Espejo en Estados Unidos
México, D.F. lunes 18 de octubre de 1999
Búsquedas en La Jornada

Primera Plana
Contraportada
Editorial
Opinión
Correo Ilustrado
Política
Economía
Cultura
Sociedad y Justicia
Estados
Capital
Mundo
Deportes
Suplementos
Perfiles
Fotografía
Cartones
La Jornada de Oriente
Correo electrónico
Editorial

UNAM: AISLAR LAS PROVOCACIONES

SOL A estas alturas del conflicto universitario se ha hecho evidente la existencia, tanto en el lado de las autoridades como en el de los huelguistas, de núcleos interesados en agravar la confrontación, impedir cualquier arreglo, suscitar la intervención de corporaciones policiales -federales o capitalinas- y, de esta manera, llevar el asunto universitario al ámbito de la violencia. A este respecto, cabe señalar las grandes coincidencias entre las propuestas de la derecha universitaria y los "distinguidos duros", por una parte, y las iniciativas delirantes que se escuchan en el Consejo General de Huelga (CGH): si Ignacio Burgoa, Raúl Carrancá y sus congéneres piden órdenes de aprehensión contra los huelguistas, los ultras de diversas facultades, al proponer el bloqueo de carreteras y avenidas importantes, con lo que provocarían un infarto urbano, claman por órdenes de captura contra ellos mismos.

Con las evidentes limitaciones del rector Francisco Barnés como telón de fondo, tales posturas ocupan el primer plano del conflicto cada vez que se abre una perspectiva de negociación y solución. Ahora, ante la programación de un encuentro entre representantes de los estudiantes en paro y de la Comisión de Contacto del Consejo Universitario, los ultras del CGH impusieron su decisión de cerrar tres institutos de investigación y amagaron con tomar la Dirección General de Servicios de Cómputo Académico (DGSCA), a sabiendas de que en ese centro se realizan actividades de importancia estratégica para la UNAM, pero también para el país.

Mientras, en la opinión pública nacional va haciéndose clara la percepción de una ominosa simetría en los bandos en pugna dentro de la máxima casa de estudios: un rector que actúa como rehén de feudos e intereses burocráticos, por una parte, y, por la otra, un movimiento estudiantil secuestrado por un grupo de activistas interesados en crear, fuera del ámbito universitario, situaciones de emergencia urbana y nacional.

El jueves pasado un sector de los huelguistas bloqueó los carriles centrales del Periférico, en lo que constituyó una acción provocadora que culminó en forma por demás lamentable. Ahora, además de cerrar institutos de investigación y de amenazar con la ocupación de la DGSCA, las mismas voces irresponsables proponen bloquear las principales vialidades y obstruir los accesos carreteros a la metrópoli. Tales acciones generarían, en circunstancias normales, un colapso en la economía de la ciudad, cortarían el desplazamiento cotidiano de millones de personas y causarían daños gravísimos al funcionamiento del país en general. Adicionalmente, en la situación de emergencia que vive la nación, impedirían buena parte de las tareas de auxilio que realiza la sociedad civil, a pesar de las torpezas e inercias burocráticas, para ayudar a la población damnificada por las recientes lluvias en Hidalgo, Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Chiapas.

No hay relación posible entre esas y otras iniciativas provocadoras y los auténticos afanes estudiantiles por preservar la gratuidad de la educación superior y dar a la universidad nacional un carácter más incluyente y democrático. De hecho, sus autores operan con métodos que incluyen el veto a planteles enteros, la expulsión de partidarios del diálogo, los linchamientos verbales de quienes sostienen posiciones negociadoras, las agresiones físicas, incluso, y un griterío de tintes fascistas para avasallar asambleas.

Es tan necesario y urgente que las bases estudiantiles en huelga aíslen esas expresiones de porrismo radical como que el Consejo Universitario haga el vacío a los académicos y funcionarios que piden una solución basada en la intolerancia represiva. Unos y otros expresan, a su manera, y con notable coincidencia, actitudes totalitarias opuestas al espíritu humanista que debe presidir la UNAM.


La Jornada, Coordinación de Sistemas Francisco Petrarca 118, Col. Chapultepec Morales, delegación Miguel Hidalgo México D.F. C.P. 11570 Teléfono (525) 262-43-00, FAX (525) 262-43-56 y 262-43-54