n Entregó "documentación contundente" sobre la salud del ex dictador
Pide Chile a GB la liberación de Pinochet por razones humanitarias
n No estaría en condiciones de soportar la continuación del juicio de extradición, dice el canciller
n Reitera en Londres el ministro del Interior, Jack Straw, que esperará el final del proceso judicial
Enrique Gutiérrez Aicardi, corresponsal, y agencias, Santiago, 14 de octubre n Chile pidió formalmente este jueves a Gran Bretaña la liberación de Augusto Pinochet por razones humanitarias, y afirmó que esta gestión no imposibilita una apelación o recurso de amparo que los abogados del ex dictador se proponen presentar.
El canciller Juan Gabriel Valdés confirmó en conferencia de prensa la entrega de una carta que incluye documentación "contundente" sobre el deterioro en el estado de salud del ex general, cuyo documento fue cursado a la cancillería británica para que lo haga llegar al Ministerio del Interior, a cargo de Jack Straw.
Aunque Valdés rehusó dar detalles sobre la salud de Pinochet, dijo que "ha sufrido un deterioro notorio en el último mes" y argumentó que no está en condiciones de soportar la continuación del juicio de extradición, que podría durar dos años, y luego un juicio en España que podría prolongarse por otro año.
Indicó que el documento es respaldado por exámenes médicos recientes que Chile estima deben considerarse. Aseveró que si el magistrado Ronald Bartle, que autorizó la extradición, dispensó la presencia del acusado en el tribunal, entonces infirió que no hay razones para que Straw estudie el diagnóstico médico.
En cuanto a los comentarios surgidos la semana pasada de que la solicitud por razones humanitarias obstaculizaría la apelación de la defensa, el ministro desestimó que así sea al señalar que su petición es "un procedimiento entre gobiernos", mientras que la apelación sería una materia jurídica.
De acuerdo con la interpretación chilena y de abogados británicos, expuso, el gobierno de Eduardo Frei considera que Straw tiene facultades por ley para aplicar las razones humanitarias.
Con todo, dijo, Straw está también en condiciones de extender su discrecionalidad si así lo quiere, y Chile no da plazos.
Aunque el contenido de la carta enviada a Londres no fue conocido, trascendió que se habrían planteado tres condiciones en caso de ser liberado: que Pinochet y su familia deben abstenerse de hacer declaraciones políticas, que el ex dictador debe retirarse de las actividades políticas y que en Chile debe quedar a disposición de los tribunales.
Pero Valdés reconoció, en declaraciones al diario madrileño El País, que un juicio en Chile sería complejo ya que primero "un juez debería descubrir indicios firmes de una participación de Pinochet en los hechos que se le acusa", y que si pidiera su extradición primero debería solicitar ante el Parlamento el desafuero del senador.
Además, "se le debería declarar reo y entonces todavía habría otro problema: el juez del caso, Guzmán o Muñoz, debería dejar las actuaciones en manos de un ministro de la Corte Suprema, porque ésta sería la única manera de evitar que Pinochet pasara a disposición de la justicia militar".
Frei envió carta a Blair
En Londres se confirmó que la cancillería británica recibió la petición chilena y se indicó que este viernes el documento estará en el escritorio de Jack Straw.
Sin embargo, de momento el Ministerio del Interior reiteró que Straw esperará el final del proceso judicial.
Asimismo, el despacho de Straw dio a conocer que el 7 de octubre el presidente Frei envió una carta al primer ministro Tony Blair, pero que debido a su carácter confidencial no es posible revelar su contenido. Sin embargo, se da por hecho que el texto tendría que ver con el caso del ex dictador.
Por su parte, el líder senatorial Andrés Zaldívar dijo no hacerse ilusiones sobre un pronto retorno de Augusto Pinochet, mientras que la derecha y la Fundación Pinochet apoyaron la solicitud del gobierno.
En cambio la dirigente de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Viviana Díaz, calificó la petición como un hecho "vergonzoso".
En Madrid, donde ya se prepara el alojamiento para Pinochet en una antigua maternidad del Hospital Militar Central Gómez Ulloa, se informó que España y Chile se reunirán a fines de octubre en torno a la demanda chilena en La Haya, al tiempo que el ex presidente de gobierno Felipe González insistió en que su país no tiene derecho a juzgar al ex dictador.
Mientras que el gobierno chileno decidió autorizar protestas de partidarios y opositores a Pinochet cuando este sábado se cumpla el primer año de su arresto en Londres, en la Mesa de Diálogo se fijó en mil 299 el número de detenidos desaparecidos durante la dictadura, y los militares se comprometieron a cooperar para su localización.
En una entrevista de prensa, el ex general Sergio Arellano Stark, detenido y procesado por su participación en los crímenes de la llamada "caravana de la muerte", no sólo negó las imputaciones sino que afirmó que Pinochet nunca le ordenó efectuar acciones irregulares relacionadas con el asesinato de los disidentes.
Por su parte, el ex general Manuel Contreras fue notificado hoy de una nueva orden de arresto en su contra a petición de Italia, que reclama su extradición por el atentado llevado a cabo el 6 de octubre de 1975 en Roma contra el ex vicepresidente chileno Bernardo Leighton y su esposa.
Es decir, se le informó que el juicio de extradición comenzó.