El Congreso Nacional Indígena (CNI) en su corta historia de contextos acelerados, paradójicos, arrebatados, ha creado expectativas, desilusiones, desconciertos. Es frecuente que se cuestionen sus acciones, sus omisiones, y no tan frecuente que se valoren sus logros y orientaciones. Me ha tocado dialogar sobre esos rumbos y modos diferentes, indios, que hacen que el CNI sea lo que es. Pero los mismos cuestionamientos recurren con añoranzas y crítica desde los amigos, o con menosprecio desde los que nunca creyeron en él.
Se espera, al parecer, que asuma su papel en la historia de modo diferente. Poco se perciben y valoran sus caminos comunitarios, de consenso, indios. Los vacíos que el CNI no llena se ven más claramente que lo que va creando. Y así, se le reprocha no asumir un papel político más activo, no tener una organización más clara, no actuar con la necesaria contundencia en las coyunturas.
Ante esto, repetir argumentos lleva sólo a confirmar y quizá a endurecer opiniones. Por eso, busqué objetivar lo que es y quiere ser el CNI desde sus expresiones en sus documentos básicos. Me detuve en los de su etapa de gestación, desde el Foro Nacional Indígena hasta la Relatoría General de la segunda sesión de Oventic, de enero a julio del 96. Tomé de su vida las Declaraciones de los dos congresos que ha celebrado y algunas de sus asambleas, del 96 al 98.
Tres cosas, al menos, se iluminan y confirman desde el análisis textual: su ser, su estructura y su ámbito.
De entre las palabras clave, la expresión que más se repite en todos sus documentos es la de Pueblos Indios seguida por la de Comunidades, como el ``sujeto'', el actor, el que dice su palabra. Afirma así su ser fundamental. El CNI es los pueblos indios de México con sus diferencias y en su dispersión, lo es en la comunicación que logra para compartir, confrontar, consensar palabras verdaderas para soñar y hacer historia desde ahí.
Por ello en el CNI se da una estructura extraña para otros, la obvia para esos pueblos. Las expresiones más frecuentes son las de ``espacio'' y ``red''. Ambas expresiones juegan juntas, se complementan. El CNI es una asamblea comunitaria de pueblos que apenas se van conociendo a veces, una comunidad de pueblos, que apenas se dibuja o se imagina o se nace. Por eso la expresión ``organización'' referida a su ser o su estructura interna aparece muy raras veces: una, como propuesta a discutir, y otras acotada con ``un claro perfil indio'', por ejemplo.
En tercer lugar resalta su ``ámbito''. Al inicio expresan su relación con todos los niveles: local, regional, municipal, estatal, nacional e internacional. Cuando nace el CNI, discierne esos campos. El ámbito de su presencia, de sus relaciones, termina siendo el nacional, seguido del regional, y luego del internacional. Se concibe nacido y estructurado desde los pueblos indios como son y se organizan. Las divisiones de conveniencia e historia política van por otros caminos ciertamente secundarios, aunque quizá necesarios por impuestos.
En síntesis, hoy podemos ver lo que quieren ser y hacen los pueblos indios en el CNI. Rechazan la burocracia de las organizaciones y su propensión a la corrupción. Pretenden en el fondo formar una gran comunidad, red de personas y de pueblos libres, insubordinables a organizaciones, jefes, comités, representantes, voceros, etcétera. Aspiran a ser espacio de encuentro y consensos donde quepan sus voces diferentes y las nuestras. Buscan pluralidades inclusivas para las gentes mexicanas libres. No aceptan que alguien tome decisiones por ellos y sobre todos.
Esa realidad suya da de sí sólo lo que da. No podemos pedir que a nuestro sean fuerza política, voz pública, incidencia en coyunturas. Tienen sus propios modos de eficacia, lo van demostrando en el país entero, no sólo en Chiapas. No podemos juzgar sus estrategias desde las nuestras. Ellos van descubriéndonos veredas, derroteros, y seguirán haciéndolo. Más nos vale aprenderles.
En el documento final del II CNI, celebrado en el Zócalo, definieron claramente su rumbo y misión: Por la Reconstitución Integral de Nuestros Pueblos. Así titularon su documento final. Allí --hablando del ámbito nacional-- dijeron: ``Ahí somos palabras creadora, somos proyecto, somos una inmensa red que nos permite relacionarnos e interactuar, como afluentes del gran río de la esperanza de nuestros pueblos y de la patria toda: esta patria que no se acabará mientras estemos vivos''.