n Del documental sólo existen copias en inglés, francés y alemán


Insiste Nettie Wild en saber si en México hay un lugar para A Place Called Chiapas

n La realizadora canadiense busca la forma de traducir su filme al español en el país

n Función para distribuidores, a la que asistió Ofelia Medina, en la Cineteca Nacional

Merry Mac Masters n Del documental A Place Called Chiapas (Un lugar llamado Chiapas), existen copias en inglés, francés y alemán, pero ninguna en español. Después de proyectar esta película en diferentes partes del mundo, la canadiense Nettie Wild, realizadora del filme de 93 minutos de duración, vino a México para buscar la forma de traducirla al español, así como ver el aspecto de su distribución.

Con ese fin, ayer se efectuó una función para distribuidores en la Cineteca Nacional ųa la que asistió la actriz Ofelia Medinaų de esta cinta estrenada hace año y medio en el Festival de Cine de Berlín, ganadora del premio canadiense Genie para mejor documental del año y que acaba de recibir el máximo galardón que otorga la Asociación Internacional Documental 1999, que Wild recogerá el próximo 29 de octubre en Los Angeles.

La cineasta cuenta cómo se involucró en el proyecto: ''Realizaba otro documental (Blockade, 1993) sobre quién controla la tierra en Canadá, donde veía la historia y decía, saben qué, los indígenas llegaron aquí primero. Entonces, Ƒqué hacemos? ƑLo ignoramos otros 500 años o lo enfrentamos? Justo cuando terminábamos la película, el 1 de enero de 1994, hubo un levantamiento indígena armado en Chiapas, así que mi antena ya estaba sintonizada.

''Me llamó la atención el tipo de movimiento que era el zapatista. Lanzaba muchas preguntas, no nada más para los mexicanos.''

 

Historia profunda

 

''Todos encaramos las mismas olas de la historia. Españoles, ingleses y franceses han estado en Canadá, Estados Unidos y América Latina. Así que me intrigó saber de este movimiento, que emplea un lenguaje distinto, que usa los medios como forma de comunicación, no de ideas monas, sino preguntas profundas acerca de la historia y muchas cosas más. Me enganchó. Creo que Chiapas es la historia más grande de las Américas".

Wild pasó ocho meses en el sureste del país filmando A Place Called Chiapas. Una particularidad de éste es que se hizo en 35 mm. Al respecto, comenta en entrevista que todos los documentales sobre el movimiento zapatista han sido en video y pocos llegan a la televisión. Si la directora/productora y su equipo lo filmaron en cinta fue porque sentían que si lograban llevar ese drama de la vida real al cine, el público iría a verlo. Anota lo difícil que es meter los documentales en los cines porque siempre se argumenta que ''de no contar con John Travolta, olvídelo". Para Wild, sin embargo, abordar la historia de Chiapas ''como el drama que es, de verdad, Ƒquién podría inventar esto? ƑDónde, en Hollywood podrían encontrar a un subcomandante Marcos? Es una historia profunda. La experiencia enseña que si le das seriedad, si lo tratas como gran película, el público asiste, y no nada más los que son del movimiento, porque es una cinta interesante".

Wild está consciente de que el presente no puede ser tratado como un filme común y corriente. Para promoverlo hay que ser creativo, ''muy guerrillero". En principio vino a México a ver si las personas creen que vale la pena proyectarlo aquí. La reunión de ayer, con escasa concurrencia, le mostró el interés por traducir el filme al español. También fue visto en Puebla, en el Congreso de las Américas donde, incluso, lo tuvieron que pasar dos veces ante la cantidad de personas que acudieron.

Terminada la proyección, Wild explicó que la ''reacción" ante la distribución de una cinta política en Canadá y EU es parecida a la de aquí: ''Nadie la quiere tocar. Lo que hicimos, particularmente en EU, fue demostrar que vendría el público si estaba enterado. Como no podíamos encontrar un distribuidor allí, fuimos a Nueva York, encontramos un cine, trabajamos con grupos comunitarios y llenamos ese recinto durante 14 días. A raíz de eso los distribuidores se dieron cuenta que era negocio". Además, después de cada función ''pasaron el sombrero" a fin de reunir fondos para Chiapas y enviaron 100 mil dólares.

Más adelante, la cineasta dijo estar en pláticas con el Canal 40 con el propósito de contar con su colaboración para la traducción de la cinta al español. Después, reconoció que en la actualidad México pasa por ''un tiempo político delicado", y que estrategias que funcionaron en otros países no necesariamente lo van a hacer aquí. No obstante, Wild insiste en saber si hay un lugar en México para A Place Called Chiapas.