La Jornada miércoles 20 de octubre de 1999

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

En Chetumal, un taxista que se decía despojado de una concesión para trabajar se envolvió en la bandera nacional y se arrojó del tercer piso del palacio del gobierno estatal, y murió en el acto; en la ruta Ecatepec-Indios Verdes, pasajeros de un autobús público se defendieron de tres asaltantes y lincharon a uno, al que, después de muerto, abandonaron para seguir adelante con sus destinos por otros medios de transporte; en la UNAM, profesores e investigadores fueron expulsados por un pequeño grupo de estudiantes de los institutos en los que laboraban; en distintos estados del país, centenares de miles de mexicanos viven abandonados, regañados, sin ayuda oficial, sin instituciones que realmente les ayuden, usados como pertrechos de guerras políticas, dándose el autogobierno que mejor pueden.

Pero, mientras la nación se desangra, mientras continúa extendiéndose la desesperanza, la rueda de la política sigue su curso tragicómico:

1) Manuel Bartlett, en Quintana Roo, reconoce que otro acusado de relaciones con el narcotráfico, Mario Villanueva, es su "amigo", y que fue "compañero" de actividades políticas de varios como él mismo y como el presidente Zedillo. Además, el ex mandatario poblano aseguró que varios gobernadores le apoyaban de manera clandestina para que exigiera en Los Pinos que se abriera el proceso de elección de candidato presidencial, como ahora ha sucedido. Crítico, flamígero, cuasi opositor, Bartlett dijo además: "Nosotros sabemos que en el PRI hay políticos que se han enriquecido brutalmente, sabemos quiénes son; aquí en Cancún son dueños de grandes extensiones de tierra y de mar". Claro, como habrá adivinado el lector sagaz, Manuel no dio un solo nombre de esos priístas brutalmente enriquecidos, ni pronunció nunca el apellido Echeverría.

2) José Antonio González Fernández le dice a Mario Vázquez Raña, en entrevista para los diarios de ese empresario, que "íntimamente" respeta "mucho las posiciones o peticiones o sentimientos de ese otro candidato", en referencia a Roberto Madrazo. Amores privados (en lo íntimo) y desafectos públicos (en la promoción de la cargada pro Sinaloa).

3) Roberto Madrazo comienza a hablar de un movimiento político agrupado tras su figura. Ese movimiento exigirá limpieza en las elecciones internas del PRI y, además, ya está en pláticas con dirigentes como Dante Delgado o gobernadores como Ricardo Monreal.

4) Ex presidentes de la República (no, desde luego, Carlos Salinas ni Miguel de la Madrid, que son parte interesada, detrás cada cual de sus candidatos, Madrazo y Labastida, respectivamente), ex presidentes del PRI (menos Santiago Oñate, quien critica desde lejanas tierras lo que sucede acá), gobernadores (no todos, Ƒacaso es una confesión pública de las diferencias que hay entre ellos?) y una nómina amplia de añejos ocupantes de cargos públicos, mediante un desplegado periodístico, convocan a los priístas a la unidad y aseguran que la equidad en la elección interna del PRI está garantizada, gracias a que así lo señala una frase del presidente Zedillo. El convocante de esa declaración pública es el conocido promotor de la doctrina del hueso político como antídoto contra las escisiones, Gustavo Carvajal Moreno, quien cobra como director de Caminos y Puentes Federales (jugoso peaje o cuota que recibió por dejarle el camino libre en Veracruz a Miguel Alemán). Por cierto, mientras esos personajes se deshacen en frases demagógicas, Bartlett declara que los integrantes del Consejo Político Nacional del PRI se hacen "pendejos" sin resolver sobre las denuncias de inequidad en el proceso interno en curso.

Y, mientras tanto, los mecanismos judiciales se echan a funcionar para apretar las tuercas sueltas: los abogados de la familia Hank demandan por 10 millones de dólares a la revista El Andar, hecha por latinos, casi todos de origen mexicano, radicados en Estados Unidos, en la que hablan de las relaciones de esa familia con el narcotráfico.

Y, anoche, el rector Barnés anunció denuncias penales contra paristas de la UNAM y la reactivación de expedientes de esa índole que habían sido suspendidos. En fin, el enderezamiento del aparato público de represión contra los jóvenes que han llevado sus posiciones políticas extremas, por convicción propia o por inducción facciosa, a niveles de confrontación que el Estado mexicano no permitirá más. Si la propia jefa de Gobierno capitalino, la perredista Rosario Robles, se mostró dispuesta a actuar con mano enérgica a la primera oportunidad que se le presentó, el gobierno federal zedillista no podía seguir más tiempo lanzando arengas desde la comodidad del ámbito protegido por el Estado Mayor Presidencial y sin tomar decisiones profundas. Por ello, su secretario de asuntos universitarios, Francisco Barnés, ha decidido dar el paso adelante que por la fuerza ponga fin a los excesos de los llamados ultras y abra el paso a negociaciones políticas con los segmentos moderados de ese movimiento.

Porque eso sí: no habrá reglas para otras cosas. No para proteger a los ciudadanos despojados de sus derechos o concesiones, como el taxista de Quintana Roo. No para los ciudadanos que somos asaltados y vejados día tras día en los autobuses, el Metro, las calles o los domicilios. No para evitar que los caprichos tecnocráticos de fin de sexenio hundan a las universidades públicas en las aguas turbulentas de los recortes presupuestales y los aumentos de cuotas sin que luego esos genios del neoliberalismo sepan destrabar con oficio político tales desastres. No para los mexicanos damnificados que viven en el abandono diario, prácticamente en la ley de la sobrevivencia del más fuerte o el menos pobre. Pero sí hay reglas, normas, leyes, para defender a poderosos como la familia Hank, o para aplicarlas con rudeza contra estudiantes de universidades públicas.

Astillas: Hoy deberá anotarse Andrés Manuel López Obrador como precandidato perredista al gobierno capitalino... Continúan las pugnas subterráneas en el PAN entre los Amigos de Fox, que desean controlar la campaña del guanajuatense, y el Comité Ejecutivo Nacional del partido blanquiazul, que desea que cuando menos se guarden las apariencias y se le dé a ese órgano institucional la posibilidad de simular que es el que controla las tareas de proselitismo del candidato de las botas... "No sé dónde se lo bebió", comentó Cuauhtémoc Cárdenas a reporteros cuando le preguntaron qué tan cierta es la versión que esparce Porfirio Muñoz Ledo de que, según "información privilegiada", el PRD estaría por retirarle la candidatura al michoacano, según eso para abrir paso a una postulación "de todas las izquierdas", en la que sería de suponerse que don Porfirio se sentiría inevitablemente colocado. Por cierto, en su gira por Tijuana, Cárdenas tuvo como asistente en varios actos al ex gobernador Roberto de la Madrid, conocido como Bob y reconocido por sus excesos y abusos. De la Madrid es, significativamente, uno de los principales impulsores de la campaña de Roberto Madrazo en Baja California... Los gastos de Carlos Salinas de Gortari han subido tanto en fechas recientes (nada más habría que considerar todo lo que se debe gastar en pago de abogados para enfrentar los diversos cargos contra sus familiares y protegidos) que está a punto de dejar de subsidiar la aparición diaria de su prestigiado boletín, el Salinews. Al menos que los recortes de personal y los anuncios de crisis económica sean una mera farsa, (como la huelga de hambre de Monterrey), con la que se pretenda sanear las finanzas de su publicación crónica.

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