n Entrevista con el consejero Alonso Lujambio
Hoy el IFE puede regular mejor dinero y competencia por el poder
n Habría equidad en el financiamiento a partidos, sostiene
Alonso Urrutia n A diferencia de las últimas elecciones presidenciales, para el 2000 existen las disposiciones legales para que el Instituto Federal Electoral pueda garantizar las condiciones básicas de equidad en el financiamiento a los partidos políticos.
"Hoy tenemos más elementos para regular esta compleja relación entre el dinero, la competencia por el poder y el poder mismo", sostiene el consejero y presidente de la Comisión de Fiscalización del organismo, Alonso Lujambio.
En entrevista, subraya que existen elementos suficientes para regular el cumplimiento estricto de los topes de campaña, y que este es un factor fundamental para eliminar lo que en su momento el propio presidente Zedillo reconoció como condiciones no equitativas en la contienda donde fue elegido. Con ello, "por primera vez en la historia, podremos tener unas elecciones que legitimen a cabalidad a las nuevas autoridades".
Lujambio destaca que la aprobación por parte del Consejo General del IFE del acuerdo para contratar una empresa que realice el monitoreo de spots, y las modificaciones al reglamento de verificación, que obliga a los partidos a desglosar esas facturas, son elementos clave para garantizar la equidad, pues "cuando esperamos una campaña básicamente electrónica, tener el control estricto del rubro hacia donde los partidos dirigirán más de 70 por ciento del dinero, da enormes garantías para la supervisión del tope de gastos".
Sin embargo, reconoce que aún quedan aspectos donde la autoridad electoral no tiene atribuciones para regular: la compra y coacción del voto.
En su consideración, será menester emprender una agresiva campaña en medios que ofrezca al electorado garantías de respeto al secreto y cómputo de sufragios, a fin de inhibir esta práctica.
Impulso al monitoreo de medios
En los albores del proceso electoral del 2000, Lujambio se dice optimista de que hay los elementos legales, políticos y jurisdiccionales para hacerle frente en condiciones de equidad y legalidad. "El presidente Zedillo reconoció en un viaje a Europa -con enorme franqueza- que la elección que lo llevó al poder fue limpia pero inequitativa".
A seis años de distancia -dice- se han introducido reformas que permiten compensar esos desequilibrios y ofrecer condiciones mínimas de equidad; señaladamente la fiscalización más especializada para garantizar el cumplimiento del tope de campaña.
"Hace seis años no había esta comisión", dice. Más aún, en 1996, cuando por primera vez opera aquélla con personal específico, se logró fiscalizar apenas 16 por ciento de los recursos; para el 2000, la revisión -mediante auditorías- no será inferior a 70 por ciento, lo que amplia el margen de control.
Sin embargo, reconoció que a escala internacional, incluso en las democracias consolidadas, el ámbito de la fiscalización aún enfrenta rezagos. Hoy tenemos mejores elementos para evitar operaciones irregulares en el financiamiento de los partidos, si bien es claro que la orientación fundamental de la fiscalización es hacia los egresos, más que en los ingresos; "pero los partidos ingresan dinero para gastarlo, y la contabilidad debe cuadrarles".
-ƑHay garantías de que no vuelvan a existir operaciones como las de Cabal Peniche?
-En la medida en que los actores involucrados estén en voluntad de hacerlo, pero no basta con ello. Hay que tener un sistema claro de monitoreo, tanto en los ingresos como en los egresos, y hoy tenemos elementos para enfrentar con eficacia la relación compleja entre el dinero, la competencia por el poder y el poder mismo.