n Cuidar focos rojos como UNAM y Chiapas, recomienda JP Morgan


México, a un paso del grado de inversión como país

Víctor Cardoso n Aunque México ha salido reforzado de la crisis y está a ''un paso'' de lograr el grado de calificación de inversión como país, debe cuidar diversos ''focos rojos'', entre los que están una eventual solución violenta al conflicto de la UNAM, que la insurrección en Chiapas vuelva al camino de las armas, y adoptar contingencias, en caso de una desaceleración de la economía estadunidense.

Este es el análisis que planteó el presidente de JP Morgan, Eduardo Cepeda, quien consideró necesario que el sector bancario --''una asignatura pendiente para la próxima administración''-- vuelva a convertirse en un instrumento de intermediación financiera mediante su capitalización por inversionistas extranjeros y corregir la ''irresponsabilidad'' de todos los años de que el presupuesto del gobierno federal sea una decisión concentrada en un solo mes.

Al participar en el Simposium de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios, Cepeda analizó las variables económicas del país y no vislumbró problemas significativos que pudieran incidir en una crisis similar a la de 1995.

De ahí que, consideró, las críticas de los precandidatos a la Presidencia de la República sobre el modelo económico ''son pura demagogia'' y aun pronosticó que no habrá cambios, pero advirtió acerca de la necesidad de permear los beneficios de los logros macroeconómicos hacia las clases media y baja porque ''existe un alto riesgo de retrocesos en países donde la calidad de vida de la población se deteriora''.

Dijo que en materia política y electoral ''se ha hecho mucho ruido'', pero afirmó que entre los inversionistas extranjeros existe plena confianza en que se respetarán los resultados de los comicios del año próximo, pero sobre todo, en que serán unas elecciones pacíficas.

''Pensamos y deseamos que sean unas elecciones limpias porque las reformas democráticas son irreversibles. El surgimiento de problemas en torno a las elecciones no genera mayor preocupación; lo que preocupa es que 'los demonios que andan sueltos' entorpezcan el proceso democrático'', comentó el analista.

Incluso, señaló que las calificadoras como Standard & Poor's y Moody's han asignado a México una categoría de BA-1 como riesgo país para las inversiones, lo que lo mantiene a un paso de ser recomendado como destino seguro. Indicó que si el tema electoral del año próximo es transparente, no violento y ''exitoso'', México alcanzaría un grado de inversión de BA-3 ''por propio mérito''.