Ť Hostigan a simpatizantes del EZLN y a miembros de partidos de oposición


Denuncian apoyo municipal a grupos paramilitares

Ť Regidores de Tila piden al Congreso local la renuncia del presidente del ayuntamiento

Juan Balboa, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 19 de octubre Ť Regidores del municipio de Tila denunciaron hoy el uso del erario municipal para apoyar actividades del grupo paramilitar Paz y Justicia en contra de simpatizantes zapatistas y militantes de partidos de oposición, y aseguraron que los radios de banda civil del ayuntamiento son utilizados con circuito cerrado para la comunicación de los integrantes de dicha organización.

Los regidores Fidel Pérez Jiménez, Miguel Pérez López y Emilio López Jiménez señalaron que el presidente municipal, Carlos Torres, entregó el dinero del ayuntamiento al servicio del grupo paramilitar.

Indicaron que los indígenas que militan en los partidos de oposición han sufrido emboscadas, son hostigados en los caminos y amenazados, y que "los vehículos del ayuntamiento están sirviendo para acarrear a los miembros de la organización Paz y Justicia".

Acusaron al presidente municipal de Tila de marginar a los regidores plurinominales del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en las decisiones de cabildo, y se niega a establecer proyectos de salud y educación en las comunidades habitadas por militantes perredistas o simpatizantes del EZLN.

"No nos ha tomado en cuenta, y menos a las comunidades que militan en partidos de oposición. En contraste, para las reuniones oficiales de Paz y Justicia existe un techo financiero que incluye comida, bebidas, hoteles de lujo y transportes", puntualizan.

Pidieron al Congreso local la renuncia de Carlos Torres López, pues aseguran que no tiene la capacidad política, no resuelve los problemas de las comunidades y entrega el presupuesto oficial del ayuntamiento al grupo paramilitar mencionado.

Asesinaron con arma de fuego a un militante zapatista

El municipio autónomo zapatista Ricardo Flores Magón informó hoy que paramilitares del ejido Arroyo Granizo ųubicado en el Valle de Santo Domingoų asesinaron con arma de fuego al simpatizante del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) Manuel Cruz Jiménez, e hirieron a dos miembros de su familia.

Las autoridades del municipio rebelde afirmaron que el pasado fin de semana los paramilitares, encabezados por Antonio Jiménez, interceptaron a las tres personas en el camino a la comunidad de Ojo de Agua Tzeltal, a donde se dirigían a comprar medicinas.

"A la una de la tarde, el señor Antonio Jiménez salió a su paso con el rostro tapado, pero fue reconocido por su voz, su forma de caminar y su estatura, hablando en español marcó el alto a las tres personas con una pistola calibre 22.

"Primero hirió a la nuera del señor Cruz Jiménez con un impacto de bala en el cuerpo y la cara, después lo atacó a él con dos tiros en la cara, y ya en el piso le volvió a disparar. Su nieta de 16 años trató de escapar, pero la alcanzó una bala en el tobillo derecho", explicaron.

Las dos mujeres heridas fueron trasladadas al hospital de Palenque, y el cuerpo de Manuel Cruz Jiménez fue llevado al ejido Arroyo Granizo.

Los dirigentes del municipio autónomo Ricardo Flores Magón dijeron que desde hace un año los grupos paramilitares han amenazado de muerte a simpatizantes del EZLN, y constantemente se reúnen con regidores del municipio de Ocosingo, entre ellos Pedro Chulín y Homero González.

Señalaron que los paramilitares que operan en los valles de Santo Domingo y San Jerónimo Tulijá recorren las comunidades amenazando de muerte a los simpatizantes del EZLN, y aseguran que tienen el apoyo del Ejército Mexicano.

Exigen que sea detenido Antonio Jiménez Encino, a quien señalan como autor material del asesinato de Manuel Cruz y dirigente de los paramilitares de la región, e insitieron que en la zona de conflicto se vive un "guerra de baja intensidad" impulsada por los gobiernos del estado y federal.

Las autoridades autónomas pidieron el retiro del Ejército Mexicano de las comunidades indígenas y denunciaron que los militares se internan en las montañas y destruyen los cultivos de los pobladores.