar en que pudiese realizarse: que se elija a un nuevo defensor de los derechos humanos, por cinco años, o que se ratifique a doña Mireille por cinco años. Sería mejor que la dama en mención se vaya al estado de México como procuradora general de justicia, en el gobierno del azote de las ratas sin derechos humanos, Arturo Montiel... Desde París, don Jorge Saldaña envía por correo electrónico felicitaciones a Astillero por los pasos dados para promover de manera independiente la publicación de esta columna en otros medios. El reconocido periodista considera posible impulsar proyectos de comunicación que den espacio a voces ``no escuchadas, o silenciadas''. Gracias a don Jorge por sus palabras... A propósito, el mismo Jorge Saldaña había enviado antes una rima a Astillero, intitulada con una frase presidencial, ``tendré una paciencia infinita''.

Dice el texto: Reafirma el Presidente su ``paciencia''/ en la reciente gira de trabajo/ Al escuchar de un pobre su dolencia/ tranquilamente lo mandó al carajo...

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